Carabinero de día, guardia de discoteque de noche: la caída de un policía imputado por coimas reiteradas
La Fiscalía Centro Norte formalizó a un cabo primero de Carabineros. Se le atribuyó haber recibido una coima para no cursar un parte a un conductor, quien posteriormente le pagaba una comisión por ayudarlo a negociar cigarros contrabandeados con un locatario chino en el barrio Meiggs. Además, el funcionario policial recibía dinero de parte de la dueña de una discoteque en la cual él realizaba labores de protección, incluso mientras estaba de turno en su comisaría.
El 10 de marzo de 2022 dos funcionarios de Carabineros patrullaban por las calles de Estación Central. Al llegar a la intersección de Antofagasta con Obispo Umaña detuvieron a un vehículo para hacerle un control de tránsito. A cargo de ese carro estaba un cabo primero D.E.U.M. de la policía uniformada, cuya identidad fue prohibida difundir por la justicia, y que fue quien interactuó con el conductor del automóvil. Este procedimiento desencadenaría una investigación de más de 10 meses y le permitiría a la Fiscalía Metropolitana Centro Norte formalizar este miércoles al policía por el delito de cohecho reiterado, lo que lo dejó en prisión preventiva.
En la investigación a cargo de la fiscal Tania Sironvalle, jefa de la unidad de Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos, consta que esa jornada el cabo primero de Carabineros, fiscalizó al conductor y pese a percatarse que se movilizaba sin licencia de conducir y sin documentación del auto no cursó ningún tipo de multa. Esto a cambio del pago de $ 100.000 ofrecidos por el dueño del vehículo. Pero esa coima no sería ni la primera ni la última.
— ¿A qué te dedicas tú?
Con esta frase D.E.U.M. continuó la conversación. El conductor, identificado como C.D.R. por la fiscal durante la audiencia de formalización, le respondió al carabinero que era vendedor de fuegos artificiales y de cigarros por contrabando. El cabo primero le respondió al sujeto que estaba falto de dinero, por lo que ofrecía ponerlo en contacto con un turbio comerciante del barrio Meiggs. A cambio, C.D.R. le ofreció una comisión de $ 50 mil por cada caja que lograra venderle al empresario de nacionalidad china.
El negocio
Lo ocurrido con el funcionario policial derivó de una investigación en contra de C.D.R. por la comercialización de fuegos artificiales, delito por el cual ya fue formalizado. En medio de estas indagatorias, los investigadores interceptaron su teléfono, en la cual se pudo escuchar que hablaba con su pareja y le contaba sobre la fiscalización y posterior negocio que había concretado con “el paco”, como él lo definía.
Durante los meses de investigación, un funcionario policial de menor rango que acompañaba ese día de marzo al cabo primero declaró y colaboró con las indagatorias. El funcionario de grado carabinero señaló que el día de la fiscalización, su superior le ordenó subirse al auto de C.D.R. para que siguieran al carro policial para dirigirse a la casa del ciudadano chino para concretar el negocio. Lo que finalmente ocurrió.
Así también quedó comprobado en la evidencia recogida por la fiscalía. A través del alzamiento del secreto bancario, los persecutores lograron identificar que en dos ocasiones el policía recibió transferencias por $ 100.000 de parte de C.D.R., por la comisión de la venta de cigarros.
Además, el carabinero que declaró señaló que en más de una ocasión el cabo primero se encontró con el vendedor de fuegos artificiales y cigarros, lo saludó animosamente, incluso lo abrazaba cada vez que se veían.
Los “pitutos”
El lunes 23 de mayo de 2022, cerca de las 4 de la madrugada un sujeto disparó y dio muerte a dos ciudadanos peruanos a las afuera de una discoteque en la calle Mapocho en Quinta Normal. En ese lugar, que fue clausurado posteriormente, D.E.U.M. prestaba servicios de guardia privado, según consta la investigación.
Otra de las funciones de seguridad del carabinero era que, al término de la noche, debía “escoltar” a la propietaria de la discoteque hasta su casa en Ñuñoa, a fin de evitar que le robaran. Según consta en la investigación y las escuchas telefónicas, el cabo primero tras ocurrido el crimen llamó a la propietaria y le señaló que estaba preocupado que en las cámaras de seguridad del local, las que serían periciadas por el OS9 de Carabineros producto del crimen, se le pudiera reconocer.
Sin embargo, para aquel entonces el funcionario policial ya era investigado. Las indagatorias llevadas adelante por el Departamento de Asuntos Internos de Carabineros pudieron determinar -por medio de seguimiento- que el 24 de abril el cabo primero se encontraba de turno. A pesar de estar cumpliendo servicios en el cuadrante 198 y 200 de Estación Central, condujo una patrulla Dodge Durango hasta la discoteque en la que él trabajaba en sus tiempos libres, y prestó el servicio de resguardo ahora como carabinero. En esa ocasión, se bajó del vehículo e incluso compartió con la encargada del local.
Por prestar ese servicio, el que en general realizaba de civil, al carabinero recibía un pago de $ 50 mil. Además, se pudo conocer que este también estaba sirviendo como captador de otros funcionarios policiales que prestarían el mismo servicio en el lugar.
La detención
Este martes, pasadas las 11.30 de la mañana, Carabineros materializó la orden de detención en contra de D.E.U.M. Tras eso, se revisó su vehículo donde se encontró que su licencia de conducir y un permiso de circulación eran falsificados.
Aquello también había sido parte de la investigación dirigida por la fiscal Sironvalle, donde se pudo conocer que en una ocasión el funcionario policial recibió la llamada de un ciudadano venezolano, quien le pidió ayuda para tramitar una licencia falsa y documentación de su vehículo de manera ilícita. El carabinero le habría respondido que él tenía un contacto que lo ayudaría a cambio de dinero.
Este miércoles, el carabinero fue formalizado por el delito de cohecho reiterado. Además, se le sumó la infracción al deber del cargo por ejercer influencia contra otro carabinero de menor rango, a quien ordenó subirse al vehículo que no cursó ninguna multa. Y también se le imputó el uso y falsificación de su licencia de conducir.
Tras su detención, el funcionario prestó declaración. A pesar de reconocer que no realizó el control policial al conducto, el carabinero negó recibir pagos a cambio de aquello. Sin embargo, sí reconoció las transferencias recibidas por C.D.R., pero no entregó motivos por las que las recibió.
A través de un comunicado, Carabineros repudió el hecho e informó que comenzaría el proceso de remoción del funcionario y de otros dos carabineros implicados en otro hecho. Durante la audiencia de formalización, en el Sexto Juzgado de Garantía de Santiago se formalizó a los otros dos funcionarios por faltas a la Ley de Armas, puesto que un funcionario activo le ofreció una lacrimógena a un excarabinero a cambio de dinero.
En la misma audiencia, la fiscal pidió la prisión preventiva para el cabo primero. Misma medida para el funcionario activo involucrado en la venta de la lacrimógena. El tribunal accedió y decretó la prisión preventiva de ambos funcionarios mientras dure la investigación, y para el excarabinero decretó arraigo nacional.
La defensa de los carabineros intentó cambiar la medida cautelar mediante el pago de una fianza, sin embargo, el tribunal lo rechazó y decretó la detención. Ambos policías fueron ingresados a la subcomisaría de Pudahuel, esta vez no como funcionarios, sino como imputados.
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