Cartas con balas y un cuchillo “ensangrentado”: la seguidilla de amenazas contra autoridades españolas
A una semana de las elecciones en la Comunidad de Madrid, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, María Reyes Maroto, se convirtió en la cuarta autoridad española que es blanco de una carta de odio.
“¡Basta! No vamos a permitirlo. No vamos a dejar que el odio se apodere de la convivencia en España”. Así condenó hoy el jefe de gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, las cuatro cartas de amenazas contra autoridades y altos cargos del Ejecutivo, que lograron colarse en oficinas gubernamentales burlando los protocolos de seguridad. A las primeras tres misivas que llegaron el jueves a la sede del Ministerio del Interior, con siete “balas de Cetme”, un fusil del Ejército español, se sumó hoy un nueva misiva con un cuchillo “aparentemente ensangrentado”, incidente que ocurre una semana antes de las elecciones en la Comunidad de Madrid.
La tensión se instaló en La Moncloa. La oficina de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, María Reyes Maroto, recepcionó un sobre que, para eludir los escáneres de seguridad, tenía “dos CD, una navaja media con tintes rojos” junto con un “montón de folios con copias ampliadas de mensajes de WhatsApp y Twitter”. Sin embargo, a diferencia de los textos de la semana pasada, en esta oportunidad la misiva tenía un remitente con nombre y apellido.
A las pocas horas de que estallara la noticia, la prensa española confirmó que la policía identificó al autor del envío de la carta a Reyes Maroto. Se trata de un ciudadano con problemas de “salud mental” que no fue detenido por los agentes de seguridad. La misiva fue rastreada, ya que el remitente utilizó sus datos reales para enviar la carta desde una oficina de correos en un barrio de Madrid, el 21 de abril, un día antes que el resto de las cartas con amenazas dirigidas a otras autoridades.
“Las amenazas y la violencia nunca acallarán la voz de la democracia”, aseguró la ministra Reyes Maroto en su cuenta de Twitter. En las últimas semanas, la figura del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha cobrado relevancia de cara a los comicios madrileños del 4 de mayo debido a que podría ser nombrada vicepresidenta económica de la Comunidad de Madrid en el caso de que el candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, se imponga en las urnas.
La preocupación por estas cartas con amenazas de muerte marca la escena política española desde la semana pasada, cuando se dio a conocer la noticia de las misivas enviadas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y el exvicepresidente del gobierno, líder del partido Unidas Podemos y candidato a la presidencia de Madrid, Pablo Iglesias.
El primer sobre iba dirigido al exvicepresidente español, con el mensaje: “Pablo Iglesias, has dejado morir a nuestros padres y abuelos. Tu mujer, tus padres y tú estáis sentenciados a la pena capital. Tu tiempo se agota”. Iba acompañado de “cuatro cartuchos sin percutar, de calibre 7.62x51″, que corresponden a balas utilizadas en un fusil básico popular entre 1970-1980, pero que sigue siendo usado en las escuelas de la Armada, la Guardia Civil y la Policía Nacional.
“Hoy soy yo, pero si continúan la impunidad y el blanqueamiento mediático de la ultraderecha, mañana serán otros compañeros”, advirtió Iglesias el jueves. El político izquierdista dejó la vicepresidencia del gobierno español en marzo para postular a la presidencia de Madrid.
No es la primera vez que sucede. Esto es otra consecuencia más de la normalización y el blanqueamiento del discurso de odio de la ultraderecha. Si crees que esto no va contigo, te equivocas. Porque no solo me están amenazando de muerte a mí y a mi familia y a cargos del gobierno y del Estado. Te están amenazando a ti, están amenazando tu derecho a votar a quien te dé la gana y a ejercer tu libertad.
Carta de Pablo Iglesias
Según el diario La Vanguardia, Iglesias ha recibido anteriormente amenazas similares, que lo han llevado a recurrir a los tribunales. Sin embargo, ahora ocurre en plena campaña, por lo que el Ejecutivo ordenó reforzar la seguridad del político ante un mayor riesgo de atentado.
En tanto, el sobre dirigido al titular del Interior señalaba: “Tienes 10 días para dimitir. El tiempo de reírte de nosotros se terminó. Policía Nacional. Guardia Civil. El tiempo lo tienes en contra para los taponazos (disparos)”. La carta iba acompañada de “dos de las mismas balas″. Uno de los cartuchos de bala iba dirigido a María Gámez, la directora de la Guardia Civil.
En una entrevista con Radio Sexta, Grande-Marlaska aseguró que “tiene que haber un posicionamiento claro de todos los responsables políticos sobre las amenazas concretas, individualizadas, que se están recibiendo”, en relación a los dichos del partido de ultraderecha Vox, que fue el único que no condenó las amenazas recibidas por las autoridades.
Ante la polarizada y tensa campaña por Madrid, el viernes se vivió un episodio de crispación entre los partidos durante un debate radial después de que la candidata de Vox, Rocío Monasterio, puso en duda la veracidad de las amenazas, lo que terminó con Iglesias abandonando el panel. Su decisión fue replicada por las otras dos fuerzas de izquierda, dejando solo a los candidatos de Vox y del Partido Popular (PP) presentes en el debate.
Según la agencia Europa Press, ante la oposición de los candidatos de izquierda a debatir nuevamente con Vox se suspendió un debate programado para el 29 de abril en la televisión pública.
En un llamado al votante, en un mitin ayer el jefe del gobierno español Pedro Sánchez convocó a evitar la “amenaza” de Vox. El PSOE solicitó hacer un “cordón sanitario” al partido de ultraderecha para evitar que entre al gobierno madrileño, debido a que los sondeos apuntan a que la carta del PP, Isabel Díaz Ayuso, podría ser reelegida en el cargo si logra pactar con Vox.
En la recta final de los comicios clave de Madrid del 4 de mayo, el promedio de los sondeos de intención de voto posiciona al PP en primer lugar con un 41% de los votos, seguido por el PSOE con un 23%, Más Madrid 14%, Vox con un 9%, Unidas Podemos con un 7% y Ciudadanos con un 4%. Ante este escenario, el resultado dependerá de los resultados de Ciudadanos para ver cómo mueve la balanza en el equilibrio entre los bloques, porque la derecha -PP y Vox- aglutina un 50% de los votos y la izquierda -PSOE, Más Madrid y Podemos- un 44%.
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