Casi tres meses confinadas: las cuentas tras las largas cuarentenas de comunas sureñas

El balneario en la comuna de Penco
Foto: Agencia Uno

Traiguén (87 días), Padre Las Casas (80) y Penco (68) lideran la lista de ciudades con los encierros más largos del país. Algunos alcaldes afirman que éste ha sido efectivo, mientras que otros piden avanzar en el plan Paso a Paso para recuperar, al menos, la movilidad de lunes a viernes y reactivar sus zonas. Todos coinciden, eso sí, en que no todos los habitantes cumplen la disposición y que muchos no lo hacen por problemas socioeconómicos.


Vivir encerrados. Eso, literalmente, es aplicable a la realidad que experimentan en la comuna de Traiguén, en La Araucanía. En total, 87 días consecutivos en Fase 1 del plan Paso a Paso. Este municipio es el que más tiempo lleva en encierro total.

Pero en Traiguén no son los únicos que hace dos meses y más están en cuarentena. El listado de las comunas con más tiempo en confinamiento lo completan Padre Las Casas (80), Penco (68), Collipulli (68), Loncoche (68), Mariquina (61), Futrono (61), Rengo (57) y Los Ángeles (57). Hasta el domingo, Los Lagos también engrosaba el listado, como primeros en la lista, pero ayer -tras 93 días en confinamiento- iniciaron Fase 2, que les permite la libre movilidad de lunes a viernes.

Coincidentemente (o no), las comunas que más tiempo llevan en cuarentena son las del sur de Chile. La Araucanía tiene a Padre Las Casas, Collipulli, Loncoche y Traiguén; el Biobío, a Penco y Los Ángeles; Los Ríos, a Mariquina y Futrono, y la Región de O’Higgins, a Rengo. ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué condiciones se propician en aquellas regiones?

Los expertos han señalado que esto se puede deber a un conjunto de factores, asociados a comportamiento de las personas, destinos productivos, los visitantes del verano producto del permiso de vacaciones, el clima o problemas en la trazabilidad.

“Creo que no es solo un factor, hay un tema de comportamiento asociado a las condiciones climáticas, lo que hace que las personas se mantengan más tiempo en sus domicilios y ventilen menos los hogares, lo cual aumenta el riesgo de contagio intrafamiliar. Vinculado a lo mismo, en ciertas épocas, como en el invierno, se reduce la movilidad, pero en el verano aumenta, porque son zonas de destino turístico y tuvieron una sobrecarga de población flotante en el verano. Y en algunos casos también hay causas laborales asociadas a estos brotes, en los que no se han tomado necesariamente todas las medidas de resguardo en las empresas”, explica el académico en Salud Pública de la Usach, Claudio Castillo.

Las cuarentenas han tenido un efecto positivo, no el ideal, pero positivo. Catorce días después del inicio de la cuarentena vino una baja en los casos. La pregunta es ¿si no hay cuarentena, cuál sería la situación? Esto podría ser 10.000 veces peor”, señala Víctor Figueroa, alcalde de Penco.

El edil, de hecho, justifica con cifras su opinión sobre la cuarentena de 68 días que cumplen: consecutivamente y semana a semana, los nuevos contagios de su comuna partieron en marzo con 135, llegaron a un peak de 170 y lograron reducirlos a 110. “En el gráfico se ve claramente el efecto que tiene la cuarentena, con todos los factores negativos que pueda conllevar esto”, dice el edil, quien agrega: “Nadie ha hecho el cálculo de cuántos contagios tendríamos si no se aplicara esta difícil medida”.

Penco
Gráfico de los contagios de Penco aportado por su alcalde.

La autoridad local admite, eso sí, que efectivamente hay una fatiga en la población: “Hay un agotamiento de la gente respecto de esto, pero en la comuna hemos planteado que estamos prontos a salir y que hay que hacer un último esfuerzo. Siento que con todo lo difícil que es, la gente ha sabido resistir y aguantar este largo encierro”.

El alcalde de Futrono, Claudio Lavado -quien está postulando a la reelección-, detalla la realidad del municipio de Los Ríos: “Hemos estado las últimas cuatro o cinco semanas con 40 casos activos y ahí nos mantenemos. El proceso de inmunización va bien, por lo tanto, creo que no se justifica seguir encerrados. La gente está cansada, agotada y esperamos que las autoridades nos puedan liberar. No golpea no solo en lo económico, también en lo sicológico”.

Lavado señala, además, que el encierro prolongado ha afectado principalmente “a las personas en su rutina laboral, a los emprendimientos, a las pymes y a quienes sin contrato desempeñan distintos oficios”. Dice, eso sí que durante el verano tuvieron “un veranito de San Juan” debido al turismo que alcanzó a existir, “pero ya nos están afectando estos dos meses”. Por eso, explica, “han decaído las ventas por la poca movilidad. Muchos negocios chiquititos no han podido abrir, el negocio de barrio, la venta de ropa americana, el emporio… Ya es demasiado”.

En tanto, Carlos Soto, alcalde de Rengo, se refiere a los 57 días que llevan confinados. “No hay ninguna forma de salir de Fase 1 hoy según los criterios que maneja Salud. Pero eso tampoco va a pasar mientras no lleguemos con ayudas definitivas, porque la gente no puede quedarse en la casa sin ayudas. Hay muchos que solo han recibido las cajitas de la Junaeb de los colegios y con eso tienen que alimentar a toda la familia. Es un círculo vicioso”, dice,

¿Se cumplen los encierros?

La gente se ha comportado bien, ha sido responsable y en su mayoría salen con permisos, la fiscalización acá es bastante”, dice Lavado, en alusión a los 61 días de cuarentena en la comuna. Y también expone que “a veces las personas se ven en la necesidad de salir en horas en las que no se controla, porque hay que salir a buscar el pan o la plata para comer todos los días”. Y agrega: “Pero raya para la suma: se ha respetado la cuarentena. La gente ha tenido paciencia”.

En Penco, el alcalde Figueroa asegura que “la falta de fiscalización ha hecho que esto sea bastante flexible, porque hay gente que sale mucho de sus casas, muchas personas que si bien para ir al supermercado necesitan un permiso, para salir a dar una vuelta, para ir a la plaza o para ir a la playa ven que no hay fiscalización”. Dice que por ello “ha habido un criterio, por ponerle un nombre, de que las personas que quieren salir, lo hacen. Todos los alcaldes hemos reclamado que la fiscalización ha sido prácticamente nula”.

Desde Rengo, Soto asegura que las “contradicciones en las cuales ha caído el gobierno, como el permiso de vacaciones, hacen que la gente tome bien poco en serio este cuento”. Recuerda, además, que su comuna “depende de la agricultura y el trabajo estacional. La gente vive del día a día y si no hay trabajo no pueden comer”.

“Hay algunas personas que obviamente también son irresponsables, pero el gran problema es que la gente está desesperada y tienen que salir a buscar el pan para su casa. Un mínimo de personas sale, pero incluso las ayudas anunciadas provocan la necesidad de la gente de salir, porque hay que ir a buscar la clave única o inscribirse en la ficha de protección social”, añade el edil.

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