Catalina Pérez (RD): “La incidencia política no se mide solo en la cantidad de cargos, sino en la capacidad de influir y RD no va a dejar de hacerlo”
La jefa de bancada y extimonel del partido apuesta por poner punto final a la disputa con el gobierno -tras la salida de Giorgio Jackson del comité político- y ahonda en el rol de su colectividad en La Moneda. La diputada enfatiza en que la incidencia de sus militantes en el Ejecutivo no es menor. Asimismo, profundiza en las tratativas por el acuerdo para habilitar un nuevo proceso constituyente y pide que en la oposición "primen las voces dialogantes".
En medio de las trativas por el acuerdo para habilitar un nuevo proceso constitucional y en una semana donde Revolución Democrática (RD) ha estado en el ojo del huracán por su tensionada relación con el Ejecutivo tras los movimientos en el gobierno donde -han reconocido- se vieron perjudicados, la jefa de bancada, Catalina Pérez, trata de cerrar el capítulo. La diputada reitera que la lealtad del partido más antiguo del Frente Amplio está intacta con el Presidente Gabriel Boric y su gobierno. Sin embargo, es enfática en el peso con el que cuenta RD dentro del Ejecutivo -con orejeros del Mandatario tan relevantes como Jackson-, y plantea que la incidencia en el corazón de La Moneda no dará un paso atrás. Más aún con la llegada del militante RD Miguel Crispi, confirmada durante esta mañana, a la jefatura de asesores del Segundo Piso.
No han sido semanas fáciles para el partido. Primero, la derrota en las urnas con la opción que ustedes respaldaban, el Apruebo, y todo lo que detonó eso en el gobierno: el reajuste y el nuevo balance en las hegemonías en el Ejecutivo. El FA perdió una silla importante en el comité político (Jackson) y eso obviamente generó molestia en la militancia. ¿Cuál es el estado actual de la relación con el gobierno?
Creo que hay que saber cuándo abrir y cuándo cerrar un tema. Esto fue conversado con el Presidente, yo me quedo tranquila con esa conversación y no hay mucho más que agregar. Lo demás es el fortalecimiento de gobierno y como nosotros nos ponemos a disposición desde nuestros distintos lugares.
¿Hay lealtad completa de RD con el Presidente Boric?
Total e indudablemente. RD ha sido siempre un partido de mucha claridad programática y estratégica. Fuimos el primer movimiento de nuestra generación que decidió conformarse en partido, el partido que se puso detrás de los candidatos presidenciales de nuestra coalición -tanto de Beatriz Sánchez como de Gabriel Boric-, un partido que es articulador de acuerdos como el del 15 de noviembre, que es capaz de construir más allá de su propia coalición para gobernar Chile. Con esa misma claridad estratégica, comprendemos la relevancia de fortalecer al gobierno para habilitar un ciclo de transformaciones en Chile, con independencia del lugar particular que uno juega en un momento determinado.
Pero en la militancia de base no cayeron nada de bien los cambios o “compensaciones” hacia algunos partidos porque perjudicaban a RD...
Esto fue conversado con el Presidente, fue comunicado a la militancia y yo me quedo tranquila con esas gestiones. La incidencia política, y esto es algo que discutimos permanentemente con nuestra militancia, no se mide solo en la cantidad de cargos de un gobierno, sino -y por sobre todo- en la capacidad de influir con tus ideas y RD no va a dejar de ser un partido incidente en este período. Lo importante es que el partido llegó para quedarse y aportar con su mirada a la política chilena.
¿La llegada de Miguel Crispi al Segundo Piso -hoy ratificado como Jefe de asesores- los deja en un mejor pie? Dammert solía acompañar al Presidente al comité político.
No podemos ir comentando uno a uno los nombramientos que decida hacer el Presidente. Insisto que hay que saber cuándo abrir y cuándo cerrar un tema.
¿No hay una petición de RD de remover a Lucía Dammert de la jefatura de asesores?
La comunicación de las peticiones que hace o no hace RD le corresponden al presidente del partido.
¿No podría existir un roce entre la jefa política del gabinete, la ministra Tohá (Interior) y un personero de alta influencia en el Mandatario como Giorgio Jackson (ahora Desarrollo Social)?
Espero que no. El Presidente es un hombre que escucha, escucha a sus equipos y es capaz de construir relaciones de confianza más allá de las relaciones personales o de una historia común. Tanto la ministra del Interior como el ministro Jackson, y como el comité político en general, cumplen un tremendo rol para la guía de gobierno. En ningún caso son roles que estén en disputa, muy por el contrario, creo que son roles que vienen a complementarse y a fortalecer al gobierno.
No hay una autocrítica a la lógica del “cuoteo” político de cargos, de la cual ustedes fueron críticos en las administraciones anteriores, particularmente en Piñera II. ¿Consideran que se ha repetido esa lógica?
En ningún caso. Cada una de las decisiones que ha tomado el Presidente de la República han ido en la línea de fortalecer el programa de gobierno y la capacidad de llevar adelante las transformaciones que le han sido prometidas a los chilenos y chilenas, que son urgentes y necesarias. Independientemente de la militancia o el sector político que cada uno de los ministros representa. Los ministros vienen con la disposición de seguir el programa.
Las conversaciones por el acuerdo para habilitar un nuevo proceso constituyente han tenido un buen tono ¿Cómo se han desarrollado hasta ahora?
Junto al presidente Juan Ignacio Latorre hemos asumido la responsabilidad por nuestro partido para poder avanzar en un nuevo acuerdo que vuelva a habilitar el proceso constituyente. Lo hicimos el 15N y espero que vuelva a hacerse ahora. Ha sido una conversación compleja, porque no sabemos si Chile Vamos va a cumplir su palabra. Hay sectores a los que les parece mucho más relevante hacer un gallito político, perpetuar la crisis, mientras eso golpee al gobierno. A su vez, hay otros sectores que entienden la relevancia del proceso, la necesidad de cambios y de cierre de ciclos. Incluso como una oportunidad de dar pie a una nueva generación política en la derecha.
¿Qué le parece la postura de Chile Vamos de dilatar las tratativas y exigir la salida del Ejecutivo? ¿Cuándo debe darse el acuerdo?
Espero que en Chile Vamos primen las voces dialogantes. Tener un proceso constituyente fallido no es un triunfo de un sector político, es sobre todo una derrota para Chile y su democracia. A mí me encantaría que el acuerdo se diera lo antes posible, pero entiendo que hay quienes necesitan darle una vuelta más, hay un orden que no hemos visto al interior de Chile Vamos. Y desconocer que el gobierno tiene un rol en este proceso es no entender bien que nos estamos jugando. Recordemos, por ejemplo, que es el gobierno quien tiene que hacerse cargo del gasto que irroga el proceso y más allá del gobierno de turno, el Estado tiene que estar presente en el proceso institucional más importante en décadas. Los necesitamos para dar su opinión. Evidentemente, no deben ser protagonistas del proceso.
¿No hay temor en el cálculo electoral del sector que realizar tan pronto una nueva elección de convencionales, y con el panorama del plebiscito con más del 60% de respaldo al Rechazo, no beneficie a la composición del organismo?
Jamás se le puede tener miedo a la democracia. Pero en ningún caso el proceso constituyente fallido -y el respaldo al Rechazo- es un triunfo de un sector político.
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