Cómo fue el operativo para trasladar a “Satanás”, sicario del Tren de Aragua, que ahora habita la cárcel de máxima seguridad de Santiago
Hernán David Landaeta Garlotti fue detenido en marzo de 2022 y este lunes 3 de julio fue trasladado desde la cárcel de Alto Hospicio a la Región Metropolitana. La operación fue preparada minuciosamente. Ocho efectivos no le quitaron los ojos de encima, le pusieron chaleco antibalas y un casco balístico, mientras que sus manos y pies permanecieron con esposas en todo momento. El furgón donde viajó, además, fue seguido por otros vehículos de Gendarmería y del Gope de Carabineros.
El pasado 9 de febrero la Corte Suprema puso freno a la resolución que habilitaba la extradición inmediata de Hernán David Landaeta Garlotti, alias “Satanás”, a Venezuela. Se trata del temido sicario del Tren de Aragua que fue detenido en territorio nacional en marzo de 2022 y encausado por asociación ilícita, secuestro extorsivo, robo con intimidación, secuestro con homicidio, usurpación de identidad, tenencia ilegal de arma de fuego, tenencia ilegal de municiones y trata de personas con fines de explotación sexual.
De acuerdo con lo resuelto por el máximo tribunal, antes de dejar el país, el sujeto de 25 años debe responder por los hechos por los que fue formalizado, por lo que de inmediato Gendarmería comenzó a hacer revisión de las medidas de seguridad bajo las cuales debe permanecer.
Esto, porque según da cuenta el prontuario de “Satanás”, tiene experiencia huyendo de la justicia. En 2016, mientras permanecía recluido en la cárcel de Tocorón, ubicada en el estado de Aragua, en la zona centro de Venezuela, Landaeta activó dos granadas y logró escapar. A su pasó dejó siete internos fallecidos y activó sobre él una alerta roja de Interpol para su inmediata detención.
Por lo mismo, y aunque el joven ya lleva más de un año en prisión preventiva en Chile sin enfrentar mayores inconvenientes, efectivos de Gendarmería evaluaron todas las opciones referentes a reducir los riesgos, determinando que debía ser trasladado desde la cárcel de Alto Hospicio.
Así, tras semanas de intensa revisión -comentan fuentes del organismo, encabezado por Sebastián Urra- se definió que “Satanás” debía ser internado en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Santiago, específicamente en el módulo de máxima seguridad, por ser considerado uno de los imputados más peligrosos del sistema penitenciario nacional.
Con ello, además, se activó todo un protocolo de seguridad por parte del Grupo de Traslados de Alto Riesgo (TAR) de Gendarmería. No era menor, coinciden las mismas fuentes, materializar un traslado que implicaba recorrer más de 1.800 kilómetros por tierra.
Dado lo anterior, los funcionarios que se encontraban en la Región de Tarapacá contaron con el apoyo de efectivos que viajaron desde la RM y también de carabineros del GOPE, quienes siguieron de cerca los pasos de Landaeta, para así materializar exitosamente el traslado este lunes 3 de julio.
Ocho efectivos no le quitaron los ojos de encima, le pusieron chaleco antibalas y un casco balístico, mientras sus manos y pies permanecieron con esposas en todo momento. El furgón donde viajó, además, fue seguido por otros dos vehículos.
Ya en Santiago, fue ingresado de inmediato a una celda donde permanece solo, con acceso a baño y ducha. Por razones de seguridad, sólo tiene derecho a patio dos horas al día, y donde es custodiado intensamente por los controles ahí dispuestos. No puede tener contacto, agregan conocedores de las condiciones en que permanece, con otros internos.
Quién es “Satanás”
Si bien Landaeta Garlotti comenzó su vida delictual cuando tenía menos de 18 años y es perseguido por diversos delitos en Venezuela, tras lograr escapar del penal de Aragua, huyó a Perú, país al que ingresó con una identidad falsa. Ahí se sumó a la banda de “Los Caraqueños”, célula del Tren de Aragua en ese país.
Por participar en diferentes delitos, la policía nacional comenzó a investigarlo por el robo a un centro comercial en enero de 2018. En esa ocasión Landaeta también logró escapar. Luego, en julio del 2019, fue detenido por su presunta participación en el crimen de un funcionario de la policía en Lima, además se le vincula al secuestró de una familia.
La televisión peruana asegura que el apodo de “Satanás” se lo dieron “porque en el Tren de Aragua no había otro más sanguinario que él, ni siquiera el decapitador alias ‘Catire’. Nadie como “Satanás” a la hora de matar”. Además, los medios de ese país tuvieron acceso a un perfil psicológico hecho por la policía peruana, quien lo describe como “audaz, irreverente, desafiante y oportunista; usa la intimidación para fines personales”.
Durante su “trayectoria”, Landaeta también ha mostrado en sus redes sociales el alto poder de fuego de sus armas, así como también de los delitos en los que participaban él y su banda en Perú. Incluye, además, registros de videos en los que se le ve atacando a sus víctimas.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.