El complejo debut de Galli en Interior: Se van caras claves del equipo de Ubilla
El nuevo subsecretario del Interior tuvo oficialmente hoy su primer día en el cargo. En el gobierno dicen que el diseño es que se aboque a dos tareas -orden público y agenda de proyectos para modernizar Carabineros-, mientras que el titular de la cartera priorizará su rol como jefe político.
Llegó al servicio público postulando a través de un aviso en el diario, en el año 2003, a un cargo para abogado en el equipo jurídico del Ministerio de Hacienda durante el gobierno del entonces Presidente Ricardo Lagos Escobar. Desde ahí en adelante, Juan Francisco Galli (RN, 42) se ha mantenido, con algunos recesos, en el servicio público y hoy partió formalmente en su cargo de subsecretario del Interior en reemplazo del RN Rodrigo Ubilla, quien renunció y dejó ayer el puesto.
Galli -al igual que su dupla en la cartera, el ministro Gonzalo Blumel- es considerado una "cara más amable", a diferencia de Ubilla, quien era, según afirman en el gobierno, uno de los que tenía una visión "más dura" para enfrentar el orden público durante el estallido social que se originó el 18 de octubre. De hecho, tras su salida, trascendió que hubo diferencias de criterio con el jefe de gabinete.
El nuevo subsecretario del Interior -quien previamente fue subsecretario para las Fuerzas Armadas y solo unos días subsecretario de la Segpres- también trabajó durante la primer gobierno de Sebastián Piñera en posiciones muy cercanas a Rodrigo Hinzpeter: fue asesor suyo mientras fue el titular de Interior y luego su jefe de gabinete en el Ministerio de Defensa. Tras la salida de La Moneda, recaló en Avanza Chile junto al grupo más cercano al Mandatario, donde trabajó estrechamente con Blumel. Fue parte activa, por ejemplo, de la creación del programa de gobierno: el capítulo de seguridad lo redactó con Ubilla.
El también abogado de la UC llegó hoy a primera hora a La Moneda para reunirse con parte de su equipo de prensa. Galli, afirman en Palacio, decidió mantener al equipo de Ubillla. Y, además, trajo a parte del grupo que viene trabajando con él desde el Ministerio de Defensa: su jefe de gabinete, Juan Eduardo Vega; su asesor legislativo Miguel Poblete; y el periodista Andrés Tirapegui.
Durante la mañana, el subsecretario realizó una videoconferencia con todos los intendentes y, posteriormente, encabezó una reunión con Carabineros. Ya pasado el mediodía, Blumel lo presentó oficialmente en el Salón Azul, estableciendo los ejes de su cartera.
En La Moneda afirman que los dos grandes focos para Galli -en un debut que será complejo por la crisis- serán orden público y las reformas para modernizar Carabineros. Las mismas fuentes dicen que Blumel quiere delegar en él esas tareas para poder enfocarse más en su rol de jefe político del gabinete, el que, justamente, ha sido cuestionado por la UDI.
De hecho, Galli -luego de ser presentado por Blumel- realizó, acompañado de una presentación, un pequeño balance de lo que buscará a la cabeza de la Subsecretaría, poniendo como "desafío inmediato" recuperar la situación del orden público, "la principal garantía de los derechos y libertades de las personas".
Asimismo, destacó la necesidad de profundizar en las tareas de modernización de las policías iniciadas en 2018. Y enumeró como metas para este año, entre otras materias, una nueva institucionalidad en materia de control de orden público, resguardo de los derechos en relación al uso de la fuerza y reentrenamiento de Carabineros en el uso de medios disuasivos.
En Interior dicen que a Galli le favorece haber liderado el proceso de la reforma a las Fuerzas Armadas mientras estuvo en el Ministerio de Defensa. De todas formas, advierten que el escenario no se viene fácil porque, justamente, la arista del "orden público", que es uno de los ejes prioritarios de la cartera, está siendo duramente cuestionada, entre otras razones, por el rol que está cumpliendo el intendente de la Región Metropolitana, Felipe Guevara, a quien la oposición busca acusar constitucionalmente.
En este escenario, Galli estuvo las últimas semanas en diversas reuniones con Ubilla para ir traspasando la información de cada uno de los equipos sectoriales. Su llegada, en todo caso, no ha sido fácil, porque -además de los desafíos que tendrá en medio de la crisis social- coincidió con la salida de dos personajes considerados claves en Interior. El primero es el jefe de la Unidad de Análisis de Datos de la cartera, Germán Quinteros, histórico colaborador de Ubilla, con quien también trabajó como asesor durante el primer periodo de Piñera. Aunque desde Interior dicen que su salida es una información que se manejaba hace semanas, lo cierto es que esta debilita un ámbito importante de la subsecretaría: el rol que en la práctica cumplía era el de manejo de contingencias o conflictos, por el cual recibía un sueldo bruto de $ 6.106.500.
Su reemplazante sería Cristián Barra Zambra, actual jefe de la Unidad de Gestión, Riesgo y Emergencia. Histórico operador político de RN, durante el primer gobierno de Piñera fue coordinador político de intendentes, gobernadores y seremis; y jefe del Plan Estadio Seguro. También tuvo un rol en el rescate de los 33 mineros de Atacama.
La semana pasada también renunció la asesora Valentina Egert, quien hasta la salida del ministro Andrés Chadwick trabajó como parte de su equipo más cercano como coordinando y supervisando "la gestión política, estratégica y administrativa del gabinete", según se lee en Transparencia. Luego del cambio de gabinete, Egert, quien es relacionadora pública y fue concejal por Huechuraba, se trasladó a la subsecretaría bajo el mando de Ubilla. Esta semana comenzó a trabajar en la Segpres.
En la cartera no descartan que puedan producirse otras renuncias en los próximos días.
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