Crisis política: Perú amanece con dos "Presidentes" y alta polarización
Martín Vizcarra anunció el cierre del Congreso y convocó a elecciones, que podrían concretarse en enero. El problema es que de forma paralela, la Vicepresidenta Mercedes Aráoz, fue juramentada como "Presidenta encargada".
Perú amaneció hoy con "dos Presidentes" y una sociedad altamente polarizada. Esto, después de que el jefe de Estado, Martín Vizcarra, anunció la noche del lunes la disolución del Congreso y convocó a elecciones, que podrían concretarse el 26 de enero. Sin embargo, tras esta medida, la oposición -dominada por el "fujiaprismo", es decir, fujimoristas y apristas- reaccionó suspendiendo a Vizcarra, mientras la Vicepresidenta, Mercedes Aráoz, tomó juramento en "reemplazo" del mandatario, profundizando aún más la crisis política que sufre el país. Para algunos se trató de un "golpe" de Vizcarra, mientras que otros sostienen que el gobernante actuó en derecho después de que el Legislativo le negara un voto de confianza ligado a una reforma del procedimiento de la designación de los magistrados del Tribunal Constitucional.
Anoche hubo varias imágenes que recordaron las pesadillas y los momentos más tensos de la historia reciente de Perú. Una de estas puestas en escena fue la policía intentando clausurar el Congreso, mientras un mar humano lanzaba todo tipo de descalificativos contra los congresistas, en general, sumamente mal evaluados por la ciudadanía. Pero también provocaron gran debate e impacto las fotografías de una reunión entre Vizcarra con el alto mando de las Fuerzas Armadas, que se cuadró con el Presidente. La confusión se hizo aún más notable cuando Aráoz, que junto a Vizcarra formó parte de la plataforma presidencial de Pedro Pablo Kuczynski -que renunció en marzo de 2018 debido a las mismas disputas políticas que aquejan hoy a Perú- fue juramentada por el titular del Congreso, Pedro Olaechea. "No me corro a mis responsabilidades, por más difíciles que sean las circunstancias", dijo Aráoz, ex ministra del segundo gobierno de Alan García y actual "Presidenta encargada".
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La Vicepresidenta Mercedes Araoz, que fue juramentada como "Presidenta" ante el titular del Congreso. FOTO: REUTERS[/caption]
La juramentación de "Meche" Aráoz se explica por la rivalidad que surgió con Vizcarra luego de que el jefe de Estado intentara implementar una serie de reformas políticas y anunciara el pasado 28 de julio, sin consultarla, una propuesta para adelantar en un año las elecciones, previstas para 2021. "Hay que cumplir el mandato que nos dio el pueblo", señaló la propia Aráoz en una entrevista con La Tercera publicada a mediados de agosto. Pese a que ambos formaron parte de la plataforma electoral de PPK, Vizcarra y Aráoz están ahora en caminos opuestos, con una muy particular disputa del poder. La crisis, que se arrastra desde las elecciones de 2016 -en las que Kuczynski se impuso por un puñado de votos a Keiko Fujimori- se profundizó esta vez tras el empeño de Vizcarra por querer reformar el método de elección de los miembros del TC, con los que buscaba impedir que ese alto tribumal fuera cooptado por la oposición.
"Aquí se trata de luchar contra la corrupción, los blindajes y la inmunidad, que se usa como impunidad. Detrás del pedido de transparencia para los magistrados del Tribunal Constitucional están millones de peruanos", señaló Vizcarra. Todo este revuelo ha provocado que para parte importante de la sociedad peruana, el cierre del Congreso sea visto como un "golpe", al estilo del "autogolpe" dado por Alberto Fujimori en 1992. Sin embargo, la otra mitad de los peruanos estima que Vizcarra actuó bien, en el marco de su lucha contra "los corruptos".
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Seguidores del Presidente Martin Vizcarra se manifiestan anoche frente al Congreso en Lima. FOTO: AP[/caption]
"Tenemos dos gobiernos"
"Hay incertidumbre. Tenemos aparentemente dos gobiernos. El enfrentamiento político es extremo y ganaría quien tuviera más fuerza, y ese el Ejecutivo. Por tanto, Vizcarra seguirá gobernando y se elegirán a nuevos representantes del Congreso" , afirma a La Tercera el politólogo peruano, Luis Benavente. "Lo único que podría complicar o detener la disolución del Congreso sería un pronunciamiento del Tribunal Consititucional", agregó. Para Fernando Rospigliosi, analista y ex ministro del Interior, se trata de "un golpe de Estado". "Vizcarra no tenía derecho a impedir elección del TC. Los congresistas no aceptarán, pero el gobierno tiene la fuerza y ellos no. Además la mayoría los repudia", señaló a La Tercera. Lo mismo cree el columnista peruano, Aldo Mariátegui, quien apuntó: "Ha quedado claro que Vizcarra buscaba cerrar el Congreso como sea. Y así lo ha hecho. Esto significa que Vizcarra y todos los ministros que le apoyen deben acabar necesariamente en la cárcel por golpistas".
Pero no todos piensan de esa manera. Augusto Alvarez-Rodrich, columnista del diario La República, consideró que "lo único que se le podría criticar al Presidente Martín Vizcarra por disolver el Congreso, de acuerdo con el artículo 134 de la Constitución, es haberse demorado tanto en tomar la decisión". "Y lo ocurrido en un 30 de septiembre que será histórico, lo fue por el basamento jurídico, pues el Congreso le negó la confianza al planteamiento de mejorar la forma de elegir a los miembros del TC con el fin de que los partidos tengan más dificultad para designar a personeros políticos en la máxima instancia legal del país", acotó este analista político.
¿Qué viene ahora? Esa es la pregunta del millón en Perú. Primero, el Ejecutivo está facultado para solicitar a la policía que los congresistas que se nieguen a desalojar el recinto, lo hagan. Al mismo tiempo, las elecciones deben tener lugar cuatro meses después de la disolución del Parlamento, es decir, a fines de enero. A su vez, la Comisión Permanente del Congreso debe entrar en sesión y es la única que puede quedarse en funciones de aquí a que se concreten los nuevos comicios. El gran problema es que los legisladores fujiapristas no se sienten despojados de sus cargos y estiman que tienen la potestad para continuar en sus puestos.
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Marín Vizcarra toma juramento al primer ministro, Vicente Zeballos, el lunes, tras aceptar la renuncia de Salvador del Solar. FOTO: EFE/AGENCIA ANDINA[/caption]
La Constitución peruana establece que si dentro de los cuatro meses de disuelto el Congreso no se efectúan las elecciones dentro del plazo señalado, "el Congreso disuelto se reúne de pleno derecho, recobra sus facultades, y destituye al Consejo de Ministros. Ninguno de los miembros de éste puede ser nombrado nuevamente ministro durante el resto del período presidencial". Y como si todo esto no fuera suficiente, ocurre que en su calidad de Vicepresidenta Mercedes Aráoz también es congresista, aunque como el Congreso debe dejar de funcionar, ella también debería dejar ese cargo, aunque la noche del lunes asumió como "Presidenta".
Todo esto también tiene lugar en momentos en que Perú ha sido golpeado por el escándalo de Odebrecht, que ha llevado tras las rejas o a arresto domiciliario a los ex Presidentes Alejandro Toledo, Ollanta Humala y PKK. Éstos, además de Keiko Fujimori, que cumple una pena de 36 meses de cárcel por corrupción. También Perú vivió meses atrás el impacto del suicidio de Alan García, que estaba a un paso de ser arrestado por esta misma trama.
Pese a la crisis, Lima y las principales ciudades del país amanecieron hoy en completa calma, a la espera que "los políticos" resuelvan el nuevo laberinto peruano. De hecho, aunque un grupo de congresistas rebeldes pasó la noche en el mismo Congreso, la mayoría abandonaron el edificio durante la madrugada.
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Protestas frente al Congreso, en pleno centro de Lima, FOTO: AP[/caption]
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