Cuáles son los escenarios que tiene Macron para salir de la crisis política (o profundizarla)

Emmanuel Macron en el Rijksmuseum de Ámsterdam. Foto: Reuters.
Emmanuel Macron en el Rijksmuseum de Ámsterdam. Foto: Reuters.

El presidente francés debe nombrar un nuevo gobierno, con la derecha y la izquierda amenazándose mutuamente de censura y los partidos más extremos pidiendo incluso la dimisión del mandatario.


Después de tres meses en el Hotel de Matignon, sede del Ejecutivo francés, Michel Barnier vuelve a su Savoya natal dejando en París el mismo desorden con el que llegó, y quizás más profundo. El primer ministro más efímero de la Quinta República, desde ya, aseguró que no volvería al puesto aun si lo llamasen, descartando así una de las posibilidades más remotas.

Ahora, frente a los mismos diputados y con un presupuesto a aprobarse urgentemente, el turno es de Emmanuel Macron, que tiene ante sí una serie de opciones, cada cual con sus pros y contras, para salir de la crisis política, e incluso la tarea más difícil: gobernar Francia. Ya de vuelta en París luego de su tour por Arabia Saudita, el jefe de Estado no descansa, y lo primero que hizo, un poco después de la noche de la censura, fue fustigar a “la coalición de irresponsables” que destituyó al primer ministro.

“Extrema derecha, extrema izquierda y Partido Socialista, todos juntos inventando un frente antirrepublicano, jugaron contra nuestro país”, aseguró a Franceinfo el centrista, que a pesar de sus críticas, precisamente tendrá que trabajar con estos actores si pretende un primer gobierno que llegue a la primavera (boreal).

Michel Barnier abandonando el hemiciclo luego de la moción de censura en su contra. Foto: Reuters.
Michel Barnier abandonando el hemiciclo luego de la moción de censura en su contra. Foto: Reuters.

Teniendo una Asamblea dividida en tres bloques, el futuro primer ministro arriesga una censura en cualquier momento. Luego de las elecciones legislativas, que tuvieron lugar en julio convocadas por el mismo Emmanuel Macron, las tres coaliciones quedaron con los siguientes escaños: 193 para el Nuevo Frente Popular, 168 para el bloque macronista y 142 para la Agrupación Nacional.

Ahora bien, reiniciar la Asamblea y volver a elegir a los 577 diputados no está en la mesa: la ley electoral francesa lo impide, ya que el Parlamento solo puede disolverse un año después de su última constitución. “Volver a barajar las cartas” no es una posibilidad.

Sin ser muy específico, este jueves el presidente Emmanuel Macron se dirigió a los franceses en una alocución. En su alocución, el jefe de Estado anunció que nombrará a un primer ministro “en los próximos días”, y no esta noche, como muchos esperaban. “Le encargaré de formar un gobierno de interés general, representando todas las fuerzas políticas de un arco de gobierno que puedan participar y se comprometan a no censurarlo”, indicó el jefe de Estado.

Emmanuel Macron anunció un proyecto de “ley especial” que se presentará a mediados de diciembre en el Parlamento, un día después de la censura del gobierno de Michel Barnier. “Me niego a permitir que los franceses paguen la factura de esta censura”, declaró el jefe del partido. Emmanuel Macron considera que esto permitirá “al país invertir como estaba previsto para nuestros ejércitos, nuestra justicia, nuestra aplicación de la ley, pero también para ayudar a los agricultores en dificultades (...) o apoyar a Nueva Caledonia”.

Mientras tanto, también anunció que “tomó acta” de la renuncia de Michel Barnier, que por obligación tenía que dimitir después de su moción de censura. De momento, Barnier se ocupará de los asuntos de gobierno “corrientes”, como primer ministro interino hasta que el presidente Macron nombre otro.

Posibilidad 1: nombrar un nuevo primer ministro del “espacio común”

Los nombres de Sébastien Lecornu, ministro de las Fuerzas Armadas, y François Bayrou, alto comisario de Planificación, o incluso Xavier Bertrand, presidente de la región Hauts de France, aparecen con frecuencia en las especulaciones de un nuevo primer ministro procedente de la coalición de centro y centroderecha, el “espacio común” entre el macronismo y Los Republicanos. Hay que considerar que Michel Barnier pertenecía a este último partido.

Esta opción tiene la ventaja de contentar a la Agrupación Nacional, que no se muestra opuesta, aunque advierten que un nuevo ministro de este tipo tendría que estar más atento a sus proposiciones.

Este primer ministro podría nombrarse con el apoyo del bloque de extrema derecha y el bloque central, pero también se está proponiendo otra alternativa: un “pacto de no censura”. Esto último lo mencionó el exprimer ministro Gabriel Attal, jefe del macronismo en el Parlamento, proponiendo un pacto que vaya desde Los Republicanos hasta el Partido Socialista.

Esto, para “excluir a los extremos”, aunque tal pacto de estabilidad vendría “con malicia”: si el PS se sumase a esto, estaría rompiendo su pacto de votar junto al Nuevo Frente Popular, dándoles la espalda así a ecologistas e insumisos.

El diputado y exprimer ministro Gabriel Attal, durante la moción de censura contra Michel Barnier. Foto: Reuters.
El diputado y exprimer ministro Gabriel Attal, durante la moción de censura contra Michel Barnier. Foto: Reuters.

Posibilidad 2: la renuncia de Macron

“Macron, demission, Macron, demission”. Seis años después, el canto de los chalecos amarillos vuelve a tomar fuerza, a medida que tanto insumisos como seguidores de Marine Le Pen encuentran en la salida del presidente una posibilidad de adelantar las elecciones y, bien probablemente, disputarse el Elíseo entre ambos.

Sin embargo, Emmanuel Macron ha sido claro: “Todo eso es la política-ficción. He sido elegido dos veces por el pueblo francés. Estoy muy orgulloso de ello y honraré esta confianza con toda la energía que me corresponde hasta el último segundo para ser útil al país”.

Las próximas presidenciales deberán celebrarse el año 2027, y en esa ocasión Macron no podrá representarse. De todos modos, a pesar de la negativa del mandatario, los franceses no ven con tan malos ojos su potencial renuncia. Una encuesta de Le Point y Cluster17, publicada durante esta semana, indica que un 54% de los encuestados desea ya la demisión del presidente y una elección anticipada en 2025. “Esta cifra, que sobrepasa la simple desaprobación política, traduce un rechazo profundo al Ejecutivo y un desencanto generalizado hacia las instituciones”, señala el medio francés.

Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, mirando la moción de censura en la Asamblea Nacional. Foto: Reuters.
Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, mirando la moción de censura en la Asamblea Nacional. Foto: Reuters.

Posibilidad 3: nombrar a un primer ministro propuesto por el NFP

Al menos esa es la exigencia estricta de Jean-Luc Mélenchon, que no ha cambiado de opinión desde que en julio, en medio de la victoria de su coalición, exigió hacer valer “el programa, nuestro programa y todo nuestro programa”. O sea, o Emmanuel Macron nombra como primera ministra a Lucie Castets, la candidata que el NFP había designado en julio, o los insumisos se ponen en bloque contra el nuevo primer ministro.

Este llamamiento, de verano a fin del otoño, parece haber fracasado, y los socialistas ni siquiera mencionaron esta posibilidad en su último comunicado de prensa del lunes, prefiriendo mencionar el nombramiento de un “primer ministro de izquierda”, sin nombre ni apellido.

Sobre las ganas de Emmanuel Macron, él ya descartó el verano pasado la hipótesis de trabajar para formar una coalición con la izquierda. Por su parte, Michel Barnier tampoco intentó, durante su breve estancia en Matignon, encontrar puntos en común con el NFP, prefiriendo negociar con Marine Le Pen.

Queda a ver si esta semana Macron se decide a hablar con su izquierda. La Agrupación Nacional advirtió que censuraría inmediatamente a cualquier gobierno del NFP, pero por sí solos no tienen la fuerza para que una censura así triunfe.

La última entrevista de Michel Barnier como primer ministro, en el Hotel de Matignon. Foto: Reuters.
La última entrevista de Michel Barnier como primer ministro, en el Hotel de Matignon. Foto: Reuters.

Posibilidad 4: un primer ministro de izquierda “Macron-compatible”

La hipótesis de nombrar a una personalidad de izquierda “compatible con Macron”, opuesta al LFI, ya se planteó este verano sin éxito. Una hipótesis, personificada en particular por Bernard Cazeneuve, que permitiría al presidente no trabajar con Mélenchon. A ojos de Macron, tanto él como Le Pen son la misma cosa: extremos antirrepublicanos.

El PS desearía “un gobierno de izquierda abierto a compromisos”, cuya base común se comprometería a no censurar a cambio de una renuncia al uso de otro 49.3. Pero Olivier Faure sigue oponiéndose a apoyar a Bernard Cazeneuve, quien “no apoyó a Raphaël Glucksmann en las elecciones europeas ni al NFP en las elecciones legislativas”.

Algunos socialistas, con tal de entrar en el gobierno, no ven mala la idea: el diputado Philippe Brun, por ejemplo, está en la idea de un gobierno de “centroizquierda” que pase por un acuerdo de no censura con el bloque central, haciendo compromisos. “Les recuerdo que no ganamos las elecciones, necesitamos 290 diputados para ganar las elecciones, nos faltan 100″, afirmó el diputado socialista en Franceinfo: “Entonces, por definición, los acuerdos que vamos a hacer no son acuerdos que no asuman el 100% de nuestra visión de la economía, de la sociedad o de los servicios públicos. Pero hay que salvar los muebles”.

Anne Hidalgo y el presidente del Partido Socialista, Olivier Faure. Foto: Archivo.
Anne Hidalgo y el presidente del Partido Socialista, Olivier Faure. Foto: Archivo.

Posibilidad 5: el gobierno técnico

Esta fue una hipótesis que ya se había mencionado durante los 59 días de vacilación entre las elecciones legislativas y el nombramiento de Michel Barnier, cuando todos los partidos proponían sus nombres. Emmanuel Macron intentaría nombrar un gobierno compuesto por figuras técnicas no afiliadas a partidos políticos.

Un escenario que el diputado de Agrupación Nacional Sébastien Chenu parecía apoyar en ese entonces. Queda por ver cómo estos ministros llamados “técnicos” lograrían convencer a la Asamblea de votar un presupuesto sin ser censurados en el camino.

Imposibilidad 6: la dimisión colectiva

Este escenario ya no depende de Emmanuel Macron, sino de la Asamblea Nacional en su conjunto, y solo un diputado la mencionó ayer en X: el independiente Stéphane Vojetta. “La autodisolución, o la dimisión colectiva de los 577 diputados, es una opción de desbloqueo que nadie ha mencionado hasta ahora”.

“Si no somos capaces de lograr una coalición mayoritaria para Navidad, ¿por qué no dimitir todos simultáneamente el 1 de enero, volver a enfrentar a los votantes y permitir que los franceses aclaren su elección política a partir de febrero?”, se preguntó Vojetta en la red social.

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