Daniel Gold, el cerebro detrás de la Cúpula de Hierro de Israel
Con doctorados en ingeniería electrónica y gestión empresarial, el brigadier general (R) dijo que el hecho que lo convenció de la necesidad de su país de contar con una tecnología de defensa antimisiles fue la Guerra del Golfo, cuando las fuerzas de Saddam Hussein lanzaron misiles Scud iraquíes hacia Tel Aviv.
El primer sistema de defensa antimisiles del mundo, la Cúpula de Hierro, se enfrenta a su mayor prueba. El 7 de octubre se dispararon más de 5.000 cohetes desde Gaza y, aunque el sistema desarrollado por Rafael Advanced Defense Systems e Israel Aerospace Industries interceptó la mayoría de ellos, muchos misiles alcanzaron los objetivos. Pese a ello, el Ministerio de Defensa israelí sostuvo que la Cúpula de Hierro, o “Kippat Barzel” en hebreo, minimizó las bajas.
Se trata de un sistema de misiles superficie-aire (SAM) diseñado para interceptar y destruir cohetes de corto alcance, aeronaves y otros misiles lanzados desde una distancia de 4 a 70 kilómetros.
La Cúpula de Hierro fue declarada operativa y desplegada el 27 de marzo de 2011 cerca de Beersheba, la ciudad más grande en el desierto de Negev, al sur de Israel. El 7 de abril de ese año el sistema interceptó con éxito un primer misil Grad lanzado desde la Franja de Gaza. El 10 de mayo de 2002, el diario The Jerusalem Post publicó que el sistema había derribado el 90% de los misiles lanzados hacia Israel.
Según el diario The Wall Street Journal, el fundador de la Cúpula de Hierro, el brigadier general (R) Daniel Gold, director de la Dirección de Investigación y Desarrollo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), fue un firme defensor del proyecto antimisiles, e incluso eludió las regulaciones de contratación del Ejército para asegurar su financiamiento. También ayudó a persuadir a políticos clave para que apoyaran la iniciativa. Su desarrollo costó 210 millones de dólares, indica CBS News.
Hace tres meses, la revista india The Week entrevistó a Gold, donde explicó cómo se gestó este sistema de defensa antimisiles que protege a Israel. “A finales de los años 90 reconocí el problema que los misiles y cohetes planteaban para Israel”, relató. El hecho que lo convenció por primera vez de la necesidad de que Israel contara con una tecnología de defensa antimisiles fue la Guerra del Golfo (1990-91), cuando las fuerzas de Saddam Hussein lanzaron misiles Scud iraquíes hacia Tel Aviv. “Tel Aviv estaba vacía” en ese momento, dijo en una entrevista. “Decidí que teníamos que hacer algo”.
“Fui jefe de la unidad de I+D de la Dirección de Investigación y Desarrollo de Defensa. Dirigí a mi equipo a explorar opciones para desarrollar un sistema de defensa antimisiles”, comentó a The Week. “Después de la segunda guerra de Líbano (2006), el gobierno aceptó nuestra propuesta para la Cúpula de Hierro”, agregó.
En efecto, durante la segunda guerra de Líbano, aproximadamente 4.000 cohetes disparados por la milicia de Hizbulá (la gran mayoría de los cuales eran cohetes Katyusha de corto alcance) cayeron en el norte de Israel, incluida Haifa, la tercera ciudad más grande del país. El bombardeo de cohetes mató a 44 civiles israelíes y provocó que unos 250.000 ciudadanos israelíes fueran evacuados y reubicados en otras partes de Israel, mientras que se estima que un millón de israelíes fueron confinados en refugios antiaéreos o cerca de ellos durante el conflicto, según una investigación de Uzi Rubin, del Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos.
Gold dijo a AFP que su motivación para diseñar la Cúpula de Hierro fue “salvar vidas” y “mantener la continuidad de la vida en Israel”. Incluso en tiempos de crisis, con lluvia de cohetes, comentó que quería que la gente “al menos (pudiera) ir a trabajar”.
La Fuerza Aérea de Israel aseguró que el sistema destruyó el 85% de los cohetes dirigidos hacia pueblos y ciudades israelíes durante el grave conflicto entre Israel y Hamas en 2012. Esa tasa de éxito ha aumentado: el Ministerio de Defensa de Israel dijo que la Cúpula de Hierro interceptó con éxito el 97% de todos los objetivos que combatió durante una confrontación en el verano de 2022 en la que la Yihad Islámica Palestina disparó cohetes contra Israel. “La Cúpula de Hierro ha demostrado en los últimos tiempos una impresionante tasa de éxito del 96% en frustrar ataques”, sostiene Gold.
Israel tiene al menos 10 baterías de Cúpula de Hierro en todo el país. Cada una está diseñada para defender un área poblada de 115 kilómetros cuadrados. Los interceptores cuestan hasta 100.000 dólares cada uno. Algunas estimaciones de costos son más bajas: el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional informó en 2021 que el valor de un misil interceptor fluctúa entre 40.000 y 50.000 dólares.
Según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, el 55% de los componentes del sistema se fabrican actualmente en Estados Unidos. Hasta la fecha, Washington ha proporcionado casi US$ 3.000 millones a Israel para baterías de la Cúpula de Hierro, interceptores, costos de coproducción y mantenimiento general, de acuerdo con un informe de marzo del Servicio de Investigación del Congreso. En 2021, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley que proporciona US$ 1.000 millones para el sistema de defensa, consigna CBS News.
Con doctorados en ingeniería electrónica y gestión empresarial, la fama de Gold va más allá del ámbito militar. Desde que desarrolló la Cúpula de Hierro, se retiró del Ejército y trabajó en el sector privado antes de regresar al Ministerio de Defensa como civil para dirigir su dirección de I+D. A principios de marzo de 2020, durante una reunión en la oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu, se dio cuenta de la gravedad de la amenaza del coronavirus, comentó a AFP.
El trabajo de su departamento sobre el coronavirus se centró en tres áreas: “salvar vidas”, incluida la producción nacional de ventiladores, ayudar al sistema de salud a prepararse para una cantidad abrumadora de casos y lo que denominó un “cambio de juego”.
La categoría final se enfocó en gran medida en diseñar pruebas de coronavirus que dieran resultados precisos en menos de 60 segundos, utilizando el aliento, el olfato o la inteligencia artificial. “Esperamos que, si lo logramos, cambiemos las reglas del juego en todo el mundo”, dijo Gold en julio de 2020. Con 9,3 millones de habitantes, Israel registra 12.691 fallecidos por Covid-19, según el sitio Worldometer.
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