La caída en la hegemonía del NAU: de semillero que impulsó a Jackson y Crispi al 3er. lugar en las recientes elecciones de la PUC

EL NAU termina tercero en las elecciones de la Feuc
EL NAU termina tercero en las elecciones de la Feuc

El movimiento del que surgieron el exministro Giorgio Jackson y Miguel Crispi, y que desde 2017 había liderado a la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica, quedó relegado al tercer puesto de la primera vuelta, en un proceso cuesta arriba desde antes de los sufragios, cuando, por ejemplo, se cuestionó si la candidata a presidenta cumplía con los requisitos.


Nueva Acción Universitaria (NAU), movimiento político surgido en 2008 en la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) que puso los cimientos de RD y desde donde han salido figuras políticas recientes como Miguel Crispi, Giorgio Jackson, Noam Titelman y Diego Vela, desde 2017 en adelante (con la excepción de 2020, cuando hubo mesa interina tras la suspensión de las elecciones por estallido social y pandemia) había ganado cada una de las elecciones de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc). Hasta hoy.

“En la UC los cambios sí son posibles. Así como en conjunto llevamos 16 años transformando esta universidad, ahora queremos que sea de todos nosotros; de los estudiantes, trabajadores, profesores y académicos, empapándonos de diversidad. Nuestra historia nos enseña que al discutir, compartir y trabajar juntos, logramos cambios que transforman la realidad. Aún debemos superar los desafíos que enfrentamos, en los que creemos que la diversidad y la participación son clave para una universidad más justa. “Ahora, nuestra universidad”, más que un lema, es un compromiso por hacer de esta universidad un espacio donde todos nos sintamos parte. ¡Juntos y juntas, sigamos moviendo la barrera de lo posible!”, era la truncada carta de presentación de la lista oficialista.

Y es que aunque la primera vuelta de las recientes votaciones tuvo resultados inciertos hasta el final, con algunas mesas descuadradas, lo real es que a medida que pasaban las horas los integrantes de la directiva que pretendía continuar con la hegemonía del NAU comenzaron a entender que aquello no sería posible y que ni siquiera avanzarían al balotaje que se realizará entre el 22 y 23 de octubre. Que aquello estaría destinado a la lista de izquierda Amanecer (FA, PC, PS y otros movimientos) y la lista de centroderecha Solidaridad UC.

El NAU, esta vez, quedó relegado al tercer lugar de la primera parte de la carrera eleccionaria: Amanecer (liderada por Javiera Díaz, de Ciencia Política) consiguió 27,05% de las preferencias (3.453 votos), mientras que Solidaridad UC (encabezada por Jean Paul Joublan, de Ingeniería) obtuvo 25,41% de los sufragios (3.243 votos). Detrás de ellos vino el NAU, que en esta oportunidad lideraba Moira Cortez, de Ciencia Política, con 24,4% de apoyo (3.138 votos). Cuarta terminó la lista gremial (15,15%) y quinta la centroderecha liberal Avanzar (8,2%).

A estas últimas tres listas, a su vez, las acusaron desde Amanecer de, a pesar de sus diferencias políticas, haber acordado apoyos mutuos y distribuir entre ellos espacios de representación, apuntando a la carrera por las consejerías.

El tema es que la carrera para el NAU estuvo desde un inicio compleja. Y cuestionada. Es que días antes de que se desarrollara la primera vuelta -8 y 9 de octubre- se puso en duda el estatus académico de Cortez y si cumplía con los requisitos de ser estudiante de pregrado para presentarse a la presidencia, dando paso a la total incertidumbre en el -hasta ahí- oficialismo. Su nombre no figuraba en la nómina de alumnos de pregrado, requisito que exigen los estatutos de la Feuc. Tampoco estaba en el padrón habilitado para votar. En cambio, se dijo en un inicio que ella cursaba posgrado, dado que realiza el magíster de Ciencia Política.

Eso desvió la atención del NAU, que tuvo que salir al paso de los cuestionamientos y dedicarle tiempo a la habilitación de su candidata, lo que ocurrió luego de conseguir documentos que la acreditaban como estudiante de pregrado. El Tricel recién terminó validando la candidatura a casi 72 horas del inicio de los comicios.

El NAU, además, apoyó la -cuestionada por alumnos- decisión del Tricel: al igual que el año pasado el tribunal validó la primera vuelta pese a no haber llegado al 50% del quorum requerido por estatutos. El tribunal resolvió que para esto se considerará todo el proceso, incluyendo la segunda vuelta, por lo que en el balotaje deben votar 490 estudiantes que no hayan sufragado en la primera vuelta para validar las elecciones, que en su primera etapa tuvo 48,3% de participación.

“No haber pasado a segunda vuelta en esta ocasión no significa que vamos a bajar la intensidad de nuestro trabajo, sino que todo lo contrario. Esto es una oportunidad para fortalecer la construcción de la centroizquierda que representa el Nau en la UC y que traspasa nuestros campus al resto del país. Hoy, asumimos la derrota con autocrítica tras haber estado siete años seguidos en la Federación y cuatro en la Consejería Superior”, dice Catalina Jofré, actual presidenta de la Feuc, quien agrega que “la democracia universitaria decidió confiar en el proyecto de izquierda Amanecer, y en el derecha Solidaridad, y confiamos en que el proceso liderado por el Tricel cumpla los estándares que implica una elección tan importante como esta”. Y cierra: “Las transformaciones que el Nau ha impulsado en la UC no se detendrán porque ya no tenemos los dos espacios más importantes de representación estudiantil. Nos tendremos que acomodar, sí, porque nuestros esfuerzos ya no estarán en la FEUC y en la Consejería Superior, pero el cariño y las ganas de trabajar por la construcción de una universidad más democrática pesa mucho más que los cargos a los que podemos ostentar”.

En una línea similar, Maite Estay, presidenta Feuc del NAU en 2022, señala: “La Nueva Acción Universitaria tiene ahora más que nunca la responsabilidad de construir desde abajo, desde donde nacen las demandas estudiantiles más legítimas para alzar banderas de lucha. Estoy segura que van a demostrar con trabajo y unidad, que el cambio lo hacemos con y desde las bases estudiantiles, con la fuerza que siempre ha caracterizado a nuestro movimiento”.

Mientras, Sabina Orellana, timonel de la federación en 2023, asegura que “el NAU es un movimiento único en Chile que nace y existe desde la autonomía estudiantil, por lo mismo la derrota que vivió para estas elecciones es una oportunidad para reconstruir centro izquierda y también para que el movimiento ponga sus esfuerzos en otros espacios distintos a la Feuc y la Consejería Superior. Los estudiantes hablaron, hay que confiar en la democracia y que el Tricel lleve bien el proceso”.

Y si bien hasta el cierre de esta edición el NAU no se ha referido oficialmente al proceso, en sus redes sociales la propia Cortez expuso: “En 2023 este lindo movimiento me abrió las puertas para soñar y construir una mejor universidad, y entré con la idea de poder hacer cosas por ella. No obstante, me encontré con un grupo de personas que me cambiaron la vida por completo. Un grupo humano que me demostró que el cariño por la universidad es el motor transformador de nuestra casa de estudios, un grupo humano que me enseñó que no todo está mal, pero que todavía hay cosas por las cuales vale la pena luchar, y un grupo humano que me acogió, protegió y quiso con todo su corazón”.

Y sumó: “Me siento intensamente orgullosa de que me hayan escogido para liderar esta maravillosa lista Feuc y movimiento. Y hoy, más que nunca, reafirmo mi amor por la nueva acción. Gracias por enseñarme que desde la colectividad podemos seguir corriendo la barrera de lo posible. Gracias por demostrarme que con corazón se pueden hacer grandes cambios. Gracias, simplemente, por existir. Afortunada de ser parte de este movimiento, afortunada de construir en conjunto una universidad mejor y afortunada de tenerles. Hoy el sueño está más vivo que nunca”.

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