De “sheriff” a imputado por violación: ¿Qué pasó en la formalización de Manuel Monsalve?

Cuatro minutos tardó el fiscal regional Metropolitano Centro Norte, Xavier Armendáriz, en leer los antecedentes contenidos en la minuta de formalización en contra del ex subsecretario del Interior Manuel Monsalve, quien fue detenido la jornada del jueves 14 de noviembre por efectivos de la PDI mientras se encontraba en su domicilio en Viña del Mar.

El exjefe civil de las policías, y considerado un “sheriff” a cargo de la seguridad, había hecho ingreso a la Sala 103 de la Torre C del Centro de Justicia a las 9.11 horas, tras pasar la noche en dependencias de la policía civil en Ñuñoa. Entró esposado de manos y escoltado por funcionarios del Equipo de Traslado de Alto Riesgo (TAR) de Gendarmería. Sólo interactuó con sus tres abogados -María Inés Horvitz, Lino Disi y Cristián Arias-, y tras la presentación de una serie de incidentes, escuchó atento la imputación de cargos y tomó algunas notas.

En el documento de dos carillas elaborado por el Ministerio Público se detallaban dos hechos constitutivos de delitos que se encuentran -de acuerdo con la interpretación realizada por los fiscales que lideran las pesquisas- acreditados, en grado de consumados y donde el otrora militante socialista asoma como autor: violación y abuso sexual.

Ambos ilícitos, como aseguró de forma enfática el persecutor que indaga al médico cirujano desde el 14 de octubre -cuando la mujer que lo acusa estampó la denuncia en su contra-, ocurrieron luego de que la víctima y el imputado compartieran en un restaurante ubicado en el centro de la capital, la tarde-noche del domingo 22 de septiembre, y bebieran varias bebidas alcohólicas.

Así, Armendáriz subrayó que Monsalve, valiéndose de que la víctima estaba bajo los efectos del alcohol, habría perpetrado ambos ataques.

La denunciante, detalló el fiscal, “fue conducida por el imputado a la habitación 719 del Hotel Panamericano (donde la exautoridad residía cuando se encontraba en la capital), donde la accedió carnalmente, valiéndose de que estaba incapacitada por el alto consumo del alcohol”.

Asimismo, el investigador agregó que durante la mañana del 23 de septiembre, en una hora que no ha sido determinada, la denunciante despertó en la cama del imputado, con dolor, desorientada y sin poder recordar lo que había sucedido. En ese momento, según indicó, Monsalve se habría subido encima de ella, “valiéndose de que estaba incapacitada para oponer resistencia”, y realizó actos de connotación sexual que fueron calificados como un abuso.

Si bien el juez Mario Cayul, del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, autorizó que sólo la parte inicial de la audiencia y la imputación de los cargos se realizara de manera pública, tras ello, tanto Armendáriz como el fiscal Francisco Jacir expusieron la serie de antecedentes reunidos en el marco de las pesquisas.

Expusieron gran parte de los testimonios recabados durante los 31 días que van de diligencias, peritajes, videos y pruebas realizadas a elementos incautados. Rol fundamental tendría el testimonio del taxista que los trasladó desde el restaurante hasta el hotel y también imágenes captadas por cámaras de seguridad el día de los hechos denunciados.

Todo ello, como detalló a la salida de la audiencia el propio Jacir, les había permitido llegar a la conclusión de que tanto la violación como el abuso sexual habían sido perpetrados por Monsalve en calidad de autor. Por lo mismo, dada la gravedad de ambos ilícitos, la pena asociada a los mismos y a que habría riesgo de fuga, solicitaron que este permaneciera en prisión preventiva.

Eso sí, en atención a que la defensa del otrora militante socialista alegó que no ha podido tener acceso a todos los antecedentes recabados ni tiempo necesario para hacer una adecuada revisión de los que sí tienen en su poder, el magistrado accedió a suspender la formalización hasta la mañana del martes 19 de noviembre. En el intertanto, los abogados podrán preparar su contraargumentación y, además, durante la mañana del lunes podrán acceder a los 172 videos recabados por el Ministerio Público y que serían piezas clave en la indagatoria.

Durante el periodo de suspensión, como se indicó, Monsalve permanecerá privado de libertad en calidad de detenido en dependencias de la Policía de Investigaciones.

Al inicio de la audiencia, la defensa de la exautoridad de gobierno presentó una serie de incidentes con miras a que la audiencia se suspendiera. Alegaron la ilegalidad de la detención, la competencia del tribunal y, entre otras cosas, como se mencionó, que tuvieron menos de 24 horas para revisar la carpeta investigativa.

Y fue en medio de esas intervenciones que relució una clara tensión entre la abogada Horvitz y el fiscal Armendáriz.

En el momento en que el equipo de Monsalve planteó que no era necesaria su detención, ya que insistieron en que el imputado siempre estuvo disponible para que se le citara a una audiencia de formalización, la penalista recalcó que eso lo habían conversado en varias oportunidades con los persecutores.

Horvitz planteó que personalmente les indicó a los fiscales, “en forma muy vehemente, que teníamos toda la disponibilidad para poner a disposición del tribunal al señor Monsalve cuando ellos dijeran, cuando ellos quisieran. Y todas las veces me preocupé de este punto, porque justamente no quería que se argumentara el 127, es decir, que fuera conducido sin previa citación”. Y añadió: “Me gustaría escuchar a mis queridos colegas fiscales que digan qué no hicimos en esta causa para tratar de colaborar. ¿Qué no hicimos?”.

Ante ello, el persecutor regional respondió claro. “Su señoría, este fiscal jamás ha discutido en estrado, ni comentado en estrado las reuniones que se tienen en privado. Encuentro que es una práctica pésima (...), porque evidentemente que en las reuniones se habla a un nivel, a un tono, a una profundidad y a veces a una familiaridad que no es propia de un debate ni puede ser reproducido acá. Lo que sí vamos a rechazar es haber infringido alguna suerte de acuerdo”, lanzó.

Y la tensión se replicó cuando discutieron lo referente al acceso a los antecedentes, instancia en que el persecutor recalcó que es una facultad de la entidad el decretar la reserva de ciertos documentos o insumos.

Pero aunque a ratos el ambiente se vio tensionado, Monsalve se mantuvo prácticamente toda la audiencia con un ímpetu de tranquilidad.

El imputado escuchó los incidentes planteados por su defensa de manera atenta, tranquilo, con las manos cruzadas a la altura de la boca. Esa pasividad era solo interrumpida a ratos para mirar a su alrededor y llenar su vaso plástico con agua. Fue en esos momentos donde esbozó una leve sonrisa, que fue registrada por las cámaras.

En el momento de la imputación de los cargos, tomó un lápiz pasta azul y un cuaderno para tomar apuntes. Lo hizo de manera ordenada, dividiendo los hechos en títulos, esquemas y trazando líneas. Puso mayor atención cuando el persecutor se refirió a la ida al Hotel Panamericano, durante la noche del 22 de septiembre, donde se produjo el primer hecho denunciado. Hizo lo mismo cuando el investigador se pronunció respecto al hecho de abuso sexual, ocurrido al día siguiente.

Posterior al relato del fiscal, el juez consultó si la defensa tenía algún reparo con los hechos expuestos. La respuesta de los tres abogados fue negativa. También le consultaron a Monsalve, quien respondió con un ligero movimiento de cabeza en señal de que no tenía nada que decir.

En el momento en que fue consultado directamente por el magistrado Cayul sobre si había entendido todo lo ocurrido y las razones por las cuales seguirá en detención bajo resguardo de detectives, fue la única vez durante la cita en que tomó la palabra y asintió.

“Sí, magistrado, estoy totalmente consciente”, respondió luego de haber sido advertido por su abogado respecto de que se había pedido la suspensión a efecto de revisar todos los antecedentes.