Denunciantes de otros abusos jesuitas toman distancia del Informe del Caso Poblete

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Foto: Agencia UNO

Daniel Palacios, una de las personas que acusó al sacerdote Jaime Guzmán Astaburuaga, plantea que "es extraño que durante más de 40 años él (Poblete) abusara de manera sistemática y nadie supiera nada". Helmut Kramer, vocero de las víctimas del presbítero Leonel Ibacache, valoró la indagatoria, pero también cuestiona que no se profundizara en el tema de un eventual encubrimiento.


"Esperábamos que viniera un informe así de impactante. Esto nos hace pensar en las víctimas y los menores vulnerables que sufrieron de manera brutal. No obstante, hay que leerlo con detención, porque es un documento que en una primera instancia parece un avance muy positivo, pero con el cual tenemos una diferencia: señala que no hay encubrimiento".

La opinión corresponde a Daniel Palacios, denunciante de otro bullado caso de abusos dentro de la Compañía de Jesús, y se refiere concretamente a la investigación realizada respecto del sacerdote Renato Poblete, que ayer dio a conocer la congregación.

Palacios es una de las personas que denunció ser víctima del sacerdote jesuita Jaime Guzmán Astaburuaga. El reciente 19 de julio, de hecho, la congregación informó que, tras un proceso eclesiástico, aquel presbítero fue expulsado de sus filas.

"Todos los antecedentes del proceso administrativo penal han sido enviados a la Congregación para la Doctrina de la Fe", añadió la nota oficial de los jesuitas sobre Jaime Guzmán.

Para el caso del fallecido Renato Poblete y la indagatoria en su contra, Palacios presenta sus aprensiones. "Es extraño que durante más de 40 años él abusara de manera sistemática y nadie supiera nada", indicó, subrayando que "nos parece liviano decir que acá no hubo encubrimiento".

Sobre este mismo tema, el denunciante plantea que "nosotros hicimos una denuncia con las prácticas de encubrimiento". A su juicio, de ahora en adelante, "las víctimas puedan acercarse a la Justicia. Es importante la verdad y justicia".

Agrega que "también hay que poner las cosas en contexto. Hace un año no se tenía nada. Todo el avance que hemos visto, y que es positivo, no es gratuito. La Compañía de Jesús no se preguntó por Poblete. Fue Marcela Aranda quien tuvo la valentía de ir a la Comisión Scicluna y los obligó a investigar".

El caso Ibacache

Helmut Kramer es una de las víctimas del jesuita Leonel Ibacache, sacerdote que trabajó en el colegio que la congregación tiene en Antofagasta. La Compañía anunció la semana pasada el cierre proceso administrativo penal en su contra, en el cual se recopilaron cinco casos y se determinó su dimisión del estado clerical y expulsión de la organización religiosa.

Para el denunciante, el informe presentado ayer refleja "un intento de la congregación de dar un primer paso, que tiene que ver con la verdad de lo sucedido en los casos de abuso, un reconocimiento de las denuncias de estas 22 mujeres".

Sin embargo, tampoco lo deja satisfecho la negación de encubrimiento. "Ellos no lograron establecer encubrimiento en las denuncias de Poblete, pero también reconocen que Marcela Aranda lo conversó con Juan Ochagavía y que él lo conversa con el provincial de turno. Eso no se llama negligencia, se llama encubrimiento. Nos parece grave, porque lo que se busca con esto es quitar toda culpa a la congregación con respecto a estas denuncias".

Kramer también es crítico respecto de que en la declaración de Cristián del Campo ayer se mencionan a las víctimas de Jaime Guzmán y Leonel Ibacache, pero se omiten a otros miembros de la Compañía de Jesús que han recibido denuncias de abusos. "No hay un reconocimiento aún por parte de la congregación de las víctimas de Eugenio Valenzuela y de Juan Miguel Leturia", advierte.

"Lamentablemente, sentimos que aún se está centrando todo en ellos (Ibacache, Guzmán y Poblete). Hay una serie de otros casos que la congregación no ha cerrado o los cerró de mala manera", dice.

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