¿Disidencia PS fragmentada? Cena con nueva mesa genera diferencias en el sector

Durante el primer almuerzo de bancada desde que asumió la nueva directiva, que se realizó el pasado martes, los diputados del Partido Socialista acordaron el día para reunirse con la administración partidista. Así, el miércoles 17 de julio se sentarán en la misma mesa los legisladores de la disidencia y el timonel Álvaro Elizalde, el secretario general Andrés Santander y los actuales vicepresidentes, quienes protagonizaron una serie de críticas cruzada durante los dos últimos meses.

Pero la disidencia, no actuará como bloque.

Si bien quien mencionó primero la idea de un encuentro fue el diputado Leonardo Soto, el que tomó la iniciativa de coordinar con la mesa fue el propio Manuel Monsalve, jefe de bancada y uno de los voceros de la disidencia, y fue él quien llamó el lunes pasado a Santander para fijar la fecha.

Pese a eso, hay legisladores que pusieron en duda su participación. La propia Maya Fernández –que lideró la lista opositora a Elizalde- aún no decide si asistir al encuentro, lo que dependería, según ha transmitido, de una coordinación de su propia agenda. Juan Luis Castro, tampoco ha tomado una decisión al respecto.

Por su parte el diputado y apoderado de la lista disidente, Marcelo Díaz, ya decidió no presentarse en la cena del miércoles. En tanto, Marcelo Schilling, asegura que "siempre y cuando haya derecho a la palabra, yo asistiré".

En el almuerzo de los diputados el martes, reconocen fuentes presentes en el encuentro, se discutió los últimos acontecimientos que rodearon al partido y se dio un debate con "mucha tensión" y a "ratos ásperos". Fue en ese espacio donde Fernández bajó el tono de sus críticas y aclaró dichos de prensa que había molestado a algunos de sus pares. Monsalve, dicen las mismas fuentes, tuvo un rol conciliador y aclaró que no será un vocero de una disidencia, que actúe como un poder paralelo a la mesa, pese a haber desempeñado esa tarea durante las elecciones internas.

Además de lo anterior, ya empiezan a notarse ciertos quiebres en la disidencia. El primero en marcar una postura crítica fue el exdiputado Osvaldo Andrade, quien además fue uno de los militantes que se quedó en el Comité Central del pasado 6 de julio en contraposición a la salida masiva la lista perdedora. Schilling, también tomó distancia de la construcción del "movimiento" interno que quieren formar quienes se cuadraron con Fernández. Si bien aún apoya este sector, del cual fue uno de los principales impulsores, reconoce que no ha participado de forma activa en las conversaciones del sector durante las últimas semanas

A su vez, desde el oficialismo socialista sostienen que la disidencia fue muy activa, pero que tienen claridad que en ese grupo hay "una ausencia de un proyecto colectivo de ese sector" y que existen al interior visiones contrapuestas, visiones ideológicas distintas, y proyectos individuales.