¿Dónde apunta Allamand (esta vez)? Por qué critica a Blumel, justo en esta delicada semana
Marcela Cubillos, su esposa, dejó el gabinete el viernes. Ayer el RN cuestionó en público al ministro del Interior por su manejo del orden público, que ya se lo había dicho a él y al Presidente varias veces. Insiste en que lo apoya pero que debe "encabezar un giro" en ese ítem que tanto le demanda a Piñera su flanco derecho.
Tres días. Unas setenta y dos horas pasaron desde que Marcela Cubillos dejara Educación, para que su marido las emprendiera ayer contra el ministro del Interior enrostrándole ser el “responsable político del orden público” y que en el sector están “disconformes” con su manejo.
Lo había criticado puertas adentro varias veces pero ahora subió un cambio. No podía hacerlo con su esposa aún en el gabinete -y eso lo sabe-, pero así como esa hay varias razones y teorías de por qué lo hace precisamente ahora, al despuntar un marzo crítico y vital para el futuro político de Gonzalo Blumel. Evópoli, el partido del joven número dos del Presidente, tiene una lista de motivos, y Andrés Allamand también.
Como sea, es otro flanco más que el jefe del gabinete enfrenta esta semana. Y refleja también el estrecho corredor que tiene para moverse. Por un lado, está el duro reclamo del público de derecha al gobierno de aplicar mano blanda -desde su perspectiva- contra la violencia. De los llamados y mensajes por teléfono ya se pasó a reclamos públicos como el de la alcaldesa de Viña del Mar ante los desmanes que rodearon el Festival, y lo de Allamand, leen algunos en el sector, asienta esa queja. Pero por otro está el cerco por el flanco izquierdo, que alimenta la pretensión de RD de acusar constitucionalmente a Blumel por mantener a Mario Rozas al mando de Carabineros.
Y todavía queda algo menos de dos meses para el plebiscito, el que la administración Piñera debe garantizar que se realice sí o sí.
Justamente en ese contexto fue que el nombre del senador y veterano de tantas batallas de la derecha salió en la cumbre que el mandatario tuvo con los líderes de la UDI, RN y Evópoli anoche en su casa. Dos asistentes dicen que allí se advirtió nuevamente que la tensión en el oficialismo puede aumentar a medida que se acerque el referéndum si persisten visiones distintas, que han de cuidar la consabida “unidad” y que Allamand sería un caso en que esto no ocurre. Pero tampoco, agregan las mismas versiones, “se hizo un tema en torno suyo”.
Hay casi tantos argumentos y tesis del por qué este round como de dirigentes involucrados. Además del factor Cubillos (en el equipo del senador no niegan que era impracticable emplazar a Blumel con ella como ministra), unos agregan que también incide en algún grado su amistad de años con Andrés Chadwick, cuyos íntimos -y la UDI- culpó en su momento al exministro Segpres de dejarlo solo al inicio de la acusación constitucional que perdió el año pasado en el Congreso.
En Evópoli, el partido del ministro del Interior, creen que las críticas de Allamand son otro paso más en su intento de ser el líder del bando del “rechazo”, antes de que le gane la mano Jacqueline van Rysselberghe (jefa de la UDI) o José Antonio Kast (ahora declarado opositor a Piñera), y habida cuenta que Joaquín Lavín le ha dejado esa banda libre mientras siga inclinado por el “apruebo”. Algunos allá leen incluso que el senador RN (quien comenzó a favor del “apruebo” antes de cambiarse de ejército) estaría sacando el ábaco y tratando de captar una buena tajada del apoyo perdido por Piñera en estos cuatro meses: que si pesa ahora 6%, pues quedan cerca de 30 puntos de diferencia si se toma en cuenta la votación parlamentaria en la última elección de diputados.
¿Les pesa, les molesta o les hiere que le haya disparado a Blumel? Dicen en Evópoli que hubo algo de intención al hacerlo justo esta semana, con todos los frentes ya descritos. Pero lo curioso es que no están contraatacando de vuelta. No al menos con la misma energía con que salieron a defenderlo a fines del año pasado, cuando la UDI lo culpaba de lo de Chadwick. Veamos.
“Cuando el país exige que saquemos lo mejor de nosotros, algunos buscan obtener pequeñas ventajas políticas” es lo que ha dicho hasta ahora el jefe de Evópoli, Hernán Larraín Matte. Lo dijo en un breve tweet ayer en el que adjuntó la portada de La Segunda de ayer en que “Allamand desafía a Blumel” y una nota de La Tercera de hoy que relata la intención de RD de acusarlo.
Ni Blumel ni Larraín Matte están hablando con Allamand por estos días. Sí lo hace el diputado Luciano Cruz-Coke, quien al igual que el RN está por el “rechazo”. Según él, “Andrés erra el blanco. Precisamente, sus críticas aparecen en un día en que suponía que la violencia se iba a tomar el país completamente y pudimos tener un inicio de marzo bastante más tranquilo de lo que se esperaba. Es evidente que hay una concentración importante en el Ministerio del Interior en tratar de mantener el orden público. Se ha ido reformando a Carabineros, se pudo sacar adelante los festivales veraniegos, todo ha ido saliendo adelante: la entrada al trabajo, a clases, y las distintas manifestaciones que no cesan en todo el país, permitiendo que las cosas puedan funcionar".
Sigue: "Que va a haber que hacer mejoras en materia de seguridad, por supuesto. Y el gobierno tiene un plan para a salir adelante con eso. Ese plan está en las manos de Gonzalo Blumel, ya ha sido bastante exitoso”.
Allamand: “Hablaré hoy con Blumel”
Hasta ahí la defensa a Blumel. ¿Qué dice Allamand, el aludido? Tiene todo un punto y más que decir del ministro. Reconoce que “yo no he hablado con Blumel en las últimas semanas. Lo haré hoy. Pero todos estamos temas ya se han tratado muchas veces en el comité político, y en mi caso, en forma bilateral". Y de sus motivaciones políticas que comentan en el Evópoli, replica que son “especulaciones sin fundamento, Vuelvo a insistir: quiero que Blumel encabece el giro que el gobierno debe dar en materia de orden público”.
Aclara que esto no es personal ni sin cuartel: “Blumel cuenta con todo el respaldo de ChileVamos y de mi apoyo personal para sacar adelante la difícil tarea de restaurar el orden público, pero para lograrlo hay que dar un giro que él tiene que encabezar".
¿De qué giro habla exactamente? Pues lo pautea acá: "Respaldar con más fuerza a Carabineros, que se siente desamparado como ha señalado el propio Mario Desbordes. Dos: dotarlo de una vez por todas del equipamiento que necesita para cumplir su tarea, con el que hoy no cuenta. Hace dos años que vengo proponiendo que todo el personal policial que salga a la calle lo debe hacer con cámaras de alta tecnología, ya que ello contribuye a su transparencia y permite terminar con el mito de que Carabineros viola sistemáticamente los derecho humanos”.
¿Más tareas para Blumel? Claro. “Tercero: aplicar la nueva legislación y antisaqueos: sería gravísimo que estas nuevas facultades quedaran en letra muerta por inacción. Las barricadas antes eran virtualmente impunes y hoy tiene una adecuada sanción penal, por lo tanto no hay más excusas”.
Sigue: “El ministro y el subsecretario del Interior deben estar ‘encima’ y monitoreando la acción policial, tanto en su fase preventiva como reactiva, en todos los eventos de alta complejidad. Tal presencia se echó de menos el primer día del Festival, pero luego se reaccionó y el manejo en los días fue mejor”.
¿Blumel? Sus cercanos insisten en que está demasiado ocupado con todas las urgencias que encara esta semana y este mes como para priorizar este flanco con Allamand.
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