La receta de los analistas políticos a Sebastián Piñera tras llegar a un mínimo histórico de aprobación (10%)

Sebastián Piñera

Expertos consultados por La Tercera PM coinciden en que es difícil que el Mandatario revierta las bajas cifras en el corto plazo, por lo que las acciones deben ser tendientes a evitar caer aún más. Para ello, proponen líneas de acción. "Convocar a un gran proceso de concertación social", ser "contraintuitivo" y dar una "señal más contundente" en materia de DD.HH son algunas de ellas.


Apenas un día después de su cumpleaños 70, y en medio de la crisis social que estalló en Chile el pasado 18 de octubre, este lunes se conoció que la aprobación del Presidente Sebastián Piñera cayó a su mínimo histórico con apenas un 10% de apoyo. Los números de la Cadem llegaron como un "regalo" ingrato para el Mandatario y son, a juicio de analistas políticos consultados por La Tercera PM, difíciles aún revertir.

"Las demandas están claras. Creo que el enojo es difícil que se revierta en el corto plazo", expresa Gonzalo Müller, director del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo.

"En cualquier caso, creo que es importante asumir que la profundidad de la crisis no permitirá más que aspirar a evitar la caída. No veo posible que exista una recuperación demasiado importante", sostiene Gloria de la Fuente, directora de la Fundación Chile 21.

En ese caso, entonces: ¿cómo o qué debería hacer el Presidente para que su aprobación no llegue a un dígito? "Primero, tomar conciencia que está enfrentando una molestia creciente ya no solo desde la oposición sino de personas que votaron por él", asegura Müller. "Lo importante es avanzar en las reformas sociales y de manera urgente recuperar el orden público y La Paz social", añade.

Para De La Fuente, hay dos líneas de acción: "Orden público y derechos humanos". Sobre la primera, "creo que uno de los problemas relevantes es la sensación de que no es posible garantizar el orden público y que en cualquier momento esto puede desbordarse. Acá lo clave es dar una señal más clara de cómo esto se hará y para ello se requieren acuerdos transversales que no se han logrado, dado que los anuncios hechos no logran abordar la profundidad del problema".

"En materia de derechos humanos -agrega De La Fuente- la señal debiera ser más contundente. Verdad, justicia y reparación. Ponerse al lado de la víctimas, señalar con claridad que no hay una política de Estado que busque vulnerar derechos fundamentales y perseguir con rigor a los culpables. Me parece que estos son dos elementos clave para garantizar un pilar fundamental del Estado de derecho que es un pilar de la democracia".

Por su parte, Marco Moreno, analista de la Universidad Central, afirma que "no basta con la agenda social del gobierno, no es suficiente. ¿Que tendría que hacer el Presidente?: ser contraintuitivo. Nada de lo que está haciendo hasta ahora, que es refugiarse en el tema de seguridad. Una acción distinta a lo que pensamos de él y convocar a un gran proceso de concertación social, donde estén: actores sociales, empresarios, partidos, gobierno para buscar acuerdos".

"El Presidente sigue muy cerrado entre sus asesores, que le insisten en una 'estrategia de campaña' en que le hablas a los tuyos. El Presidente se concentra en el tema de orden público, le habla a su electorado duro. Pero las encuestas muestran que esa base electoral la ha ido perdiendo", añade.

En cuanto a la posibilidad de que Piñera baje de perfil y delegue funciones a los ministros, De La Fuente asevera que "creo que en momentos difíciles, el rol presidencial es fundamental. Ahora, también hay tareas sectoriales donde los ministros de Estado debieran tener más presencia. Ignacio Briones (ministro de Hacienda) es un buen ejemplo respecto al liderazgo indiscutible que ha tenido en los temas de su cartera".

"¿Salir de escena? Sería recomendable (que Piñera bajara su perfil) siempre y cuando sus ministros estén empoderados y tengan mandatos. Sale él de la escena pero igual sus ministros no tienen un diseño, como (Gonzalo) Blumel, para tomar decisiones y actuar. Uno no los ve empoderados. Eso es porque el Presidente sigue tomando decisiones. Además, la opinión pública -cuando él desaparece- se preguntan dónde está".

Legitimidad

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"No hay que confundir la baja aprobación por las críticas a su gestión con la legitimidad que le da ser un Presidente elegido democráticamente por una amplia mayoría", sentencia Müller.

Para Moreno, son dos las variables que se deben conjugar: "Eficacia gubernamental y legitimidad social".

"Cuando afectas a esas dos variables claves, estás en una crisis de gobernabilidad. Él fue electo y es legítimo, pero la legitimidad se pierde en el ejercicio de poder. Él está perdiendo legitimidad. No está pudiendo llevar políticas y medidas adelante, tampoco las medidas que implemente, (que) no están siendo vistas como legítimas por la ciudadanía", enfatiza el académico de la Universidad Central.

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