El año de Mayne-Nicholls en Colo Colo: El blanco y negro del golpe de Mosa en el directorio

Harold

Mañana se cumplen 12 meses desde la llegada del extimonel de la ANFP, un período en el que se ha visto envuelto en más de alguna polémica y en el que la institución se encuentra en una de las peores crisis del último tiempo.


El 29 de abril del año pasado, Aníbal Mosa recuperaba la cabeza de Blanco y Negro, y lo hacía dando un golpe maestro al convencer a Harold Mayne-Nicholls para que lo acompañara como vicepresidente ejecutivo del club. La jugada no dejaba de envolver simbolismos, ya que el extimonel de la ANFP se hacía parte de una mesa que hasta ese momento había encabezado Gabriel Ruiz Tagle, el mismo con el que años antes entró en una profunda pugna por la repartición de los dineros del CDF y que a la postre le terminó costando la salida de Quilín.

Era una verdadera incógnita cómo funcionaría la nueva dupla. Por un lado, un presidente pasional, como el comerciante de origen sirio, y por el otro, un estilo racional y hasta pragmático, como el del exfuncionario FIFA. El primer golpe para el nuevo directorio llegó al día siguiente, cuando Colo Colo quedó eliminado de la Copa Sudamericana ante Universidad Católica de Ecuador, abortando la posibilidad de incrementar las arcas de la concesionaria.

La llegada de Harold hizo ruido en el bloque de Leonidas Vial y Ruiz Tagle por las funciones y el sueldo que Mosa le prometió al periodista. Carlos Cortés fue el primero en levantar la voz al señalar que los roles se sobreponían a los del gerente deportivo Marcelo Espina y a los del gerente general Alejandro Paul, lo que llevó a crear una comisión que acotó sus labores y, de paso, su salario. Así pasó de los prometidos $ 17.000.000 iniciales a $ 8.000.000, cifra que actualmente bordea los $ 3.200.000, por el controvertido ajuste salarial que aplicó la concesionaria para hacer frente a la crisis por el Covid-19. El único voto en contra en la mentada comisión fue el de Ángel Maulén.

Un par de semanas después de que se aprobara su cargo de vicepresidente ejecutivo, Mayne-Nicholls arremetió contra el bloque de Vial y Ruiz Tagle al asegurar que recibieron el club con millonarias pérdidas. “No soy bueno para los números, pero sé sumar y restar. La situación es que recibimos Colo Colo con 1.000 millones de pérdida o utilidad negativa, no lo podía creer”, reconoció en una entrevista con La Tercera, palabras que él mismo se ha encargado de reflotar en los últimos días para explicar, en parte, la crisis económica que atraviesa la entidad. Sus citas, sin embargo, fueron refutadas por Alfredo Stöhwing, miembro del actual directorio, quien también participó de la mesa de Ruiz Tagle. “La confusión de Harold es grave (...) Tengo aquí a la vista los resultados anuales auditados y aprobados por el directorio y la junta de accionistas, los balances de los últimos años, que indican que el año 2015, Colo Colo perdió 2.027 millones de pesos; en 2016, perdió 1.193 millones; y en 2017, 2 .993 millones. Es decir, durante esos tres años se perdieron alrededor de 6.300 millones de pesos. En 2018, en cambio, se ganaron 4.233 millones de pesos", dijo Stohwing.

En ese mismo diálogo también expresó cuáles eran sus objetivos: "Son tres pilares en el marco del Proyecto Centenario: el fútbol joven, donde incluyo el fútbol femenino; infraestructura, donde hay que ver cómo modernizamos el estadio. Me gusta hacer proyectos en los que queden huellas en el tiempo. No me gustan los fuegos artificiales, porque los aplaudes y pasaron. Y, en tercer lugar, generar una fuerza administrativa para que el club sea referencia en Sudamérica”.

De esos ejes, el más llamativo fue el relacionado con la remodelación del Monumental. Un nuevo estadio para 60 mil espectadores fue anunciado el día del aniversario número 30 de la reinauguración del recinto de Macul, con un valor estimado de US$ 60 millones. Incluso, fue presentada la arquitecta Claudia Silva (quien trabajó con él en la ANFP) como cabeza del ambicioso proyecto inspirado en reductos europeos. Ahí el dirigente entró en una polémica con el Club Social, luego de que estos se opusieran a la idea de alargar la concesión de Blanco y Negro, bajo el argumento de tener un proyecto estable para atraer a los auspiciadores. Por esa razón apeló a los socios de la entidad, lo que generó un impasse con Edmundo Valladares, titular de la corporación.

Actualmente, el proyecto se encuentra congelado, debido a las complicaciones económicas que se han ido generando tras el estallido social y el coronavirus. Desde el día de su lanzamiento, sin embargo, no se presentó un plan detallado ni un bosquejo del nuevo estadio, más allá de las exposiciones y giras que hizo Harold por Medio Oriente o Inglaterra.

Un aspecto en lo que sí se generó un cambio sustancial con la llegada de antofagastino a Macul tiene que ver con el fútbol femenino. Las principales medidas pasaron por hacerles contrato profesional a las jugadoras, programarlas en la cancha principal del Monumental e, incluso, organizar la primera Noche Alba femenina de la historia, con Boca Juniors como rival, aprovechando sus contactos internacionales.

La rutina del expresidente de la ANFP comienza a las 8 de la mañana en el Monumental. Pasa bastante tiempo con Marcelo Espina, cuya oficina está ubicada a un costado de los camarines del plantel. También conversa con los funcionarios. Un colaborador suyo señala que “cuando pide algo, a veces parece profesor para explicar lo que necesita y es agradecido de los aportes que le puedan realizar. Y si bien es dialogante, también es bastante exigente”.

Si no ocurre nada extraño, se retira del recinto de Macul entre las 16 y 17 horas, para trasladarse a su fundación, Ganamos Todos, ubicada en calle Isabel La Católica. Desde ahí continúa monitoreando los movimientos del club. También sostiene reuniones periódicas con gente del fútbol. Así fue como se le pudo ver con Manuel Pellegrini en una cafetería. Y, por supuesto, sigue desarrollando charlas nacionales e internacionales y también asesorías, como la que realizó a la empresa que construyó el nuevo estadio de Iquique.

Mayne-Nicholls evita ir a los Consejos de Presidentes de la ANFP, porque entiende que genera anticuerpos que podrían afectar a Mosa y al club. Además, según manejan en su entorno, ve intereses alejados al fútbol. En uno de sus escasas asistencias, terminó quemado en un brazo, luego de que se le diera vuelta un café hirviendo tras chocar con el timonel de Antofagasta Jorge Sánchez, mientras el mandamás albo no paraba de reír.

En el Monumental cuentan que para la noche de Navidad, el periodista apareció en el Monumental y les llevó comida a los guardias que hacían el turno. También relatan que tras ese partido ante la Católica de Quito, se quedó en el estadio e hizo un recorrido completo. Dicen que le sorprendió la cantidad de mugre, pero mucho más la cantidad de agua que corría en los lavamanos de los baños. Desde ahí, cada vez que finaliza un encuentro recorre el recinto, mientras habla por teléfono, revisando las llaves.

A ese mismo encuentro, llegó con una chaqueta azul. Un periodista se lo hizo ver y se puso un chaleco negro. Cuentan en Macul que desde ahí solo ocupa ropa blanca o negra.

La distancia con el plantel

Cuando se suspendió el fútbol en octubre, Harold mantuvo la postura inicial de retomar cuanto antes el fútbol, algo a lo que Mosa y buena parte del directorio adhirieron. No obstante, debieron cambiar de opinión, ante la oposición de los jugadores, quienes denunciaron amenazas si se presentaban a jugar. Luego, a finales de enero, después de la muerte de Jorge Mora Herrera tras ser atropellado por un carro policial, el vicepresidente defendió enérgicamente que el fútbol se siguiera jugando, más allá de que el plantel nuevamente no estuviera de acuerdo, porque, a juicio de ellos, las garantías no estaban dadas. Dos semanas después, ante la UC, Nicolás Blandi recibió una bengala, lo que obligó a suspender el encuentro.

Si de polémicas se trata, la salida de Jorge Valdivia y de Jaime Valdés hizo mucho ruido en el plantel de jugadores. El Mago fue el primero que disparó, después de que no se le renovara el contrato. Harold había dicho que la institución “no tenía cómo pagar lo que el jugador quería”, lo que desató la indignación del volante, quien trató de “ratas” a las autoridades del club.

En el camarín apuntan al extimonel de la ANFP como el hombre que convenció a Mosa de tomar una postura firme frente a la actual polémica por la rebaja de sueldos. Y lo que terminó por transformarlo en un enemigo máximo de la plantilla fueron sus declaraciones en la conferencia de prensa del miércoles pasado, donde ventiló (según los jugadores con un sesgo malintecionado) parte de la propuesta que hizo el plantel a la dirigencia de ByN para no llegar a la aplicación de la Ley de Protección al Empleo.

Otro factor que buscaba Mosa cuando llevó a Harold a Colo Colo era aprovechar las relaciones internacionales del periodista. Por eso no dudaron en echar mano a eso para intentar convencer a Luiz Felipe Scolari, campeón del mundo con Brasil. Ahí también se produjo un cambio de estrategia, pues siempre fue Espina el que llevaba las negociaciones y esta vez dejaron de lado el hermetismo habitual, para informar del estado de avance de las conversaciones. Mayne-Nicholls inició los contactos y luego Mosa y el Cabezón se subieron al avión, una imagen que inmortalizaron con una foto al interior de la aeronave. El portazo de Felipao caló hondo.

Pero a estas alturas lo del DT brasileño es casi providencial, pues dada la situación financiera actual, hubiese sido imposible pagar su estadía, a tal punto que el club se acogió a Ley de Protección del Empleo, tras fracasar las conversaciones con los jugadores. El exfuncionario FIFA se mantuvo implacable en su postura de no hacer diferencias con los funcionarios del club y asumió un rol protagónico al leer públicamente la propuesta de los jugadores, lo que desató la ira de un plantel con el que nunca ha tenido una relación más allá de lo profesional, a diferencia de la cercanía de la que en el pasado presumía Aníbal Mosa.

Para el directorio de marzo, estaba contemplada una evaluación a la gestión de Mayne-Nicholls. Sin embargo, todo quedó en nada tras la irrupción de la pandemia en el país. De todos modos, su rol como director no corre peligro, pues los flujos accionarios del presidente de la concesionaria no están en duda y su plan, de no mediar una catástrofe, es mantenerlo al igual que a Alejandro Ascuí en la Junta de Accionistas, que se llevará a cabo este jueves. El extimonel de la ANFP quiere quedarse, pues su objetivo es dejar algo que trascienda en el club, más allá de empinado que hoy aparece el camino.

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