El comando de ChileVamos por el “Rechazo” sale del desconfinamiento, contra el reloj y las encuestas
Esta semana decidirían qué material publicitario que tenían hecho antes de la pandemia usarán o descartarán. La próxima comenzarán a definir el nuevo tono y mensaje de la campaña: la propaganda electoral arranca en 21 días, y la franja a fines del próximo mes. Han seguido en contacto remoto pero no se han vuelto a reunir en persona, y ya no tienen a un vocero como Allamand.
La foto que acompaña esta nota -tomada a inicios de año- no se va repetir porque el cambio de gabinete les quitó a su vocero número uno. Con el canciller Andrés Allamand confinado a modo mute para estos efectos, la posta habrán de tomarla, especulan en ChileVamos, diputados como Diego Schalper (RN), Luciano Cruz-Coke (Evópoli) y/o la senadora UDI Jacqueline van Rysselberghe. Pero el comando oficialista por el “Rechazo” tiene más urgencias que apurar ahora que se está reactivando esta semana, partiendo por su vital meta: que cuando se escrute el postrer sufragio la noche del 25 de octubre, a lo menos conquisten los suburbios del 30%.
Puede ser una cifra algo menor pero no mucho. El desenlace del referéndum dará pistas de si la derecha -con los pocos díscolos que tenía en el “Apruebo” sumándose, salvo Joaquín Lavín, Manuel José Ossandón y Mario Desbordes- podrá o no en abril del 2021 asegurar ese tercio de delegados constituyentes que les permita ejercer veto. Eso es lo que remarcan voces del sector que en estos días han estado rearmando el aparataje de campaña que estuvo casi hibernado cuando cayeron encima las cuarentenas médicas, y que les obligó a restringir el trabajo al teléfono y al zoom. No se han vuelto a reunir en persona.
“Bajamos los flaps casi completamente”, dicen en el sector respecto al trabajo del comando. En el intertanto, además, hubo que lidiar con la profunda crisis oficialista que obligó al Presidente a un nuevo cambio de gabinete (cuyo desempeño todavía ha de probar que era el remedio).
Por eso mismo una de las premuras del comando es retomar el fichaje de apoderados que estarán apostados en cada mesa de votación, atentos a impugnar votos del bando contrario y defender los suyos. Sobre todo en un clima con encuestas como la Criteria Research de hoy (que predice una derrota de 17% contra 75%). En ese punto se alcanzaron a configurar estructuras territoriales en visitas a terreno y en la UDI han urgido a sus bases en regiones con metas para asegurar esa red.
En el oficialismo hay quienes creen que hay que priorizar este tipo de objetivos cuando queda tan poco para el plebiscito, más allá de detalles como si el comando va a volver a funcionar o no en la planta libre de un edificio en Las Condes donde se reunían hasta marzo, y cuya ubicación no revelaban por temor a funas.
En el grupo coordinador sigue y seguirá trabajando la RN Andrea Balladares, quien lo encabezaba junto a María José Gómez, ex jefa de gabinete de Andrés Chadwick en Interior. Durante estos cinco meses de coronavirus ha fungido dos veces de delegada presidencial (Araucanía y Coquimbo) y asesora en el Segundo Piso, puesto que ya dejó. Se le mencionó como nombre para la secretaría general de su partido para las internas de fin de año, pero todo aún está líquido tras la salida de Desbordes de la directiva.
“Partimos esta semana trabajando y hay un grupo de diputados coordinándose. Nuestra idea es trabajar en equipo con todos los partidos de Chile Vamos”, dice.
En la misma red han seguido en línea diputados como Juan Antonio Coloma (UDI), Cruz-Coke y Schalper (sumando a los que junto a él se escindieron del resto de su bancada durante el quiebre por la ley del 10%). Entre los gremialistas dicen que también podrían unirse al comando parlamentarios como Javier Macaya y María José Hoffmann, y los diputados de Evópoli que se han ido inclinando por el Rechazo. Otro que ha estado conectado trabajando es Tomás Fuentes, brazo derecho de Allamand y que mañana jura como diputado a raíz de la cadena de reemplazos que suscitó la partida del senador. En RN quieren que se sumen el diputado Luis Pardo y el senador Rodrigo Galilea. El peso del grupo estará cargado a los congresistas; ellos sí han tenido espacio para coordinarse en persona en Valparaíso.
¿Andrés Chadwick? Él estuvo trabajando con el comando antes, pero como en todos los episodios políticos del sector, mantiene sus movimientos en reserva. En su partido sí dicen que sigue “siendo una voz que se considera”.
El comando oficialista, más allá de formalidades, empezará a delinear la semana entrante cuál será el tono, mensaje y metáforas que se usarán en la campaña, que ya no pueden ser los mismos que había hasta marzo (cuando se divulgaron clips que aludían a no demoler la casa, sino que refaccionarla).
Para eso, primero definirán qué material usarán o descartarán del que ya tenían realizado antes del hiato viral. El lunes recibieron de parte de los publicistas y productores todas las frases radiales, segmentos de franjas televisivas y videos para redes sociales, los hayan o no publicado. La idea es revisarlo y decirles de vuelta este viernes qué sigue siendo útil o sorprendente.
Tienen aún margen pero no demasiado. El 25 de este mes arranca el período de propaganda radial y callejera (sin saber aún cómo la harán en estas condiciones), y el 25 de septiembre, la franja televisiva. “Estamos trabajando con algunas semanas de anticipación”, redondea Balladares.
Una de las ideas que circulan para la campaña es centrar el mensaje en que el país necesita “estabilidad” para la reactivación necesaria para revertir la crisis de empleo y social provocada por la pandemia. Y que, pase lo que pase, instalar la voz de que si hay una nueva Constitución, que la redacte el próximo Congreso y no un órgano constituyente (la misma noche del 25 de octubre se decide si será una convención elegida de cero o una mixta con parlamentarios).
Van Rysselberghe está de acuerdo con eso. Dice que ahora tienen que “activar nuevamente las redes y que a nivel local todos los liderazgos se pongan a trabajar, dado que no se pudo hacer campaña” y que en su partido “hemos tenido varios consejos regionales y hemos puesto metas para que en cada una comiencen a capacitar apoderados de mesa”. Y que “al mismo tiempo hay que empezar a planificar la línea editorial de campaña; no puede ser la misma y hay gente de que se ha cambiado al rechazo. Con la crisis económica, el país no necesita una hoja en blanco para ponerse de pie”.
Pero también advierte que “la gran pregunta que no hemos podido contestar es qué va a pasar si para entonces hay comunas en cuarentena, y qué va a pasar con el derecho a sufragio de quiénes tengan Covid-19 en esos días. Pero es un problema que tiene que resolver el Servicio Electoral y no nosotros: tenemos que trabajar”.
Último punto. La versión de este comando pre pandemia tenía alguna conversación -pero no trabajaban juntos- con el grupo de empresarios encabezado por Gerardo Jofré, exdirector de Codelco, y Gonzalo de la Carrera. Pero en el grupo oficialista dicen que durante estos meses no han vuelto a hacerlo y dudan que se repita porque creen que se han radicalizado.
“Eso quedó suspendido con la cuarentena y esperamos volver a retomar contacto con ellos”, dice Jofré, quien asegura que “no hemos dejado de trabajar y estamos muy activos en redes y en contenidos”, y que “estamos definiendo nuestra estrategia”. Pero no cree que en estas condiciones vayan a volver a instalarse en el cuartel general de Avenida Vespucio, una de las sedes que tenían junto a la de Miguel Comas 1789, Vitacura, apodada a fines del año pasado como la “Casa Común por el Rechazo”.
Todo esto, además, mientras la oposición figura envalentonada luego del triunfo de la ley del 10% pese a su fragmentación y ausencia de opciones presidenciables potentes (salvo el acicate del alcalde PC Daniel Jadue). Por lo mismo, estarían en conversaciones en busca de dar una probable señal de unidad en los próximos días. Decidor será si pasan de la variedad de comandos que había a uno solo.
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