El magro registro de sanciones de la Comisión de Ética ad portas de tercera denuncia contra Orsini

Maite Orsini

En el último año, la comisión disciplinaria de los diputados solo ha aplicado dos sanciones a un mismo parlamentario: Gonzalo de la Carrera. En diez de las doce resoluciones que ha emitido la instancia, se han desestimado los requerimientos o no se han aplicado multas. Sólo en una anterior denuncia contra la diputada Orsini, se le hizo un llamado a cuidar el lenguaje.


Una presentación de la bancada de la UDI en contra de la diputada Maite Orsini (RD) -quien realizó gestiones particulares ante una general de Carabineros por el control de identidad a quien era su pareja, el exfutbolista Jorge Valdivia-, se convertirá en el nuevo caso que tendrá que resolver la Comisión de Ética de la Cámara.

Aunque es habitual que los parlamentarios realicen este tipo de gestiones, el escrito -que presentarán este lunes- apunta al eventual conflicto de interés por realizar acciones en su calidad de autoridad que vayan en beneficio de una persona con la que se tiene una relación afectiva.

No es la primera vez que Orsini es llevada a esta instancia disciplinaria de la Cámara. Este sería el tercer proceso de este tipo que le toca enfrentar en el último año. La diferencia es que la parlamentaria también presentó una autodenuncia ante el Ministerio Público por el nuevo episodio que la involucra a ella, a Valdivia y a Carabineros.

El año pasado el republicano Johannes Kaiser presentó una queja, luego de que ella lo conminara a “lavarse la boca” en medio del debate del proyecto sobre derechos de las personas menstruantes, el 6 de abril.

La independiente RN María Luisa Cordero también la denunció por haberla tratado de “vieja loca”, mientras la psiquiatra hacía uso de la palabra en la sala, el 19 de abril de 2022. En esa ocasión, en todo caso, Cordero también le dijo a la RD que el Congreso no era “una discoteca”.

En ambos casos, la Comisión de Ética, que está integrada por representantes de todas las fuerzas políticas y que preside el socialista Nelson Venegas, desestimó los requerimientos, al igual que otros episodios de cruces verbales protagonizados por diputados.

Ante la denuncia de Cordero, la instancia simplemente señaló que no le correspondía pronunciarse, porque la “falta al orden” ya había sido zanjada por la mesa de la corporación (una suerte de reto en público) y, en el caso del requerimiento de Kaiser, aunque fue desestimado, se le hizo un llamado a Orsini a utilizar “un lenguaje moderado y adecuado” en sus intervenciones.

La política de no sancionar, y en la mayoría de los casos ni siquiera hacer reproches éticos, ha predominado en esta instancia.

En diez de las doce resoluciones de la mencionada comisión disciplinaria se han desechado los requerimientos o no se han aplicado multas a pesar que se haya constatado la existencia de faltas a deberes parlamentarios.

Así ocurrió, por ejemplo, en la situación de cuatro parlamentarias oficialistas (Ana María Gazmuri, Marisela Santibáñez, Clara Sagardía y Lorena Fríes) y el RN Jorge Durán que no se sometieron al examen obligatorio de drogas de la Cámara. Pese a que el hecho constituía una infracción (independiente de la justificación de los rebeldes), no hubo quórum en la comisión para aplicar multas.

El diputado independiente exrepublicano Gonzalo de la Carrera -quien ha protagonizado varios incidentes, dos de ellos con violencia física- ha sido el único sancionado con multas por la Comisión de Ética en dos ocasiones. La primera vez por agredir al socialista Daniel Manouchehri, a quien le dio un manotazo en la oreja al finalizar una sesión de la Comisión de Economía, el 31 de mayo de 2022, donde se discutió la “Ley Chao Dicom” y, la segunda oportunidad, por dar un puñetazo en la cara al radical Alexis Sepúlveda, el pasado 30 de agosto.

Los otros casos se han cerrado sin ninguna medida adicional por parte de esta instancia disciplinaria de la Cámara, encargada de velar por el buen comportamiento de los diputados (quienes están obligados a actuar con respeto, honradez, fraternidad e incluso no incurrir en afirmaciones “malévolas” en contra de sus pares).

Por ejemplo, cuando el diputado frenteamplista Gonzalo Winter (Convergencia Social) acusó a su par Chiara Barchiesi de participar en “cortes ilegales de rutas” por parte de camioneros, lo que a juicio de la legisladora, era la imputación de un delito. La comisión, sin embargo, estimó que aquellas palabras estaban en el marco de la libertad de expresión y la crítica política.

La instancia ética de los diputados también eximió al independiente René Alinco (ex-PPD) cuando interrumpió el discurso inaugural del actual presidente de la Cámara, Vlado Mirosevic, el 8 de noviembre del año pasado. En la resolución adoptada en enero de este año, la comisión determinó que la falta de Alinco debió haber sido advertida por quien dirigía el debate en ese instante.

La Comisión de Ética también desestimó la contradenuncia de Gonzalo de la Carrera en contra de Manouchehri, a quien acusó de votar proyectos en beneficio personal, en vista de que el socialista tenía deudas en el sistema financiero y eventualmente iba a salir favorecido con la Ley “Chao Dicom”. Según la versión de De la Carrera, fue Manouchehri quien comenzó con los insultos y descalificaciones cuando se produjo el incidente en la Comisión de Economía.

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