El "respiro" del gobierno en el Congreso

"Reconozco la victoria comunicacional que obtuvieron con la aprobación de la ley corta (antiterrorista)" y "es un acierto comunicacional". Esas fueron las declaraciones del presidente de la Cámara Alta, Jaime Quintana, y del senador Felipe Harboe, respectivamente, sobre la iniciativa impulsada por el Ejecutivo, que fue aprobada ayer.

Las palabras de los parlamentarios coinciden con el análisis interno de La Moneda: la ley corta antiterrorista permitió mantener, al menos por esta semana, el control de la agenda, un "control" que siempre ha estado en cuestionamiento, incluso desde el propio oficialismo, bloque en el que señalan que el gobierno tiende a abarcar "muchas materias a la vez" y que eso hace "perder el foco".

La ley corta antiterrorista tomó fuerza luego de la detonación del artefacto explosivo en la comisaría de Carabineros en Huechuraba y el envío de una encomienda, de las mismas características, al exministro Rodrigo Hinzpeter. Así, tras un fuerte despliegue comunicacional que incluyó la participación del Presidente Sebastián Piñera, se consiguió la aprobación del proyecto, que es parte de la agenda de seguridad del Ejecutivo, área que -según los sondeos internos que manejan en el Ejecutivo- genera más réditos. Con eso, además, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, se anotó una victoria. Eso sí, a la iniciativa aún le queda un largo camino por el Congreso, porque regresará a la Comisión de Constitución, donde se abrirá un plazo para el envío de indicaciones; luego deberá ser visto en sala y, posteriormente, deberá sortear su trámite en la Cámara de Diputados.

Junto con este proyecto, el gobierno logró avanzar en otras iniciativas relevantes de su agenda, lo que en la práctica ha significado un "respiro" para La Moneda, que contrasta con el complejo escenario que ha enfrentado el Ejecutivo en el segundo mandato de Piñera: una administración con minoría en ambas cámaras, con una compleja relación con la centroizquierda y con derrotas como el rechazo al proyecto de Admisión Justa en julio.

Entre las iniciativas que lograron sortear pasos en su tramitación se encuentran el acuerdo TPP11, aprobado en general en la Comisión de RR.EE. del Senado; el proyecto de modernización de Gendarmería; la iniciativa de Ley de Fármacos II, que fue respaldada en la Cámara; y consiguieron aprobar en la Comisión de Hacienda de la Cámara -con un voto de la DC- la reintegración del sistema tributario, uno de los ejes centrales del proyecto.

Sin embargo, al igual que a la ley antiterrorista, a la reforma tributaria aún le quedan varios pasos para poder ser despachada del Congreso.

En este contexto, el ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, destacó hoy los avances de la agenda legislativa de La Moneda. En entrevista con T13 radio, además, relevó que se haya conseguido un acuerdo con el Congreso para que la reforma tributaria y la de pensiones sean despachadas de la Cámara al Senado. En el caso de la primera, la votación quedó para el 20 y 21 de agosto, mientras que sobre la reforma previsional Blumel dijo que "hay una fecha tentativa de que podamos tenerlo la primera semana de septiembre también en la sala de la Cámara de Diputados y que pase al Senado".

Sin embargo, durante esta semana el gobierno también ha debido sortear, en paralelo, algunos flancos. Por ejemplo, el proyecto que impulsa la oposición que busca reducir la jornada laboral a 40 horas, una iniciativa que ha conseguido amplio respaldo ciudadano y que quedó de manifiesto en la última encuesta Cadem.

De hecho, el lunes, tal como lo consignó La Tercera, durante el comité político ampliado Chile Vamos le pidió al gobierno "comunicar mejor" el proyecto de flexibilidad laboral que impulsa el Ministerio del Trabajo. Esto, advirtiendo que la moción del Partido Comunista estaba "ganando" comunicacionalmente ante la opinión pública. Así, se acordó diseñar una estrategia y difundir mejor la iniciativa del gobierno, destacando, por ejemplo, que también contempla la reducción de las horas laborales, pero con flexibilidad.

De hecho, el propio Presidente Piñera abordó esta mañana el tema y, justamente, destacó -en entrevista con EmolTV- que "nuestro proyecto rebaja la jornada, de 45 a 41 horas y, además de eso, le da flexibilidad". Además, dijo que la iniciativa de la oposición era inconstitucional y dejó abierta la opción de acudir al Tribunal Constitucional en caso de que se apruebe el proyecto. Sin embargo, recalcó que hay que debatir ambas iniciativas y que las dos "van a converger" en el Congreso, argumentando que tanto el proyecto del gobierno como el de la oposición apuntan a reducir las horas de trabajo.

El PRI, en tanto, difundió un comunicado llamando al ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, a sumarse a bajar a 40 horas la jornada laboral, pero con requisitos de adaptabilidad y conciliación.

Sin embargo, durante la mañana de hoy el naipe se volvía a revolver luego de que parlamentarios de RN respaldaran el proyecto de Vallejo, entre ellos, Francesca Muñoz y el senador Manuel José Ossandón.

Por otra parte, el Ejecutivo también está intentando conseguir la mayor cantidad de apoyos para aprobar el proyecto de integración social, al que ayer el ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, tuvo que retirarle la urgencia y postergar la votación debido a que la oposición advirtió que sería rechazado si es que no se hacían modificaciones.