El rol de la Secom en la crisis sanitaria y la compleja relación con Mañalich
El estallido social y la pandemia desatada por el coronavirus han sido los principales dolores de cabeza del gobierno de Sebastián Piñera y también de la Secretaría de Comunicaciones (Secom) que ha sido responsabilizada por varios de los errores del Ejecutivo. Desde comienzos de año, esa unidad ha sufrido varios cambios tanto en estructura como de personal y ha tenido que lidiar con algo difícil: tratar de asesorar comunicacionalmente al ministro de Salud.
Un conocido volvió a Palacio. Ayer fue el ingreso del exjefe de prensa del Presidente Sebastián Piñera, Juan José Bruna, quien estuvo con licencia por algún tiempo y que ahora es parte del equipo de la Secretaría de Comunicaciones (Secom), la unidad de La Moneda que se encarga de facilitar y analizar el contenido comunicacional tanto de Presidencia como de los ministerios y las subsecretarías.
El regreso de Bruna materializó el último de una serie de cambios que se han registrado tanto en la Secom como en el círculo cercano del Presidente Sebastián Piñera. En enero, con la salida de Jorge Selume, el periodista Christian Rendic asumió la dirección de la Secom y desde su llegada a ese puesto, el exeditor de La Tercera y Canal 13 ha tenido que lidiar con varios cambios en puestos clave tanto en su unidad como en Presidencia, una reestructuración de la estrategia comunicacional del gobierno y abordar la crisis sanitaria desatada por la pandemia.
Y es que durante la crisis han recaído varias críticas en la Secom por el manejo comunicacional y en especial por la gestión en esta materia del titular de Salud, Jaime Mañalich. La difusión de los conceptos de “nueva normalidad” y “retorno seguro” fueron cuestionados públicamente y los dardos apuntaron directamente a la Secom que lidera Rendic, pese a que en el gobierno recalcan que ambas ideas fuerza no emanaron de esa repartición.
En el Ejecutivo, sin embargo, separan aguas entre la gestión de la Secom y el desempeño comunicacional del ministro de Salud, conocido por su estilo frontal y por el uso de metáforas controversiales como “la batalla de Santiago” que aseguran fue de su autoría o el concepto de “viroterrorismo” acuñado el sábado 9 por Mañalich.
Un inquilino de palacio reconoce la “dificultad” de asesorar al titular de Salud que para varios, “juega solo” en esta crisis. Y aunque al principio varios vieron como “compleja” la relación entre Mañalich y la unidad a cargo de las comunicaciones de La Moneda, hoy ésta se encontraría en un mejor pie.
En el gobierno aseguran que con el paso de las semanas se han ido construyendo mejores puentes de comunicación entre Mañalich y la Secom. Agregan que el titular de Salud escucha varios de los consejos que se le hacen llegar y tiene una relación fluida con Rendic, aunque en la Secom no quieren dar detalles de en cómo se refleja esa coordinación.
Si el ministro Mañalich escucha a alguien es al Presidente Sebastián Piñera, quien ha tenido que intervenir directamente en su desempeño comunicacional. El punto de inflexión fue cuando el Mandatario le pidió bajar el tono de sus declaraciones y no entrar en disputas con los alcaldes y alcaldesas ni tampoco con medios de comunicación. Fuentes del gobierno, advierten, que esa conversación entre Piñera y Mañalich fue siempre en tono “cordial” y “amigable”.
Después de ese episodio, según fuentes de gobierno, en la Segegob y en la Secom valoraron el cambio de actitud de Mañalich y, dicen, eso generó tranquilidad en los equipos. De acuerdo a las mismas fuentes, un poco antes de ese cambio de tono desde el gobierno comenzó a haber reuniones diarias entre el equipo del Minsal e integrantes de la Secom. Estas citas se producen después del comité de crisis que encabeza Piñera.
La difícil llegada de Munizaga
Pocos días después de la salida de Selume de la Secom, el gobierno de Piñera creó la “Dirección de Comunicaciones de Presidencia”. Una instancia que lideró el exeditor de El Mercurio, Alfonso Peró pero terminó convirtiéndose en una estructura nueva que solo duró poco más de dos meses. El 30 de marzo, el gobierno anunció que Peró pasaba al Segundo Piso para colaborar en el equipo a cargo de Cristián Larroulet. Sin embargo, a los pocos días, el periodista dejó su nuevo puesto para, dicen en Palacio, “asumir un emprendimiento personal”.
Tras la salida de Peró y el fracaso de esa nueva estructura, también volvió una conocida para Piñera, con quien ha trabajado por cerca de 18 años: La periodista Carla Munizaga, quien asumió como la nueva jefa de prensa del Mandatario mismo puesto que había ocupado en el primer periodo.
El aterrizaje de Muñizaga en La Moneda no fue fácil, en su segundo día de trabajo tuvo que lidiar con un hecho no menor: la foto de Piñera en Plaza Italia.
Según señalan en Palacio, Munizaga entró a un equipo diezmado ya que no estaba la jefa de gabinete de Piñera, Magdalena Díaz, quien en febrero había viajado con su familia hasta Miami por razones personales pero que volvió sorpresivamente a fines de marzo por la pandemia. Ni tampoco se encontraba Bruna, con quien también ya había trabajado en el primer gobierno.
Desde La Moneda señalan que con su ingreso se “volvió a una estructura del primer gobierno”, donde Munizaga asesora comunicacionalmente de forma directa a Piñera y la Secom puede coordinar el trabajo de los ministerios y las subsecretarías. "Carla Munizaga y Magdalena Díaz ahora están en todo lo comunicacional entonces hay más coordinación entre Presidencia y la Secom”, comenta en privado un dirigente de Chile Vamos.
Las mismas fuentes de gobierno comentan que Piñera le pidió a Munizaga que tuviera un rol ejecutivo respecto a las comunicaciones y salidas que pudiera tener. De hecho, desde que llegó, la intención fue “sacar más” a Piñera desde La Moneda y que tuviera más puntos de prensa desde otros lugares. A ella también se le atribuye, que los reportes diarios por Coronavirus se hayan comenzado a hacer algunos desde regiones.
Varios aseguran que la cercanía de Muñizaga con el presidente de RN, Mario Desbordes, a quien asesoraba, fue un factor adicional en el retorno de la periodista al círculo de asesores directos del Presidente.
Por su parte, la Secom se reestructuró y ahora es liderada por Rendic con apoyo de Waldo Díaz, subjefe de la unidad; Miguel Zlosilo, jefe de la División de Estudios y Claudio Gaete, que encabeza el equipo de comunicaciones estratégicas.
Criteria, el nuevo proveedor de encuestas
Hasta julio del año pasado, las principales empresas y entidades que prestaban servicios de encuestas o focus group a la Secom, a través de la Segegob, eran la Universidad del Desarrollo (UDD), Cadem, Ipsos, Chile Tendencia, Conecta Media y Adimark.
Sin embargo, el 16 de enero, una nueva empresa se adjudicó un nuevo estudio de opinión: Criteria Research. La empresa, dirigida por Cristián Valdivieso ingresó por primera vez como cliente al gobierno de Piñera para realizar un “estudio cuantitativo y cualitativo para conocer las principales tendencias de opinión pública respecto del conflicto social” que costó $17 millones según consta en el portal de Mercado Público. Además de ese, se registran otros tres estudios de Criteria para la Segegob en lo que va de 2020 por montos similares.
El ingreso de Criteria se da luego de que Valdivieso haya participado, a comienzos de este año, en un consejo de gabinete ampliado donde expuso sobre la gestión del gobierno durante el estallido. Además, Valdivieso durante el año pasado se enfrentó en duros términos con el director de Cadem, Roberto Izkikson vía Twitter. De hecho, las encuestas que les encargó la Secom tanto a Criteria como Cadem son las únicas que detallan el objetivo que tenían: en este caso, las dos eran estudios sobre el estallido social.
“Con los envidiables contratos de #Cadem con el estado no me meto (...) Sí con este tipo de mañas y sesgos que destruyen la confianza en los estudios. @AIMChile les pidió mejorar sus estándares y, ¿qué hizo #Cadem?: renunció a AIM (Asociación de Investigadores de Mercado)”, comentó Valdivieso en Twitter en enero del 2019.
Lo cierto es que en total, a través de la Secom, el gobierno durante este año ha contratado 13 estudios de opinión y encuestas tanto a Criteria, Cadem, la UDD y Conecta Research. En total, por esos trabajos, La Moneda ha desembolsado $352 millones. Cabe recordar que, hasta julio del año pasado, el gobierno había gastado $582 millones por ese concepto.
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