En nombre de La Araucanía: cómo la Ley de Usurpaciones desató la carrera electoral en la región y dividió a la derecha

Cámara de Diputadas y Diputados
La Cámara de Diputadas y Diputados.

La norma que endurece medidas en contra de las tomas de propiedades instaló una suerte de “manzana de la discordia” en la oposición, que se dispersó entre apoyar o rechazar el paquete de enmiendas planteadas por el gobierno a esta iniciativa.


La Araucanía fue mencionada varias veces en la Comisión de Seguridad y en la Sala de la Cámara, a propósito de la discusión del paquete de observaciones (vetos en la jerga legislativa), que el Presidente Gabriel Boric envió al Congreso para intentar corregir la Ley de Usurpaciones.

Al final de la jornada de votaciones (que son meras recomendaciones para la Sala de la Cámara), el gobierno tenía algunas señales alentadoras de que los catorce vetos presidenciales tendrían un desenlace positivo, con una oposición dividida.

Si bien el entramado que ideó el Ejecutivo para acorralar a la derecha (un “jaque mate”, como lo definió la diputada Gloria Naveillán) fue un factor que incidió en esa división, este debate también instaló una suerte de “manzana de la discordia” y desató una velada carrera electoral, entre las fuerzas opositoras y no alineadas, por los futuros cupos senatoriales en la Novena Región que se zanjarán en las elecciones de 2025.

De hecho, esta reforma en contra de las ocupaciones de propiedades surgió de una fusión de mociones de senadores de la zona, Felipe Kast (Evópoli), Carmen Gloria Aravena (independiente republicana) y José García (RN), en vista de la problemática situación de tomas de terrenos en el sur.

Sin embargo, la encrucijada que planteó el gobierno obligó a un conjunto de diputados aspirantes senatoriales por La Araucanía a fijar posturas.

Por un lado, algunos optaron por atrincherarse en el rechazo al veto, que si bien atenuaba el proyecto original despachado por el Congreso el 30 de agosto, elevaba penas en comparación con la actual legislación.

Uno de los más molestos era el diputado Henry Leal (UDI), una de las cartas senatoriales de su colectividad. “Sé que legislo para el país entero, pero yo represento a La Araucanía. No podría estar en mi región respaldando un veto de este tipo. No tendría la cara para plantearme ante mis electores. No estoy disponible. Si se aprueba tal como está, al día siguiente voy a presentar un nuevo proyecto de ley para reponer la cárcel para quienes usurpen los terrenos”, señaló ayer Leal en la Comisión de Seguridad.

El parlamentario gremialista en días pasados había sido uno de los más críticos con el actual senador Kast (Evópoli), luego de que se allanara a regañadientes a aprobar el paquete de observaciones, que al menos endurecían el actual marco jurídico, ya que en caso contrario prevalecería lo que dice actualmente el Código Penal que solo contempla multas para las usurpaciones (violentas o no violentas).

El diputado Jorge Rathgeb (RN), también carta senatorial de su tienda para La Araucanía, cuestionó el diseño del veto. “Aquellos que dice que es un avance (el veto) no lo han leído”, dijo Rathgeb, quien criticó la coherencia de legisladores de derecha que apoyan estas enmiendas. “En este tema solo queda RN”, señaló el legislador de Renovación, cuya bancada asumió la posición más contraria al Ejecutivo en este debate.

No obstante, en la misma derecha, otros se abrieron resignados a aprobar en la lógica de optar por “el mal menor”. Esto generó un movimiento inesperado de respaldos en favor del paquete de observaciones, como la misma diputada Naveillán (independiente de derecha) y la bancada del Partido Republicano.

“No soy abogada, pero tengo los pies bien puestos sobre la tierra y vivo la realidad en una región donde las usurpaciones son habituales. Como ciudadana de La Araucanía no puedo permitir que esto vuelva al panorama que tenemos hoy día. Voy a actuar como actuó el Senado. Nos horquillaron inteligentemente”, dijo Naveillán ayer.

En la UDI tampoco todos estaban alineados con el discurso que asumió el diputado Leal. Incluso, su par de bancada, Jorge Alessandri (UDI), quien integra la Comisión de Seguridad, aprobó la fórmula de La Moneda a las usurpaciones con daños (presidio menor en su grado mínimo a medio, dependiendo del monto del perjuicio material), pero rechazó la propuesta intermedia para tomas no violentas, que dejaba en manos del juez si se aplica una privación de libertad o una multa en cada caso.

Alessandri, quien fue uno de los autores de la Ley Nain-Retamal, es otra de las cartas senatoriales de su colectividad para la Novena Región. No obstante, en medio de la tensión que generaba este tema en su bancada, se retiró ayer temprano de la Comisión de Seguridad.

Otro de los nombres probables para sumarse a la carrera senatorial de La Araucanía, es el diputado y presidente de Amarillos, Andrés Jouannet, cuya colectividad es parte de los grupos no alineados con el oficialismo ni con la oposición. En todo caso, en el debate que se ha realizado entre ayer y hoy, Jouannet jugó del lado del gobierno y llamó a no ser intransigentes en esta discusión. “Para La Araucanía lo peor es quedarse sin ley. Si no tenemos ley para La Araucanía, ahí sí vamos a tener usurpaciones. Cuando fui intendente se desalojó todo los que se podía desalojar”, señaló el representante de la Novena Región.

Uno de los factores que ha alimentado el interés por la senatorial en La Araucanía es que el mismo límite constitucional a la reelección impedirá que dos de los cinco actuales senadores (el RN José García y el PPD Jaime Quintana) no puedan repostular. A ello se suman consideraciones personales y políticas que llevan a los otros representantes de la zona en el Senado (Kast, Aravena y el DC Francisco Huenchumilla) a dejar en suspenso su decisión de ir a la reelección.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.