Excapitán de policía, Eric Adams, de 61 años, creció en Brooklyn y Queens, se declara vegano, hace meditación, afirma tomar baños de burbujas con rosas y ha dicho que llevaría una pistola en la iglesia. También se ha calificado a sí mismo como un “moderado pragmático” y un “progresista original”. Ese es parte del perfil del político demócrata que este martes se impuso con claridad en las elecciones a la alcaldía de Nueva York, transformándose así en el segundo afroamericano en gobernar la mayor ciudad de Estados Unidos.

Adams, presidente del distrito de Brooklyn, venció al republicano Curtis Sliwa, de 67 años, un presentador de radio y fundador de la patrulla urbana Guardian Angels. Los demócratas superaron en número a los republicanos en los cinco distritos de la ciudad por un margen de seis a uno, y The Associated Press proyectó al excapitán de policía como el ganador poco después del cierre de las urnas.

Tras su victoria, Adams asumirá el cargo el 1 de enero tras suceder al impopular Bill de Blasio, también demócrata. El excapitán de policía tendrá que hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia de Covid-19 que golpeó con especial virulencia a la Gran Manzana, así como la inseguridad, principal preocupación de una parte del electorado, que confía en él por su dilatada experiencia de 22 años dentro de la policía.

El puesto de alcalde de Nueva York, que gestiona un presupuesto de US$ 98.700 millones para el ejercicio 2021-2022 -el mayor de un municipio en Estados Unidos-, es el segundo más difícil tras el de presidente del país. Con su triunfo ante Sliwa, Adams se convirtió en el segundo alcalde afroamericano que gobierna la capital económica y cultural de Estados Unidos, tras el demócrata David Dinkins (1990-1993).

Adams se presenta como un líder determinado, defensor de las clases medias y populares y también un destacado luchador contra la discriminación racial. De hecho, se impuso en las primarias de su partido en junio con un fuerte apoyo de los votantes de clase media, de la comunidad negra y del movimiento obrero, prometiendo reducir las desigualdades que imperan en el templo del capitalismo. Al respecto, The Wall Street Journal aseguró que planea centrarse en la seguridad pública, expandir la economía y acabar con la desigualdad.

Procedente del ala más tradicional del Partido Demócrata -contrariamente a la representante izquierdista de Nueva York en el Congreso, Alexandria Ocasio-Cortez-, Adams se declara amigable con los empresarios de la Gran Manzana. A diferencia de De Blasio, cuyo mensaje populista lo propulsó a la victoria en 2013, ha cortejado a los líderes empresariales, quienes -afirma- deben jugar un papel importante en la recuperación económica de la ciudad, duramente golpeada por la pandemia de Covid-19, que dejó más de 34.000 muertos, destaca France Presse.

Desde la alcaldía, Adams dirigirá la mayor fuerza policial de Estados Unidos, la NYPD, con 36.000 empleados, cuya reforma prometió profundizar. En este sentido, los votantes de las primarias se entusiasmaron, indicó The New York Times, con su mensaje central de que la seguridad pública y la reforma policial podrían coexistir. Benefactores tan distintos como De Blasio y Michael R. Bloomberg, su predecesor tecnócrata multimillonario, se han permitido ver la validación de su éxito.

En septiembre, el alcalde Bill de Blasio dijo que la ciudad de Nueva York estaba “dando la vuelta a la esquina” en términos de seguridad pública. Hubo una caída del 5,4% en todos los delitos principales combinados en agosto en comparación con el año anterior. Los tiroteos, una preocupación para los neoyorquinos, cayeron un 30% y los asesinatos bajaron un 9%, en comparación con el mismo mes del año pasado, consignó The Wall Street Journal.

La historia de vida de Adams ha sido destacada por la prensa estadounidense. Sus padres se fueron a vivir a Nueva York desde Alabama en un momento en que la Gran Manzana tenía un gobierno activista y una amplia red de seguridad social. Adams fue el cuarto de seis hermanos; le gusta decir que su madre se desgastó al orar por él. Su padre trabajaba como carnicero y su madre era cocinera en un centro de cuidados infantil en el barrio South Jamaica.

Adams fue a Bayside High School, dice New York Magazine, una de las mejores escuelas secundarias integrales de la ciudad. De hecho, el multimillonario John Paulson estaba unos años por delante que el ahora alcalde electo, mientras que Jordan Belfort, el empresario condenado por fraude que inspiró la película El lobo de Wall Street unos años atrás. También es la escuela donde se conocieron los miembros del grupo musical Anthrax. Adams ha dicho que tenía dislexia no diagnosticada. Continuó en el John Jay College y obtuvo un máster en administración pública del Marist College.

El punto de inflexión en su vida ocurrió cuando tenía 15 años y fue arrestado junto a su hermano mayor por allanamiento de morada, siendo golpeados bajo custodia. En lugar de amargarlo, ha dicho Adams, el trauma ayudó a convencerlo de que se convirtiera en oficial de policía y cambiara la profesión desde adentro.

En la década de los 80 se hizo policía, en una época de extrema violencia en Nueva York, y llegó a capitán tras 22 años en la institución. En 1995 fundó un sindicato para luchar contra el racismo. Según New York Magazine, dentro del departamento de policía, Adams se hizo conocido menos por su trabajo policial y más por su activismo. Para sus detractores en el liderazgo, estaba más interesado en la autopromoción.

Se desempeñó como guardaespaldas personal del reverendo Al Sharpton, viajó con un grupo de policías a Indiana para escoltar a Mike Tyson desde la prisión luego de su condena por violación, y algunos lo culparon de contribuir a la pérdida de Dinkins ante Rudy Giuliani en 1993. En esa oportunidad, Adams criticó a Herman Badillo, compañero de fórmula de Giuliani, por casarse con una mujer judía en lugar de una puertorriqueña, comentarios que causaron días de polémica para Dinkins.

Tras dejar la policía en 2006, se convirtió en senador por el estado de Nueva York, y después presidente de Brooklyn, trampolín para la alcaldía de Nueva York.

Para Adams, la campaña de las primarias de 2021 representó la combinación triunfal de una planificación meticulosa y una biografía finamente ajustada, indicó The New York Times.

El periódico señala que, en su discurso, Adams ha tomado decisiones sobre qué enfatizar y qué eludir, protegiendo cuidadosamente ciertas partes de sí mismo y trabajando para reformular otras.

En ese sentido, cuando su madre murió a principios de este año, sorprendió a sus amigos al no revelarlo públicamente durante meses, incluso mientras seguía hablando de ella en la campaña electoral. Les pidió a los hermanos que no escribieran sobre ella en las redes sociales porque podría crear un “circo”, según un comentario de uno de sus hermanos en Facebook.

Habla poco de su primera campaña: una candidatura al Congreso en 1994, cuando no estuvo en el voto, porque según él le habían robado las firmas. La policía dijo en ese momento que no habían encontrado evidencia de esto. Adams también saltó al Partido Republicano durante la administración de Giuliani y se ha esforzado por explicar las razones: calificó la medida como una protesta contra el liderazgo demócrata fallido, asegurando que finalmente se arrepintió de todo.

Incluso la historia sobre su origen político y su arresto en la adolescencia ha cambiado con el tiempo. Durante mucho tiempo había dicho que él y su hermano mayor entraron en la casa de una prostituta para tomar el dinero que ella les debía por hacer recados. “Entramos en el departamento de esta prostituta”, dijo Adams en 2015.

Posteriormente, en una entrevista con The New York Times, afirmó que se trataba de “una bailarina go-go a la que estábamos ayudando y que se rompió la pierna”. Consultado si se trataba de una prostituta, agregó: “No sé nada de eso”.

Su carrera política ha sido motivo de consultas de las autoridades electorales y diversas multas. Durante años no registró su propiedad para arriendo en Bedford-Stuyvesant, Brooklyn, tal como obligaban las normas de la ciudad. Tampoco informó los ingresos por arriendo al gobierno federal y culpó a su contador. El año pasado, Adams dijo que había tenido dificultades para encontrarlo, porque vivía en un refugio para personas sin hogar.