¿Far west en La Reina?: La historia tras la polémica iniciativa municipal

Cuenta el alcalde de La Reina, José Manuel Palacios (UDI), que su campaña para que los vecinos de la comuna aprendan a usar armas es una cruzada en contra de la proliferación de la tenencia de estos implementos, aunque él mismo reconoce que este objetivo no se entendió. Admite que tal vez se deba a que se equivocó en la forma como promocionó el 30% de descuento para los vecinos al inscribirse en el Club de Tiro y los diez cupos gratuitos para mujeres que deseen disparar: carteles fuera del polígono publicitando el asunto.

Es el único error que atribuye a la cuestionada política pública -criticada por otros alcaldes de derecha como Joaquín Lavín de Las Condes y Felipe Alessandri de Santiago- que Palacios defiende y sustenta en ciertas cifras que maneja.  Señala que a 2018, según la Dirección General de Movilización Nacional, en la Región Metropolitana existen 374.183 armas y que de ellas 9.399 están en manos de la población de La Reina. A eso agrega que en una encuesta aplicada vía internet a 1.700 vecinos, el 29,2% considera que es legítimo tener un revólver en casa –el 43,8% estima que sólo deben estar en poder de las policías- y el 98% cree que si alguien tiene esta herramienta, debe aprender a usarla. El sondeo, en todo caso, también señala que el 65,8% considera que no es válido defenderse a balazos de un acto delictual.

Como sea, Palacios considera que los cursos en polígonos son un acierto que va en línea con una mayor regulación vía proyectos parlamentarios para exigir que quienes tengan una pistola reciban instrucción sobre cómo percutarla.

-Pero usted, con esta iniciativa, legitima la tenencia de armas por parte de civiles y eso, en países como Estados Unidos, ha tenido consecuencias nefastas.

-Hay que hacer una diferencia. Ellos tienen una de las leyes de control de armas más blandas del planeta. Nosotros, una de las más restrictivas. Y estamos haciéndola más restrictiva: queremos un reglamento que haga efectiva la ley de que quien compra un arma, esté capacitado para usarla.

Hoy, para adquirir un arma se exige acudir a la Autoridad Fiscalizadora de Carabineros que entrega un formulario que debe ser llenado por un siquiatra. Luego de rendir test como el de Rorschach, contestar cuestionarios y realizar una evaluación neurológica, se debe incluir un certificado de antecedentes. Con esos elementos se rinde la prueba sobre la Ley de Control de Armas en Carabineros: 57 preguntas que requieren como mínimo un 75% de acierto. Es, en definitiva, como dar sólo el examen teórico para obtener la licencia de conducir.

Palacios afirma que su propuesta llenará ese vacío y tiene confianza en que el ministro de Interior, Andrés Chadwick, que fue sumamente crítico, recapacitará y le dará su respaldo:

-Es de sentido común que una persona que compra un arma la sepa usar, porque es un elemento súper peligroso. Hemos estado tratando de contactarnos con el ministro del Interior para ver cuál es el conducto regular para abordar esto. Hace poquito le mandé mensajes al ministro de Interior y me imagino que durante el día tendremos respuesta.

¿Le dejó el visto?

Sí. Me dejó el visto. Le pregunté si nos podíamos juntar. Hace años que los distintos gobiernos están en campañas para que las personas entreguen sus armas, pero han sido poco efectivas. Me imagino que su agenda es muy apretada...

¿O sea, no le mandó ni el pulgar para arriba?

No, no todavía.

La concejala de Revolución Democrática Catalina Rubio explica que Palacios tomó la decisión de potenciar la enseñanza en disparar sin consultar previamente con el Concejo Municipal y aunque tal facultad, recalca, le está permitida, una intervención de esta naturaleza debería haber sido motivo de debate.

También apela a que las cifras que maneja Palacios tienen una distorsión, ya que la comuna "alberga villas de uniformados y exuniformados, entonces esa proyección que él hace de que existe un arma cada tres casas es equivocada, no tiene respaldo. Se podría pensar que las armas se concentran sólo en estos grupos poblacionales".

Mientras Carola Gómez, vocera de la agrupación de comités de seguridad de La Reina, señala que la entidad que reúne a los vecinos "es contraria al uso de armas por la civilidad. Creemos que el trabajo de protegernos con armas de fuego es de Carabineros de Chile y de la PDI".

"En caso de que vecinos que en su derecho han comprado armas para defenderse de los delincuentes, deben responsablemente tener un curso de capacitación de uso correcto de armas para no dañar a terceros, a sus familias -especialmente los niños- y saber sicológicamente cómo actuar ante un hecho delictivo. Nuestra seguridad debe ser respaldada y protegida por las policías que el Estado nos entrega para nuestra defensa, y por la seguridad municipal, por ello pedimos ese refuerzo y ese trabajo al gobierno. No creemos que debemos armarnos los vecinos", aclara.