Fiscal de San Diego especializado en crímenes contra menores de edad: “Cuando ves a un niño en una sala de autopsia es algo que nunca olvidas”
Jeffrey Dort participó de un seminario organizado por la Fundación Amparo y Justicia, que tuvo por objetivo abordar las muertes de menores de edad en distintas circunstancias y donde participaron varias instituciones nacionales. En conversación con La Tercera, el persecutor estadounidense, con más de 33 años de experiencia, se refiere a los desafíos que enfrenta nuestro país en la materia y comenta los casos que ha tenido que indagar en su país.
Pese a llevar más de 20 años investigando casos de homicidios contra menores de edad en San Diego, California, el fiscal estadounidense Jeffrey Dort dice que hay momentos que no se pueden borrar de la memoria.
Es por ejemplo cuando ha tenido que ver a un niño en una sala de autopsias. Con más de 100 casos indagados, y con la mayoría de ellos resueltos, Dort recuerda un caso en particular ocurrido hace 10 años, pero que no puede olvidar. Se trata del caso de un pequeño de tres meses llamado Juan, en San Diego, quien fue brutalmente atacado por su padrastro. “Ese caso me golpeó fuerte”, dice a La Tercera. “El hombre tenía otro hijo y quería que su mujer pasara más tiempo con ese hijo y no con el pequeño bebé”, recuerda del caso. Sin razón aparente, el sujeto, quien fue declarado culpable por los tribunales estadounidenses, lanzó al menor contra una pared rompiendo su cabeza. “Cuando ves a un niño en una sala de autopsia es un pensamiento que nunca olvidas. Esperas que la gente mayor muera o que quienes usan armas mueran, pero no los niños. Eso fue muy fuerte”.
Dort es fiscal en el distrito de San Diego, Estados Unidos, donde se ha especializado en la persecución de casos de homicidio, agresiones sexuales y abusos a niñas, niños y adolescentes. Además, se dedica al entrenamiento de policías y fiscales para la investigación de homicidios infantiles. Esto último, dice, es fundamental para la obtención de resultados exitosos en investigaciones.
El jueves, el fiscal estadounidense participó en un seminario organizado por la Fundación Amparo y Justicia donde abordaron los crímenes en menores de edad, recogiendo la experiencia internacional y los casos ocurridos en Chile. El fiscal de San Diego fue uno de los cuatro invitados internacionales que tuvo el evento.
En la instancia participaron autoridades del Ministerio Público, Servicio Médico Legal, Carabineros, PDI, Poder Judicial, Subsecretaría de la Niñez, Ministerio de Salud, Subsecretaría de Prevención del Delito y Defensoría de la Niñez. En esta entrevista, Dort entrega luces de cómo dirigir una investigación exitosa cuando se trata del crimen de un niño y aborda los desafíos que enfrenta nuestro país en esa materia.
En el simposio, la Fundación Amparo y Justicia entregó un informe con datos obtenidos de de la Subsecretaría del Interior donde se señala que los crímenes a menores de edad se han incrementado en un 78% en los últimos 5 años. La mayor proporción de víctimas son adolescentes entre 14 y 17 años (68%).
En el último tiempo en Chile hemos tenido casos de menores de edad que se involucraron en bandas criminales y terminaron baleados. ¿Cómo evitar que los niños se metan en bandas?
Es muy difícil y es un problema que también tenemos en Estados Unidos. A veces las bandas, o los hombres más viejos, dan pistolas a los niños porque los cargos son mucho menores si un niño de 15 años está llevando una arma en vez de un hombre de 25. Es un proceso que sucede en muchos países y no puedo dar una respuesta que sea sobre las leyes o sobre aumentar las penas para los niños de 15 años. Creo que es un problema sistémico relacionado a que hay demasiadas armas y desgraciadamente la violencia es una forma de vida cotidiana en las grandes ciudades de los países grandes.
¿Cuál ves que es el problema principal respecto a los homicidios en América Latina?
Si miras una mapa de todos los homicidios en América Latina, la mayoría están en Centroamérica y parecen estar ligados a los drogas. Así que el tráfico de drogas probablemente sería la causa número uno. Afortunadamente, respecto a los crímenes de niños, en Chile el número de menores de edad que mueren es mucho menor que en otros países latinoamericanos. Pero en la investigación que he hecho, Chile está tomando una estrategia fuerte para esto, porque en los últimos dos o tres años los números han comenzado a aumentar. Así que parece que Chile está tratando de avanzar en este problema.
Dort afirma que para enfrentar el hecho de niños muriendo en circunstancias violentas lo primero es “tomar conciencia de que se trata de un problema”. Lo segundo, dice, es el trabajo unificado entre las instituciones.
Violencia intrafamiliar
Pese a que en el último tiempo han surgido casos en nuestro país de menores de edad muertos en medio de balaceras, un reciente informe del Ministerio Público señala que la variación más significativa de este fenómeno se observa en los homicidios en contexto de violencia intrafamiliar, con un aumento del 600% en el último año, pasando de tener 2 casos en 2022 a 14 en 2023.
¿Cuál es la forma correcta de liderar una investigación exitosa en el caso de un homicidio de un niño?
Esa es una pregunta difícil porque hay muchas formas diferentes en que puede morir un niño. Y creo que eso es lo bueno del seminario que celebramos en Chile, ser capaces de tomar varios ejemplos diferentes. Si un niño de un año muere, eso es muy diferente a que muera un niño de cinco años, uno de diez años o uno de quince años. Así que realmente no existe una única forma de investigar un homicidio infantil. Creo que se rige por las circunstancias del caso.
¿Pero cuáles son las principales complicaciones cuando se investiga el homicidio de un niño?
Por ejemplo, si un hombre entra a un bar y asesina a otro, ese no sería un crimen muy difícil de investigar porque habría testigos y probablemente tendríamos el arma. Pero si tenemos a un niño de 3 años que se lleva al hospital y muere allí, ese es un caso muy diferente y muy difícil, porque la escena del crimen probablemente está en la casa. Probablemente, el autor fue uno de los padres y ahora tienes dos escenas de crimen, el hospital y la casa. Y cuando la policía va a la casa ya todo cambió. Así que una de las principales complicaciones de homicidios de niños es que la ubicación del crimen es usualmente cubierta.
Entonces, el trabajo policial es fundamental, ¿cierto?
Es extremadamente importante.
¿De quién es la responsabilidad en un caso que termina sin responsables?
Es difícil de decir. No sé de los casos de ustedes, pero creo que cuando hay una persona que fue llevada a tribunales y termina como ‘no culpable’ todo el mundo examina lo que no fue probado. Porque un ‘no culpable’ no significa que no hizo lo que se acusaba, sino que el fiscal y la policía no pudieron probarlo. Soy un fiscal en San Diego, lo he sido por 33 años y he tenido algunos casos con no culpables. Sé que la persona lo hizo y luego vuelvo y miro qué resultó mal, por qué no pude obtener la evidencia. Así que es multidimensional.
Por último, hablando sobre casos de agresiones sexuales a menores de edad, ¿cuál es el perfil de los sujetos que cometen estos delitos?
Es una persona que tiene la capacidad de acercarse a los niños. Hace mucho tiempo, al menos en los Estados Unidos, enseñamos a los niños que se preocuparan si los seguía alguien extraño en la calle, lo que sigue siendo verdad. Pero no es alguien que salga de un auto, agarre a un niño y lo agreda sexualmente. Sucede, pero es una circunstancia muy rara. El perfil de un sujeto que agrede sexualmente a un niño es usualmente una persona solitaria, usualmente hombre, usualmente alguien de la familia o que tiene acceso al niño. Puede ser un vecino, pero usualmente es un tío o alguien que es confiado por la familia. Es un crimen que se hace en secreto y eso es lo difícil de descubrir.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.