Fuego amigo no da tregua: PPD e independientes se suman a la frustración por el estado de la reforma de pensiones

El inicio de 2025 ha sido convulsionado para la ministra Jeannette Jara.

Desde el lunes de esta semana, la titular de Trabajo ha debido hacer frente a las críticas de dirigentes oficialistas sobre el rumbo que ha tomado la reforma de pensiones que ella impulsa. Los primeros fueron los comunistas -su partido-, que se abrieron a retirar el proyecto. Luego los socialistas, que transparentaron su preocupación. Y ahora, los PPD e independientes también hicieron ver sus reparos.

La jefa de esa bancada en la Cámara, la diputada Camila Musante (independiente), sinceró a este medio que “esperaría que las promesas se cumplieran. Acá han existido compromisos incluso firmados por la ministra del Trabajo, en el caso de la propuesta que le hizo la bancada PPD e independientes, hace un año ya, que incorporaba la rebaja de la tabla de mortalidad de 110 a 85 a años, ello con un seguro complementario de longevidad para los casos de quienes vivan más de 85 años”.

La parlamentaria lamentó que “hasta ahora, las respuestas de la ministra han sido más en miras de no cumplir la palabra, el compromiso con nosotros como bancada. Más allá de que nos cumpla como bancada, el problema es que no se le ha cumplido al país. Eso yo lo veo como algo peligroso”. Musante advirtió que esa preocupación podría traducirse en que “no estén los votos”, aunque enfatizó que su intención es “jugármela porque el acuerdo salga, pero que sea un buen acuerdo”.

En esa misma línea, el diputado Jaime Araya (independiente) reconoció que “es muy decepcionante para quienes apoyamos la reforma en la Cámara ver el curso que está tomando la tramitación en el Senado”. Él argumentó que “nosotros renunciamos a nuestra pretensiones, firmando un acuerdo con el gobierno donde se comprometía a rebajar la tabla de mortalidad de 110 años a 85, acompañada de un seguro de longevidad, y parece que, como no había un notario, ese acuerdo no se está cumpliendo”.

Araya agregó que esa decepción podría derivar en “aprobar solo el alza de la PGU a $250.000, y el resto votarlo en contra. Con mi voto no, no está para hacer más ricos a los dueños de las AFP”.

Por su parte, el diputado Carlos Bianchi (independiente) aseguró que él no está decepcionado, puesto que nunca tuvo expectativas altas. Sí, reconoció, está frustrado. “Cuando la propia ministra firma el acuerdo para rebajar la tabla de mortalidad (...) y luego lo desconoce, eso frustra”, reclamó.

Además, Bianchi afirmó que “me frustra mucho ver cómo no somos capaces de llegar al acuerdo final para esta reforma. Yo creo que muchas reformas ya no van a estar. El gobierno con suerte va a administrar. Ya está demostrando que le ha costado mucho gobernar. En esos meses, últimos de su mandato, la gobernabilidad va a estar en juego, porque si no es capaz de poner urgencia a un proyecto tan relevante como este, quiere decir que, con suerte, administra”.

El senador Pedro Araya, quien es militante PPD, fue un paso más allá. Junto con transparentar que está “muy decepcionado por el rumbo que tomó la discusión de la reforma de pensiones”, reconoció algo que, hasta ahora, no se había dicho en el Socialismo Democrático.

“Lo que ha dicho el PC y algunos diputados del PS (sobre retirar el proyecto) no es descabellado, porque si uno mira esta reforma, probablemente se está consiguiendo mucho menos de lo que se había conseguido en la negociación con el gobierno del presidente Piñera. Claramente es una derrota política para el gobierno del Presidente Boric, y es una tremenda decepción”, dijo a La Tercera.

El senador agregó que “yo no descarto que se retire o que la reforma sea rechazada, porque no es una reforma que vaya a pagar buenas pensiones, especialmente para la clase media. Si no, lo que se está haciendo es favorecer a la industria”. Además, aclaró que “no tengo claro mi voto. Si se tuviera que votar hoy, con lo que se ha conocido de la negociación, posiblemente me abstenga o vote en contra”.

En caso de no llegar a un acuerdo, Araya es de la idea de que el gobierno “tiene que ponerse colorado y decirles a los chilenos y chilenas que no hay reforma previsional porque la derecha se niega a que avancemos realmente hacia un sistema de seguridad social, y que aquí los únicos que van a ganar con la reforma son las AFP”.

En medio de este tipo de reclamos, esta mañana, en entrevista con Radio Universidad de Chile, la ministra Jara hizo una autocrítica y afirmó que “todo eso de que el proyecto se ha ido desconfigurando o que ha perdido aquello o le falta esto otro, yo creo que es un déficit nuestro de no haber podido informar a cada uno de los parlamentarios debidamente”.

De todas formas, Jara encontró respaldo en la bancada de diputados PPD e independientes, con quienes se reunirá el jueves de la próxima semana en el ministerio. Ayer, el expresidente de la Cámara Raúl Soto, quien es militante de la colectividad, hizo un llamado a los diputados del PC y el PS a que “no se transformen en los sepultureros de la reforma de pensiones del gobierno”.

Por otro lado, el diputado Héctor Ulloa (independiente), quien integra la comisión de Trabajo, planteó que “no somos guaripolas del PC ni del exalcalde Jadue. Me parece que la reforma requiere de un acuerdo y, si ese acuerdo cumple con ciertos mínimos, es decir si se hace cargo de un seguro de longevidad de la mujer respecto del hombre, de incorporar un aumento de las pensiones hoy día (...), algún componente importante de competencia en la industria de la AFP (...) y si hace cargo de la propuesta nuestra respecto de la tabla de mortalidad (...), obviamente que vamos a empujar ese acuerdo y no lo vamos a torpedear. Pero esas son las líneas rojas que tenemos como bancada”.