¿Golpe fallido o autogolpe? Las dudas y detalles de las tres horas de zozobra que vivió Bolivia por el alzamiento militar
Un día después del levantamiento militar liderado por el comandante del Ejército, el general Juan José Zúñiga, crecen las interrogantes sobre el episodio que tuvo en vilo al país vecino.
La calma regresó el jueves a las calles de La Paz, luego que en la víspera el levantamiento militar en contra del presidente Luis Arce, que fue sofocado en tres horas, sumió a Bolivia en la zozobra. La incertidumbre y el caos político vividos el miércoles en el país vecino dieron paso durante esta jornada a imágenes de supermercados que se disponían a abrir sus puertas, mientras las filas se habían disipado en las estaciones de venta de combustibles, según dio cuenta el diario argentino La Nación.
Sin embargo, el diario cruceño El Deber informó que los cuatro accesos a la histórica Plaza Murillo, corazón político del país, se encontraban cerrados y custodiados por un fuerte contingente policial. Mientras que en las inmediaciones del Palacio Quemado se observaba un reducido grupo de personas que mantienen una vigilia en rechazo a los hechos ocurridos la tarde del miércoles.
En la vecina ciudad de El Alto, en tanto, sectores sociales se declararon en emergencia y convocaron a una movilización para este jueves a partir de las 8:00 de la mañana en el Cruce a Viacha, una de las principales vías de acceso a la urbe. La medida es liderada por juntas vecinales, representantes del transporte público y gremiales.
Si bien simpatizantes de Arce amanecieron en vigilia en puertas de la comisaría de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), donde está detenido el general Juan José Zúñiga, cabecilla del fallido levantamiento militar, en las calles de Bolivia todavía parecía flotar la duda sobre lo ocurrido en la tarde del miércoles, cuando al mando de tanques y soldados armados, el ahora destituido comandante del Ejército, tomó por asalto el palacio presidencial en La Paz.
¿Fue un golpe fallido como dice el gobierno o un autogolpe como denuncian sectores del evismo? ¿Zúñiga actuó solo o tuvo el apoyo de otros sectores militares? ¿Formó parte de un nuevo capítulo de la lucha de poder entre Arce y el expresidente Evo Morales?, son algunas de las interrogantes que subsisten, como destacan La Nación y otros medios.
Las dudas sobre lo sucedido se vieron alimentadas por las declaraciones efectuadas por el propio Zúñiga antes de ser detenido. Antes de ser subido al vehículo de las fuerzas de seguridad habló con la prensa y aseguró que fue el propio Arce quien le ordenó la acción, aunque fuentes cercanas al mandatario confirmaron a Infobae que “Lucho no está detrás del golpe”.
“El día domingo me reuní con el Presidente y me dijo que la situación está muy jodida, que esta semana va a ser crítica y que era necesario preparar algo para levantar su popularidad. Yo le pregunté: ‘¿Sacamos los blindados?’. ‘Sacá’. Entonces, el domingo en la noche ya los blindados empezaron a bajar, seis cascabeles, seis urutús y más de 14 zetas del regimiento de Achacachi”, dijo Zúñiga en su breve declaración.
Varios ministros del presidente Arce, entre ellos María Nela Prado, ministra de la Presidencia y brazo derecho del mandatario, rechazaron las versiones de Zúñiga de un supuesto autogolpe. “Buscaban descabezar al gobierno y atentar contra el mandatario”, dijo la ministra al final de la agitada jornada del miércoles. “Es absolutamente falso y son cosas que realmente me resultan inconcebibles”, apuntó ante las versiones de un autogolpe.
Incluso, Prado informó que el ahora excomandante del Ejército “confesó” que el intento de golpe de Estado fracasó porque los refuerzos de las unidades militares de Viacha y de la Fuerza Aérea boliviana no llegaron a La Paz. “Se le pregunta: ‘Indique el motivo por el cual no se llegaron a consumar los objetivos del alzamiento’. Respuesta de Juan José Zúñiga: ‘Porque las unidades de Viacha tardaron en llegar, también el personal de la Armada y de la Fuerza Aérea no pudieron llegar’”, detalló.
Inicialmente, Zúñiga tenía planificado realizar la toma a las 11:00; sin embargo, se ejecutó a las 14:30, agregó Prada.
Por su parte, el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, reveló la noche de este miércoles que tuvo conocimiento de un movimiento militar “no normal” seis horas antes del golpe de Estado fallido, al mando del general Juan José Zúñiga. “Personal de confianza que tengo, como ministro de Defensa, aproximadamente a las 9 de la mañana me llama con urgencia y me informa que personal militar se movilizaba de Challapata, y este personal era puro instructores, especialistas, y venían armados en seis camionetas y que este movimiento no era normal. Inmediatamente me comuniqué primero con el comandante de Ejército (Zúñiga) y le pedí explicaciones sobre este movimiento, él me manifestó lo siguiente: ‘¿Voy a averiguar y le devuelvo la llamada’”, relató Novillo.
Novillo informó este jueves que militares del sector pasivo y probablemente civiles están involucrados en el fallido golpe de Estado. “No son solo personas militares, por las primeras informaciones que se tiene, también están involucrados militares del sector pasivo y aparentemente también personal civil”, precisó en conferencia de prensa reproducida por la red Uno. Añadió que la acción emprendida por el ahora excomandante general del Ejército Juan José Zúñiga, y el excomandante general de la Armada boliviana, vicealmirante Juan Arnez Salvador, están en proceso de investigación.
Al respecto, el ministro de Justicia, Iván Lima, informó que se inició una acción penal contra Zúñiga por los delitos de alzamiento armado contra la seguridad y soberanía del Estado, seducción de tropas y atentado contra el Presidente y otros dignatarios. Además, señaló que el exjefe militar se enfrenta a una condena de hasta 20 años por atentar contra la democracia y la Constitución Política del Estado.
A su turno, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, en una entrevista con el canal estatal, también negó que se hubiera realizado un “simulacro” de golpe. “Cómo podemos hablar de un simulacro, de un fraudulento intento de golpe, cuando ya tenemos a las principales cabezas actualmente aprehendidas; cómo podemos polemizar con un tema tan sensible (...) cuando en este momento hay 12 heridos (y los militares) reprimieron a políticos de izquierda y de derecha azules o menos azules”, señaló.
Para reforzar sus dichos, De Castillo aseguró este jueves que, según las investigaciones e informes técnicos, un grupo militar liderado por Zúñiga planificó la insubordinación hace tres semanas. Además, el funcionario afirmó que, tras la toma militar de la Plaza Murillo y el golpe de Estado fallido, el destituido jefe del Ejército “carece de veracidad”.
“Varios militares se organizaron, confabularon para tratar de transgredir el orden constitucional y hubo un golpe de Estado fallido (…) De acuerdo a los informes técnicos periciales, nos dan una fecha aproximada, que hace aproximadamente unas tres semanas este hecho se habría planificado para derrocar a un gobierno democráticamente electo”, dijo Del Castillo en contacto con Unitel.
“La persona privada de libertad, el señor Juan José Zúñiga, carece de cualquier grado de veracidad, en atención a las últimas declaraciones que ha vertido en los distintos medios de comunicación; precisamente, esa fue una de las razones por las cuales ya estaba anoticiado de la pérdida de su cargo. Él había vulnerado la Constitución, un militar no puede deliberar sobre política (…), los militares están para cumplir instrucciones, están para proteger la soberanía del pueblo boliviano, están para proteger la integridad de todo el territorio nacional”, sostuvo Del Castillo.
Asimismo, el ministro de Gobierno aseveró que la policía desmantelará “la red antidemocrática” que intentó transgredir el orden constitucional e informó que cerca de 10 militares implicados fueron capturados en calidad de aprehendidos. “En este momento ya hay cerca de una decena de militares aprehendidos que han confabulado para derrocar a un gobierno democráticamente electo”, reveló Del Castillo.
Más tarde, Del Castillo actualizó la cifra de detenidos. “Ya se ha logrado la aprehensión de un total de 17 personas por haber intentado consumar un golpe de Estado dentro del territorio nacional”, señaló el ministro, quien informó de que la Policía busca a por lo menos otros tres militares más. Entre los nuevos detenidos, destacó, hay civiles. Del mismo modo, reveló que la Fiscalía presentó un informe que brinda algunos detalles más sobre lo ocurrido. Sin precisar mucho más para no entorpecer la investigación, dijo, la asonada se habría planificado desde el mes de mayo.
Pero en diálogo con el diario Página/12, Juan Ramón Quintana, exministro de la Presidencia de Evo Morales, adhirió a la hipótesis del autogolpe: “Esto es una gran puesta en escena”. El histórico líder del MAS ya había expresado que se estaba “preparando un autogolpe”. Quintana, oficial retirado del Ejército, sociólogo y militante del espacio de Evo, insistió que “es el escenario de un golpe aparente, yo diría más una puesta en escena que un golpe”.
Quintana, muy crítico de Arce, exministro de Economía de Morales hasta 2019, explicó que el Presidente “necesita restablecer su credibilidad política para el año y fracción que le queda en el gobierno. Pero este es un punto de quiebre. El segundo objetivo lo iba a cumplir Zúñiga si se salía con la suya, que era detener a Evo”.
Por su parte, varios analistas señalan una serie de “incongruencias” en lo ocurrido. En particular, se destaca la pasividad del presidente Arce frente a la insubordinación del general Zúñiga, a quien él mismo había nombrado este año y era considerado uno de sus hombres de confianza.
De hecho, informa agencia Fides, horas antes de la toma militar de Plaza Murillo el diputado arcista Rolando Enríquez Cuéllar quería condecorar a Zúñiga por supuestamente defender la Constitución al decir que Evo Morales no podía volver a ser candidato a la presidencia.
“El gobierno de Arce logró ayer un gran respaldo internacional, cohesionó a los sindicatos que lo respaldan y logró respaldo incluso de los opositores, pero todo se está disipando y a estas alturas el supuesto golpe militar ha perdido sustento y credibilidad en las calles”, comentó el analista político Franklin Pareja. “Quizá el gobierno busca endurecerse para afrontar la situación social que puede tornarse complicada”, acotó.
“Lo ocurrido en Bolivia no llegó siquiera a la categoría de golpe de Estado fallido ni a autogolpe, fue una asonada militar, un exabrupto a título personal del Gral. Zúñiga, que arrastró a algunas autoridades y unidades militares, como un folclórico epílogo de su corta gestión como comandante del Ejército boliviano”, comentó a La Tercera el analista y decano de la Facultad de Ciencias Políticas, Derecho y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica Boliviana.
“El presidente Arce, de encontrarse asediado por la conflictividad social y económica, víctima de este conato de golpe recibió expresiones de solidaridad, apoyo interno y externo, que le otorgan una segunda oportunidad para reconducir su gobierno. Los diferentes actores nacionales e internacionales, al defender la continuidad de la democracia asediada, le dieron un espaldarazo a Arce y a su gobierno. La interrogante es si el gobierno de Arce tiene ahora la excusa perfecta para radicalizar su gobierno, gobernar con mano dura, con las Fuerzas Armadas y la Justicia subordinadas, con la Asamblea sin sesionar y sin opositores al frente. Arce retomó el control del Estado, su candidatura a la reelección sigue intacta, en cambio la oposición y el evismo vieron los acontecimientos por televisión, lejos del poder y deseosos de volver a la campaña”, concluyó.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.