Hasta con apoyo de la escritora Isabel Allende: Isabel Parra también entra en carrera por el Premio Nacional de Música
La cantautora, hija de Violeta Parra, fue postulada de manera oficial al galardón, a través de una presentación que incluyó cartas de apoyo de variadas personalidades del mundo cultural, como la escritora radicada en Estados Unidos, el filósofo Gastón Soublette y el actor Alfredo Castro. El reconocimiento se revelaría a partir de septiembre.
La carrera por la versión 2024 del Premio Nacional de Artes Musicales de Chile tiene hasta ahora dos figuras fundamentales. El pasado viernes 5 de julio, cuando culminaba el plazo para inscribir las candidaturas en el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, se oficializó la postulación del pianista Valentín Trujillo, en una larga cruzada que acumula varios años y que esta vez tuvo el apoyo de seis instituciones, entre las que destaca la SCD y Chilectores.
Pero la entrada al proceso del legendario músico no fue la única. Esa misma jornada también se inscribió la candidatura de Isabel Parra, hija de Violeta Parra y cantautora que viene desarrollando una sostenida obra a nivel creativo, discográfico y de gestión desde los años 60. Es, de hecho, una de las voces más significativas del movimiento de la Nueva canción chilena.
Bajo esos antecedentes, su postulación fue impulsada por Javiera Blanco Herrera, Directora Ejecutiva de la productora y realizadora de eventos culturales Cultura Violeta, quien argumenta a Culto: “Esta postulación nace de la convicción de que es fundamental reconocer en vida la obra y trayectoria de nuestros más destacados referentes en el arte y la cultura. Reconocer el legado de Isabel no solo honra a Violeta Parra, sino que también es un gesto significativo hacia el folclore, dado que el Premio Nacional de Artes Musicales tiende a favorecer la música docta”.
Para timbrar la candidatura de Parra al galardón -cuyo verdadero nombre es Violeta Isabel Cereceda Parra-, los encargados entregaron un dossier de su trayectoria, resaltando su vida, su obra, sus libros, sus distinciones y su gestión cultural; y una carta dirigida al jurado del Premio Nacional de Música, donde se presenta y justifica su inclusión.
“Trabajadora incansable ha sabido convertirse en una gestora cultural que vincula la rica experiencia de esa generación a la que pertenece con la proyección a la sociedad entera. También ha visto con claridad a los más jóvenes de la sociedad, mostrando la capacidad de adaptarse a los desafíos técnicos, a los escenarios nuevos y a los retos del presente, como ha hecho a lo largo de las más de seis décadas de actividad como artista regalándonos su voz, su memoria, su creación y su compromiso con la belleza y la verdad”, dice la misiva.
Voces estelares
La oficialización también incluye una serie de cartas de apoyo de connotadas figuras de la cultura nacional secundando la posible obtención del reconocimiento. Entre ellas aparece, por ejemplo, la escritora y Premio Nacional de Literatura Isabel Allende, quien en su texto escribe: “Junto a la vasta creación musical y cultural es importante reconocer su trabajo de rescate, conservación y difusión de la obra de su madre, Violeta Parra. En este sentido, en Isabel Parra no sólo vive el legado de Violeta que se funde con su creación original, sino que también su deseo generoso de que todos los chilenos y chilenas accedan a él”. Además, la califica como “emblema femenino” en su aproximación a la cultura chilena.
El filósofo Gastón Soublette (Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2023) también manifestó su apoyo a través de una carta, donde destaca los méritos de Parra como autora, su mirada social, y también su faena como guardiana del legado de su madre. “Violeta Parra fue una gran maestra; su influencia marcó mi vida y guió mis estudios y trabajos posteriores, vinculados a la cultura popular y tradicional chilena. En este sentido, el legado del talentoso clan Parra, al cual me siento profundamente vinculado, ha dejado una huella imborrable no sólo en mí, sino también en Chile, Latinoamérica y el mundo”, apunta Soublette. Por lo mismo, recomienda “enfáticamente” que se le otorgue el premio a la artista.
Otros nombres que entregaron cartas de apoyo son los cantautores Manuel García, Gepe, Nano Stern y Manuel Meriño; los rectores universitarios Ignacio Sánchez (Universidad Católica), Rodrigo Vidal (USACH) y Marisol Durán (UTEM); y otras personalidades como el actor Alfredo Castro, el realizador Cristián Galaz, el poeta Raúl Zurita, el sociólogo Tomás Moulian y el escritor Cristián Warnken.
También hay un link aquí con firmas ciudadanas para impulsar el camino de Parra hacia el prestigioso reconocimiento.
Consultada por el tema, la propia cantante comenta: “Me siento honrada de que ciudadanas y ciudadanos se hayan organizado para presentar esta postulación. Esas firmas representan el amor por mi trabajo que por tanto tiempo ha recogido el canto popular y el folclor, me conmueve y me gratifica”.
¿Giro a lo popular?
La arremetida por Parra -así como también la del “tío” Valentín- es un nuevo intento por acercar el Premio Nacional de Artes Musicales hacia representantes más masivos y transversales, bajo el propósito de distanciarlo del casillero más docto y académico al que mayoritariamente se ha remitido desde su instauración en 1992. Desde esa versión, sólo galardonados como Margot Loyola y Vicente Bianchi aparecen como creadores más cercanos a expresiones populares. Con una entrega cada dos años, la última en recibirlo fue en 2022 la destacada investigadora, compositora de música mapuche y musicóloga Elisa Avendaño Curaqueo.
Según lo que define la Ley N° 19.169 sobre otorgamiento de premios nacionales, los jurados ya asignados deberán reunirse durante agosto y emitirán su fallo en el plazo máximo de 30 días a contar de su constitución. O sea, cerca de septiembre se podría saber quien será el elegido para la edición 2024.
Para esta vez, el jurado está integrado por la Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo; la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Deves (o a quien se designe en su representación); la última galardonada, Elisa Avendaño; un/a académica/o designado/a por el Consejo de Rectores, elegida/o entre el resto de las universidades que lo integran; un/a representante de la Academia Chilena de Bellas Artes; y dos personas representantes del Consejo Nacional de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Según lo establecido en el mismo reglamento, la persona reconocida obtendrá un diploma, un monto en dinero y una pensión vitalicia mensual equivalente a 20 UTM.
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