¿Hay espacio para reconstruir un acuerdo con el Frente Amplio? El desencanto de los dirigentes de la exConcertación con el bloque

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A seis años de que algunos de sus principales dirigentes irrumpieran en el Congreso, y a casi cuatro de que se fundara formalmente el conglomerado, varios históricos líderes de la exConcertación ven con desazón las últimas señales que ha dado el Frente Amplio. Sin embargo, la mayoría insiste en que es necesario lograr entendimientos de cara a los siguientes desafíos electorales.


“Hace una semana había muchos encandilados con el Frente Amplio”. Así relatan en la centroizquierda el efecto que se generó en algunos militantes de las colectividades de la ex Concertación, luego de las fracasadas negociaciones para alcanzar un acuerdo de primarias en las elecciones municipales y de gobernadores regionales, y que terminó con el sector dividido en dos pactos separados.

A una semana de esas conversaciones, en las colectividades dicen que ven con “desazón” y “frustración” los resultados del primer desafío electoral del sector. En ese sentido, varios fueron los dirigentes de la ex coalición que no dudaron en apuntar directamente a los frenteamplistas como los responsables de la división opositora.

“La vieja cocina” y una de las “peores actitudes en la política”, fueron algunas de las frases que lanzaron dirigentas como la exalcaldesa de Santiago, Carolina Tohá (PPD) y la senadora DC, Carolina Goic. Esta última, en entrevista con La Tercera, sostuvo que “uno de los resultados es que hay mucha gente desilusionada de la oferta que hizo el FA y que no cumplió”.

En las colectividades de la ex Concertación sostienen que el cambio de actitud hacia ese bloque se intensificó por un episodio en particular. Casi al final de las negociaciones -que se dieron en la sede del Partido Socialista- los timoneles de la Convergencia Progresista, Álvaro Elizalde (PS), Carlos Maldonado (PR) y Heraldo Muñoz (PPD), acusaron a sus pares del FA de irse “escondidos” a firmar un pacto de primarias por sí solos, mientras aún seguían las conversaciones. Y, pese a que eso fue desmentido tajantemente por los frenteamplistas, en la centroizquierda quedó instalada cierta desconfianza hacia el joven conglomerado.

Así, entre algunos dirigentes del sector que alguna vez mostraron cercanías a ese bloque, hoy critican su giros y reconocen que el desafío de alcanzar la unidad de toda la oposición para los distintos hitos electorales podría complicarse.

Uno de esos es la exalcaldesa Tohá, quien luego de perder la reelección a la alcaldía de Santiago y alejarse de la política, reapareció en 2018 en un seminario organizado por el Frente Amplio. La exedil, sin embargo, fue una de las voces más críticas con el bloque y los acusó de querer “cocina”. “En realidad quienes querían primarias en todas partes eran Convergencia Progresista y la DC. Los del Frente Amplio son los que quieren cocina, no quieren primaria, eso es lo insólito”, dijo en T13.

En tanto, el senador del PS, Carlos Montes, afirmó el 30 de septiembre pasado, a horas de la fallida negociación que, a su juicio, “es importante lo que ha significado el Frente Amplio para nuestra historia como país”. Una visión que, sin embargo, no necesariamente comparten todos al interior de su partido y, de hecho, algunos de sus líderes han mostrado su “preocupación” respecto a las posibilidades de lograr entendimientos con ese bloque.

El exministro y expresidente socialista, Osvaldo Andrade, afirmó que “estas cosas no son fáciles, yo lo reconozco, pero soy optimista”. Sin embargo, advierte que “lo que a mí me provoca una cierta preocupación es que el Frente Amplio ha insistido en que sus intenciones son gobernar y la experiencia de la izquierda más tradicional es que para poder gobernar se requieren mayorías (...). En ese sentido, la necesidad de construir espacios de entendimientos es fundamental. Me preocupa que eso no se entienda”.

“Creo que el remezón que significó el traspié reciente va a obligar a muchos, no solo al Frente Amplio, a tener una mirada más generosa respecto de estas cosas”, agregó.

En esa misma línea, el exministro del PPD, Sergio Bitar, señaló que “la actitud de un sector importante del Frente Amplio, que se creó con la tesis de sacar a la exNM, es una tesis desplazada. Ese propósito está obsoleto porque no es posible tener la posibilidad de ganar una elección y la constituyente con esa tesis”. Y, respecto de las posibilidades de lograr entendimientos, agregó que: “la pregunta que me hago es si esto es un preludio de una persistente división o una alerta de que el adversario del FA no es la Nueva Mayoría, sino la derecha conservadora. Si eso segundo se impone estamos en condiciones para avanzar”.

Asimismo, el exsenador PS, Camilo Escalona, sostuvo que el fracaso de las conversaciones “fue un impacto fuerte”, pero que aún tienen la “obligación de generar entendimientos”. Pese a esto, manifestó que ese objetivo se debe ver luego del plebiscito, debido a que “ahora es difícil" y que "los ánimos están tensos”.

En tanto, otros dirigentes señalan que, si bien creen que es necesario lograr algún tipo de entendimiento con el Frente Amplio de cara a la presidencial y la elección de los convencionales constituyentes, ahora la prioridad sería “consolidar” el nuevo pacto de Unidad Constituyente. En esa lista de primarias se inscribió el PS, el PPD, el PR, la DC, el PRO y Ciudadanos.

“Siento frustración, sin embargo, la vida da sorpresas y el hecho de que producto de esa frustración se hable de un nuevo bloque, es interesante para el futuro y es una base de esperanza para la centroizquierda”, dijo el exministro Francisco Vidal (PPD). Y agregó: “Hay una proyección estratégica de la Unidad Constituyente, porque usa un espacio entre el liderazgo de Jadue y el de Lavín”.

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