Hinzpeter: La ruta independiente que lo distanció del gobierno
Tiene un trato cordial con figuras de la actual coalición de gobierno, pero con distancia. Por estos días, el gerente legal de Quiñenco y ex ministro del Interior volvió a estar en la escena pública al ser sindicado como quien entregó el cuestionado informe de Big Data de Alto Analytics a raíz de la crisis social al gobierno. El abogado ha expresado a cercanos su malestar por el carácter con que la actual administración revistió el estudio.
El lunes, un grupo de ministros y ex ministros de la primera administración de Sebastián Piñera se reunieron a las 20.30 horas a comer en la casa del actual titular de Energía, Juan Carlos Jobet. La idea era compartir un espacio de conversación del conglomerado de gobierno en medio del estallido social. Uno de los convocados fue el ex ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter. Pero su respuesta fue: "No, muchas gracias".
La negativa del gerente legal de Quiñenco –holding presidido por Andrónico Luksic– sólo confirmó el alejamiento paulatino del ex secretario de Estado respecto del actual gobierno. Aunque mantiene relaciones de cordialidad con varios de sus representantes -el Presidente Piñera y el propio Jobet son algunos-, al mismo tiempo desde el 18 de octubre ha consolidado una mirada crítica sobre cómo se ha enfrentado la crisis social.
Una de esas manifestaciones ocurrió a fines de noviembre. El sábado 23, El Mercurio publicó una carta en la que doce ex ministros rechazaban "categóricamente" las acusaciones de violaciones sistemáticas de los derechos humanos por parte de agentes del Estado bajo el contexto de la crisis. La misiva contó con la firma de Loreto Silva (Obras Públicas); Felipe Bulnes (Educación y Justicia) y Laurence Golborne (Minería y Energía), entre otros. Hinzpeter no la suscribió, a pesar de haber sido invitado.
Hoy, el nombre del abogado que hizo carrera política en Renovación Nacional (RN) -la que coronó siendo ministro del Interior entre 2010 y 2012 y de Defensa hasta 2014-, y su relación con el gobierno vuelve a cobrar relevancia. ¿La razón? En el día de ayer, el portal web Interferencia publicó que el conglomerado ligado al Grupo Luksic entregó un informe de Big Data al gobierno en dos reuniones a las que habría asistido el ex ministro Rodrigo Hinzpeter en los primeros días de diciembre junto con el exsubsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, en las oficinas de la ANI. Quiñenco reconoció en un comunicado público que sirvió de nexo entre Alto Analitycs y el gobierno, pero no confirmó las gestiones del exministro. Mientras desde el Ejecutivo insistieron en que dicho informe "no fue encargado por el Gobierno de Chile ni financiado con recursos públicos".
La noticia cayó como un balde de agua fría dentro de Quiñenco. Hinzpeter no ha comentado a sus cercanos sobre la supuesta reunión en dependencias de la Agencia Nacional de Inteligencia, pero sí ha negado haber entregado un informe. Su rol se habría limitado a establecer el contacto entre la empresa y el gobierno. Según se afirma al interior del holding, el titular de Interior, Gonzalo Blumel, le atribuyó un carácter "que no tiene" al estudio elaborado por Alto Data Analytics, al entregárselo al Fiscal Nacional, Jorge Abbott, como prueba de que habría injerencia extranjera en la ola de violencia post 18-O. Este punto levantó la molestia de Hinzpeter: según sus cercanos, reprocha que Blumel haya traspasado un informe que sólo era de análisis de redes sociales como de supuesta inteligencia.
El tema no es menor para el exjefe de gabinete, que conoce muy bien los riesgos de la exposición pública.
El 26 de julio del año pasado hubo un punto de inflexión en el grupo Luksic. Ese día, un artefacto explosivo al interior de una caja logró sortear los controles de seguridad del edificio de Las Condes, donde se encuentran las oficinas de holding. El paquete tenía un kilo de dinamita y estuvo en el escritorio de Hinzpeter, en el piso 16 del edificio ubicado en avenida Apoquindo, quien no alcanzó a abrirlo pues estaba almorzando con otro ejecutivo del grupo. Solo el llamado de advertencia del subsecretario Ubilla y la actuación oportuna de efectivos del Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros (Gope) evitaron una tragedia.
Tras la emergencia, Rodrigo Hinzpeter sólo habló una vez, cuando en entrevista con La Tercera señaló que "la sensación es que alguien apretó el gatillo y erró el tiro". Hoy, para comentar públicamente su visión sobre hechos de contingencia, ocupa Twitter. 25 días después del inicio del estallido social, escribió: "Escucho el noticiero de Mega que dice que todo está muy tranquilo y en paz. Que a los automovilistas se les hace bajar, que deben bailar y que pueden continuar así su viaje. A mí me parece de una violencia brutal! Qué insensato razonamiento concluye que aquello no es violento?".
Un día después escribió: "Les pido q dejen de lado las caricaturas. Hay momentos en q no hay espacio p ser espectadores ni p darse gustos. Chile cambiará para mejor. El precio ha sido alto: muertos, heridos graves y destrucción. Cada uno en su ámbito, haga un aporte a PARAR la violencia. Chile lo necesita!!".
La última publicación, del 8 de enero, dice: "Los países se derrumban en cámara lenta: en un momento no pueden hacer su prueba de admisión para educación superior".
Un activo rol gremial
Desde que ingresó a Quiñenco en abril de 2014, Hinzpeter dejó la primera línea de la política. Actualmente no solo es el gerente legal del conglomerado, sino que también es director de Compañía Cervecerías Unidas S.A. (CCU), brazo alimenticio y bebidas del grupo controlado con la holandesa Heineken. También es director de la filial en Argentina y de Embotelladoras Chilenas Unidas S.A.
El exministro apostó por meterse de lleno en el sector privado y, en 2017, entró al mundo gremial como consejero de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa). Desde entonces ha tenido una intensa agenda. Fuentes ligadas al gremio dan cuenta del rol positivo y la experiencia que ha aportado el ex secretario de Estado.
A la fecha, Hinzpeter participa en el Comité de Políticas Públicas y el Comité Internacional. En este último mantiene una participación intensiva en lo que se denomina como el Capítulo Chile-Argentina, que aborda los temas bilaterales de interés común para el mundo empresarial chileno con el vecino país. Además, interactúa en el Consejo General de Sofofa, donde se producen discusiones, análisis y reflexiones. Justamente dicha instancia ha cobrado mayor relevancia dado el contexto político y social por el cual atraviesa el país.
Aquí se han enfrentado en más de una ocasión las visiones contrapuestas del empresariado. Ejemplo de ello fue el cruce que sostuvo el propio Hinzpeter con el presidente de Gasco, Matías Pérez Cruz a fines de octubre. Este último criticó a un empresario (sin mencionar su nombre, pero aludiendo a Andrónico Luksic), asegurando que él había actuado con "oportunismo y moralina" al plantear un sueldo de $500 mil para sus trabajadores.
Hinzpeter recogió el guante y defendió el rol asumido por Luksic a pocos días del estallido social. Ese día, el consejero que representa al grupo Quiñenco calificó la arremetida de Pérez Cruz como una "falta de respeto", enfatizando que el empresario había aludido a la situación de sus compañías y que había dejado claro que no necesariamente era aplicable a todas las realidades empresariales.
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