Iglesia: Nuevo choque de competencia entre fiscales Arias y Guzmán por investigaciones de abusos sexuales en obispado castrense
La duplicación de funciones y el enfrentamiento entre Guzmán y Arias –que es reconocido como tal por cercanos a los dos persecutores- podría, afirman fuentes consultadas por La Tercera PM, perjudicar el curso de las investigaciones. El problema es que ambos consideran que han sido mandatados directamente por Abbott para indagar en los archivos militares.
El lunes los fiscales regionales de la zona metropolitana Sur, Raúl Guzmán, y de O'Higgins, Emiliano Arias, entregaron a la Fiscalía Nacional el informe que debían elaborar acerca de sus respectivas investigaciones eclesiásticas luego de que ambos chocaran en pesquisas al exobispo Juan Barros, quien es indagado por Arias en cuanto a su responsabilidad como eventual encubridor de delitos sexuales ocurridos en el obispado castrense y en Osorno cuando se desempeñó en esta región. Y por Guzmán, por razones similares. Este último lo interrogó hace una semana.
Abbott aún no define, tras una queja formal de Arias por esta situación, quién debe continuar con estas diligencias y en medio de esta indefinición se produjo un segundo choque: Guzmán tomó testimonio al obispo Pablo Lizama por el caso del excapellán Pedro Quiroz, que también está siendo investigado por Arias tras un allanamiento del obispado castrense ocurrido a inicios de agosto.
La duplicación de funciones y el enfrentamiento entre Guzmán y Arias –que es reconocido como tal por cercanos a los dos persecutores- podría, afirman fuentes consultadas por La Tercera PM, perjudicar el curso de las investigaciones. El problema es que ambos consideran que han sido mandatados directamente por Abbott para indagar en los archivos militares.
La historia es así: Hace dos meses, el 27 de julio, Abbott definió que Arias tomara conocimiento de todas las investigaciones derivadas de aquellas causas llevadas adelante por el fiscal por presuntos delitos cometidos contra niños, niñas, adolescentes y adultos, por miembros y personas vinculadas a la Iglesia Católica. Esto fue informado por Abbott en el Consejo Extraordinario de Fiscales Regionales del 30 de agosto.
Producto de este mandato y tras el ingreso a tribunales eclesiásticos y los obispados de Rancagua y Santiago, Arias allanó las oficinas de OPADE y el obispado Castrense de la capital. En todos estos procedimientos, fueron incautadas cerca de 500 carpetas, además de soportes informáticos. Hoy Arias encabeza 31 investigaciones iniciadas por la recopilación de antecedentes, otras 30 causas por denuncias y una por querella. Y ha recibido en derivación de las Fiscalías Regionales Oriente, Occidente, Centro Norte, Valparaíso, Ñuble, Concepción, Los Lagos y Aysen, otros 20 casos.
A Guzmán, que está a cargo de la Congregación Marista, Arias le derivó la causa contra del sacerdote Robinsón Piña Piña, capellán del Instituto San Fernando. Los dos fiscales además habían tenido, antes de los incidentes, tres reuniones de coordinación con Abbott; el director de la Unidad de Derechos Humanos, Violencia de Género y Delitos Sexuales, Luis Torres; y la asesoría jurídica, Marta Herrera. Sin embargo, ello no ha evitado la actual confrontación que, además, habría derivado de otra orden del Ministerio Público: Torres hace aproximadamente un mes le habría entregado a Guzmán la instrucción, emanada de Abbott, de tomar la investigación del obispado castrense, lo que no habría sido comunicado a Arias. Desde Fiscalía Nacional declinaron referirse al tema.
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