"Instrucciones verbales": Fiscalía indaga falta de protocolos del Gope para el uso de cámaras que facilitó manipular evidencia en caso Catrillanca
En Fuerzas Especiales, en tanto, se manejan instrucciones específicas y se registra quién hace uso de las GoPro, que deben ser devueltas tras los procedimientos.
"Yo, como ministro de Interior, impulsé tener las cámaras de vigilancia y que cada carabinero de Gope y de Fuerzas Especiales tuviese una en su casco, para registrar sus actuaciones, para tener control. Cómo no me va doler, a irritar, generar impotencia, cómo no me va a enojar que esa cámara comprada para eso, se haya mal utilizado y se haya roto la tarjeta", dijo hace unas semanas el ministro de Interior Andrés Chadwick al responder por la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca ante las comisiones de Derechos Humanos y Seguridad de la Cámara de Diputados.
En concreto, Carabineros, que depende de Interior, sí había destinado una serie de dispositivos de grabación a La Araucanía. Sólo el 29 de junio de este año, el Jefe de la sección de Adquisiciones y Logística del Gope, el capitán Arnaldo Carrasco Durán, firmó la recepción de 80 cámaras GoPro Hero 5 Black por $22 millones, pero en la investigación por homicidio contra Catrillanca, que sigue el Ministerio Público han surgido antecedentes de que al menos en el caso del GOPE se olvidaron de regular el uso de las cámaras, lo que facilitó que se pudiera falsear información respecto de su utilización en el operativo en que murió Catrillanca. Cabe consignar que originalmente los involucrados afirmaron que no portaban cámara alguna; luego el sargento Raúl Ávila manifestó que sí grabó, pero destruyó la evidencia porque contenía imágenes privadas; y la semana pasada su abogado, Javier Jara, reveló a este medio que "no hubo manipulación de evidencia" por parte de su cliente.
Según pudo reconstruir La Tercera PM, la Fiscalía ha realizado una serie de consultas a imputados y testigos sobre este tema. Mientras en Fuerzas Especiales los efectivos dan cuenta de que conocen a la perfección qué hacer con las grabaciones, porque existe un instructivo escrito al respecto; los del Gope informan que no tenían control alguno.
El sargento Carlos Alarcón, por ejemplo, quien percutó el disparo que mató a Catrillanca, testifica que "a su pregunta, en relación con las cámaras que nos asignaron como parte del equipamiento, estas son unas GoPro y no existe un protocolo escrito sobre su uso, solo instrucciones verbales del mando que nos indican que debemos usarlas para cada servicio. En este caso, puedo indicar que yo tenía mi cámara dentro de mi mochila táctica, la cual no portaba pues estaba en mi casillero de mi unidad en Temuco".
Ávila, en tanto, sostiene que "yo sí portaba mi cámara Gopro asignada a mi persona como equipamiento. Estaba puesta en mi casco cómo lo hago cuando lo hago cuando la ocupo. Esta cámara me fue entregada en el mes de octubre de este año, y de hecho no se me entregó un soporte para colocarla en lugar específico de m equipamiento. Para poder colocarla en mi casco tuve que hacer una adaptación del mismo".
Otro imputado, Braulio Valenzuela, detalla que él simplemente no quiso contar con una cámara y nadie le ordenó algo distinto. "Yo no tengo cámara asignada. De hecho en el momento en que fueron entregadas estas cámaras este año, yo no la recibí y le dije al encargada de la sala de armas que no quería y así quedó. Yo nunca pedí una y tampoco me la volvieron a entregar".
El cabo Patricio Sepúlveda acota que "de acuerdo a las instrucciones del mando debemos utilizar (cámaras) para grabar procedimientos. Pero en este caso al menos yo no la utilicé porque salimos rápido de la unidad".
En contraste, en Fuerzas Especiales el mayor Cristián Fernández, quien declara como testigo, precisa que "en relación con las cámaras de uso personal, puedo manifestar que cuando asumí la jefatura de la Comisaría dispuso la creación de una sección de audiovisuales y dicté una resolución para el funcionamiento de la misma. La forma de operar de las cámaras asegura que éstas estuvieran siempre a disposición del encargado de la sección, debidamente cargadas y con la tarjeta de memoria vacía. Cada vez que fuera necesaria la utilización de las cámaras se entregaría una al jefe de patrulla y además, una cámara debía instalarse en el carro policial. Una vez terminada una operación debían entregarse las cámaras al encargado bajo acta, quien luego debía descargar, la información a un disco duro. En el caso no existir ninguna información o imagen relevante, se borraban las imágenes de la tarjeta de memoria. Toda la información de salida y devolución de las cámaras quedaba debidamente registrada en un libro".
Otro funcionario que entrega su testimonio es Gabriel Veloso Benavides quien detalla que en Fuerzas Especiales el "encargado debía registrar en un libro de salida, el nombre de la persona a quien se entregó la cámara y la cámara entregada. Normalmente se entrega una para el carro, y otra para el funcionario más antiguo del carro. Al regreso del procedimiento, en el caso de existir grabaciones, el encargado de la sección traspasa las grabaciones a un
computador de la sección y se levanta un acta de entrega de video".
De hecho, las únicas imágenes con las que cuenta hasta ahora el Ministerio Público corresponde a Fuerzas Especiales que llegaron a Temucuicui después de la muerte de Catrillanca.
La Tercera PM solicitó formalmente a Carabineros el lunes conocer los protocolos del GOPE de grabación, pero hasta el cierre de esta edición éstos, de existir, no fueron entregados.
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