Iván Duque, exmandatario de Colombia: “Matthei tiene todas las posibilidades de ser la próxima presidenta de Chile”

Iván Duque, expresidente de Colombia, durante la entrevista con La Tercera. Foto: Mario Téllez/La Tercera

De visita en Santiago para participar en el homenaje que se realizará hoy a Sebastián Piñera, el actual coordinador del Grupo Libertad y Democracia conversó con La Tercera sobre la figura del fallecido expresidente, así como de las próximas elecciones en Venezuela, las recientes medidas del gobierno de Gustavo Petro en Colombia, el asesinato del exteniente Ronald Ojeda y la carrera presidencial en Chile.


“Hombre, estoy triste, estremecido con esta noticia”, comentó Iván Duque a La Tercera en febrero pasado, al conocer la muerte de Sebastián Piñera. El deceso del exmandatario chileno sorprendió al expresidente colombiano (2018-2022) en Oxford, Inglaterra, razón por la cual no pudo asistir a los funerales de su “gran amigo y compañero”, como escribió entonces en su cuenta de la red social X, a poco de conocerse el accidente aéreo que le costó la vida en el lago Ranco.

De vuelta en Santiago, luego de su participación en abril en Enade 2024, y en su actual rol de coordinador del Grupo Libertad y Democracia, Duque encabezará este martes el homenaje al fundador de este foro internacional, Sebastián Piñera. La actividad, que congregará, entre otros, a los expresidentes Mauricio Macri (Argentina), Mario Abdo (Paraguay), Jorge Quiroga (Bolivia) y el presidente Luis Lacalle Pou (Uruguay), se llevará a cabo a partir de las 17.00 en la Aula Magna de la Universidad del Desarrollo, en Las Condes.

De cara a ese evento, Duque conversó con La Tercera sobre el significado del homenaje a Piñera. Pero también se refirió a las próximas elecciones en Venezuela, las recientes medidas del gobierno de Gustavo Petro en Colombia, el asesinato del exteniente Ronald Ojeda y la carrera presidencial en Chile, entre otros temas.

A más de cuatro meses de la muerte de Piñera, ¿cómo definiría el significado de este homenaje por parte del Grupo Libertad y Democracia?

Sebastián Piñera no solamente fue uno de los grandes estadistas latinoamericanos, sino también fundador del Grupo Libertad y Democracia, y quienes lo acompañamos en ese propósito hoy venimos a Chile a rendirle un homenaje al amigo, al estadista, al fundador del Grupo Libertad y Democracia, y lo hacemos con la perspectiva de mostrar que el grupo está más vivo y más fuerte que nunca y que nos inspira y nos motiva su legado para continuar. Queremos hoy, con la familia, expresarle cinco expresidentes y un presidente en ejercicio, siete expresidentes que se pronuncian a través de medios digitales de distintos lugares del mundo, a él lo valioso que fue para nosotros como amigos y lo valioso que sigue siendo para la defensa de la democracia y la libertad.

Iván Duque, expresidente de Colombia, durante la entrevista con La Tercera. Foto: Mario Téllez/La Tercera

¿Qué siente ejercer como actual coordinador de este foro internacional fundado por Piñera?

Lo primero, un compromiso muy grande, porque ese proyecto lo pusimos en marcha con Sebastián, con Mauricio Macri, con “Tuto” Quiroga, mi persona. Después está Mario Abdo, el presidente (Guillermo) Lasso, el presidente (José María) Aznar, el presidente (Mariano) Rajoy, el presidente (Jamil) Mahuad, que también se unió a este proyecto, la expresidenta Mireya Moscoso, el presidente (Luis) Abinader, el presidente (Luis) Lacalle Pou. Entonces cuando uno ve el grupo ensamblado y el deseo de continuar, y que me hayan pedido los colegas y también la familia de Sebastián que asuma ese reto, lo hago con una enorme responsabilidad y con el deseo de fortalecer este grupo para que se convierta en una gran incubadora de nuevos liderazgos en la región, para defender la libertad y la democracia y, sobre todo, derrotar la demagogia.

El viernes el pleno de la Cámara de Representantes de Colombia aprobó el proyecto de reforma de pensiones impulsado por gobierno del presidente Gustavo Petro, que busca fortalecer la administradora estatal Colpensiones, reducir los subsidios a las altas jubilaciones y ampliar la cobertura. ¿Por qué usted ha calificado de “locura demencial” lo que quiere hacer Petro con los ahorros de los colombianos?

Yo creo que hay que partir de la base que los sistemas pensionales siempre son perfectibles y siempre son sujetos de hacerse mejoras. Sin lugar a dudas, en Colombia era necesario también quitar una alta concentración de subsidios en los quintiles de mayor ingreso de la población, eso es cierto.

Pero esta reforma hace todo menos construir equidad, porque esta reforma primero les quita la libertad de elegir a los ciudadanos. En Colombia, una de las bases del sistema era que el ciudadano podía escoger si estaba en el régimen de ahorro individual o en el régimen de prima media. Hoy el 80% de quienes cotizan al sistema quedan prácticamente encerrados en Colpensiones, y la intención del gobierno de encerrar el 80% de los contribuyentes era convertir la administradora de pensiones en un cajero automático, en una especie de chequera en blanco para el gobierno. ¿Por qué? Porque como el gobierno empieza a quedarse con los flujos de caja, empiezan a invertir esos flujos de caja en títulos de deuda de la Nación para que el gobierno tenga mayor capacidad de gasto, entonces el gobierno va a aumentar el déficit fiscal, va a aumentar el endeudamiento y lo va a financiar con las pensiones de millones de colombianos, y eso es toda una irresponsabilidad.

Segundo, el costo acumulado en el tiempo de esta reforma puede representar prácticamente el 100% del PIB en los próximos 30 o 40 años. Eso quiere decir que las generaciones futuras van a quedar altamente endeudadas y van a ser ellos quienes van a pagar la cuenta de cobro de la irresponsabilidad de este gobierno.

Y tercero, el gobierno está tratando de vender la ilusión de que va a generar equidad para las personas que están por fuera de la cobertura de cualquier sistema de protección y que sean personas mayores. Y lo digo por una sencilla razón, el gobierno va a terminar entregando recursos de miseria y va a romper un punto central de la estructura pensional de Colombia y es que la pensión mínima no puede ser inferior a un salario mínimo. Entonces, esta es una reforma que realmente lo que apunta es a utilizar el ahorro de los colombianos como la caja menor del gobierno, y por eso es absolutamente demencial.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, habla en Bogotá, el 1 de mayo de 2024. Foto: Reuters

En otro punto que tiene paralelos con lo que ha sucedido en Chile en último tiempo, el presidente Petro, en un discurso en Cali a mediados de marzo, dijo que “Colombia tiene que ir a una Asamblea Nacional Constituyente, Colombia no se tiene que arrodillar”. Sin embargo, una reciente encuesta de la empresa Cifras y Conceptos reveló que el 61% de los colombianos no apoya esta opción. ¿Cómo lo ve usted?

Es que la razón por la cual el presidente Petro habla de Constituyente, y por eso no es comparable con Chile, es porque él quiere la Asamblea Constituyente para perpetuarse en el poder. ¿Por qué? La reelección en Colombia está prohibida hoy y solamente puede restablecerse a través de una Asamblea Constituyente o de un referéndum. Entonces el presidente habla de Constituyente, habla de Constituyente sin cumplir los procedimientos contemplados en la Carta Política y lo hace de manera vedada para insertar allí la posibilidad de una reelección y su perpetuación en el poder.

Entonces las instituciones hasta ahora en Colombia han reaccionado en contra de esto y fuera de eso, que también es importante decirlo, hoy el presidente Petro no tiene control de la Corte Constitucional para tratar de buscar alguna medida desesperada. Los trámites que se deben surtir para convocar una Constituyente en Colombia pueden tomar más de dos años, luego el tiempo no le da al gobierno. Entonces está tratando de buscar una forma desesperada para atornillarse en el poder y seguir teniendo control político toda vez que ya agotó casi la mitad de su mandato presidencial.

En el caso de Chile, y lo he dicho abiertamente, yo creo que lo que pasó en Chile es que no hubo un espacio para grandes acuerdos, porque dos extremos ideológicos trataron de imponer su visión de la sociedad en una Carta Política, la extrema izquierda y la extrema derecha, y no funcionó. Entonces la posibilidad de concertar en el centro, que es el que hubiera sido el camino ideal, no se pudo, pero creo yo que seguir manteniendo a un país como Chile, tan próspero, con tanta capacidad de atraer inversión, con tanta certidumbre, mantenerlo cautivo en un proceso constituyente sería no solamente generar muchísima incertidumbre, sino que atenta contra las oportunidades que hoy Chile podría estar cosechando. Entonces creo que en buena hora no se siguió adelantando más ese proceso, por lo menos hasta que no se generen grandes consensos políticos.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, asiste a un evento en el Consejo Nacional Electoral (CNE) en Caracas, el 4 de diciembre de 2023. Foto: Reuters

Ahora lo quería llevar a la realidad del país vecino de Colombia. Usted ha dicho que “la elección en Venezuela es otra trampa de Nicolás Maduro”. ¿Por qué es tan pesimista de las elecciones del 28 de julio próximo?

Porque es que la evidencia muestra que Maduro quiere robárselas otra vez. En las últimas 24 horas han capturado a 37 personas de los equipos de la campaña de la resistencia democrática. Porque en Venezuela no se puede hablar de oposición, porque allá no hay un sistema legal. Allá lo que hay es una dictadura. Y hay una resistencia democrática que está tratando de hacer valer su peso ante la ciudadanía para darle la última posibilidad de esperanza el 28 de julio, porque ante la represión gubernamental la única forma de manifestarse es a través del voto ciudadano. Entonces hay un gran optimismo en la resistencia democrática, pero por lo menos, en lo que a mí respecta, estoy viendo una enorme posibilidad de que Maduro una vez más se robe las elecciones.

Y ante lo que han mostrado las últimas encuestas, de un crecimiento vertiginoso en la intención de voto por la resistencia democrática, veo que días antes o semanas antes de los comicios (Maduro) pueda inclusive tratar de buscar algún tipo de escaramuza en Guyana para tratar de posponer o tratar de alterar el ciclo electoral a su favor. Esas son cosas que veo con preocupación. Y prefiero mantenerme en ese pesimismo basado en la evidencia que llenarme de euforia, aunque debo decir ha sido valerosa y realmente espectacular la campaña contra todas las adversidades que viene librando la resistencia democrática en Venezuela.

Y en el caso de que efectivamente Maduro se impusiera en estas elecciones, ¿cree que la lucha de la oposición venezolana prácticamente se acaba con esto?

Yo veo a Maduro robándose las elecciones. Si la oposición logra el milagro, si la resistencia democrática logra el milagro, yo creo que el mundo tiene que salir rápidamente a rodearlos y buscar todas las alternativas. Hay mucha euforia y mucho optimismo en muchos sectores. Yo prefiero tener el pesimismo basado en la evidencia, pero tenemos que ser absolutamente claros. Si se llega a dar el milagro, la comunidad internacional tiene que rodearlos. Si se roban las elecciones una vez más, no queda otro camino que arreciar las sanciones y el aislamiento total a Nicolás Maduro. Pero mi preocupación es que veo gobiernos que son áulicos y cómplices de ese régimen, que han mirado para el otro lado a partir de tantos atropellos, incluyendo la inhabilitación de María Corina Machado y de Corina Yoris, que muy seguramente cuando Maduro aseste el golpe que quiere, de robarse las elecciones, serán los primeros que saldrán a reconocer esos comicios como comicios democráticos. Porque eso está orquestado dentro del Grupo de Puebla y el Foro de Sao Paulo. Entonces creo que la comunidad internacional tiene que mostrar una actitud firme ante esa realidad.

El líder de la oposición venezolana Juan Guaidó habla durante una conferencia de prensa en Miami, Florida, el 27 de abril de 2023. Foto: Reuters

Este domingo, en entrevista con La Tercera, el expresidente “encargado” de Venezuela y referente de la oposición, Juan Guaidó, dijo que “Cúcuta puso en el mapa del mundo la necesidad de ayuda humanitaria a Venezuela”. ¿Cómo ve usted ese hito, en el cual usted participó junto al expresidente Piñera?

Mire, yo creo que hay que mirar siempre las cosas con una perspectiva histórica. Yo no me arrepiento en lo más mínimo de haber hecho lo que hicimos ese día en Cúcuta. Y no me arrepiento porque uno no se puede arrepentir de librar batallas justicieras contra las dictaduras. Y quienes apoyamos a la resistencia democrática, hicimos todo lo que estaba en nuestras manos para garantizar que ingresara la ayuda humanitaria a Venezuela. Yo creo que la resistencia democrática en su momento subestimó la capacidad de intimidación violenta del régimen de Maduro, que evitó que millones de personas llegaran al otro punto fronterizo y movilizaron a todos los colectivos que lanzaron disparos, incendiaron carros con ayuda humanitaria, etc.

Pero, como lo dijo Juan Guaidó en esa entrevista, Cúcuta sirvió para mostrarle al mundo la emergencia humanitaria que existía en Venezuela y Cúcuta permitió mostrarle al mundo que tenía que darse un aislamiento diplomático y una presión muy fuerte contra el régimen. Y yo creo que en una muy buena parte toda esa presión diplomática que se creó a partir de ese momento es lo que ha permitido que hoy también la resistencia democrática se sienta mucho más empoderada para derrotar al régimen.

También sobre Cúcuta, Guaidó recalcó en esa entrevista que “nunca dijimos que eso era para derrocar a Maduro”. ¿Usted comparte esa afirmación?

Correcto. Nunca se dijo que Cúcuta fuera para derrocar a Maduro. Cúcuta era un momento para poder llevar ayuda humanitaria masiva ante una población que estaba en situación famélica, que era carente de acceso a medicamentos, con miles de niños en situación prácticamente apatridia. Y quizás la demostración más clara de esa crisis humanitaria es que Colombia le otorgó durante mi gobierno un estatuto de protección temporal a más de dos millones de migrantes por más de 10 años, con la única excepción de los derechos políticos, convirtiéndose quizás en el gesto humanitario más importante de la historia reciente de este continente.

Tarek William Saab, fiscal general de Venezuela, y Ronald Ojeda, el exteniente venezolano asesinado en Chile.

Ahora, en un tema que tiene que ver con las relaciones entre Chile y Venezuela, me imagino que está al tanto del caso del exteniente Ronald Ojeda, opositor al gobierno de Nicolás Maduro y refugiado político en nuestro país, quien fue secuestrado y asesinado en febrero en Santiago.

Sin duda. Y yo creo que en buena hora la Fiscalía chilena, con las pesquisas que ha realizado, todos los caminos conducen a (el Palacio de) Miraflores. Todos los caminos conducen a que eso fue un crimen de Estado. Entonces, me parece oportuno lo que ha venido haciendo la Fiscalía chilena. Y no nos llamemos a engaños. Una muy buena parte del Tren de Aragua es cómplice estructural del Cartel de los Soles para tener una red de distribución de microtráfico en varios países de América Latina, y Chile no es la excepción.

Chile presentó una nota de protesta a Venezuela por las acusaciones del fiscal Tarek William Saab, quien apuntó a la actuación de “cuerpos de inteligencia de Chile y extranjeros” en el crimen Ojeda, insistiendo luego en que las autoridades chilenas lo atacaban “sin argumentos”. Al respecto, el canciller Alberto van Klaveren dijo que Saab “no es la persona más indicada” para dar recomendaciones. A su juicio, ¿se puede confiar en una persona como el fiscal de Venezuela?

El fiscal de Venezuela es un petimetre de sastrería al servicio de Nicolás Maduro. Es un correveidile, un lacayo, un servil y un arlequín del régimen. Entonces, la Fiscalía de Venezuela no es más que otra pieza en un aparato criminal que se llama el Cartel de los Soles. Y que no solamente ha perseguido a opositores, sino que también ha propiciado muchos actos criminales por fuera de las fronteras venezolanas.

Y en ese sentido, ¿cree que puede haber cooperación efectiva de las autoridades venezolanas para esclarecer este caso?

No. Ninguna autoridad venezolana es confiable. Porque allá no hay autoridades. El régimen de Nicolás Maduro es un narco-régimen. El Tren de Aragua, que fue el que prácticamente adelantó la operación de asesinato en territorio chileno, tiene lazos estrechos, por no decir prácticamente de su propio ADN, con el Cartel de los Soles. Entonces, yo no creería en absoluto en ninguna cooperación que ofrezca el régimen de Nicolás Maduro. Creo sí, por ejemplo, en el apoyo que se pueda pedir al FBI o el que se pueda pedir también a otras agencias internacionales. Pero esta no es la primera vez que eso ocurre. De hecho, medios de comunicación en Colombia, masivos, televisivos, han mostrado los lazos incestuosos del Tren de Aragua con el régimen de Maduro para adelantar operaciones de espionaje en Colombia. Entonces, aquí el Tren de Aragua no es nada que pueda separarse de la estructura criminal que hoy gobierna Venezuela.

Evelyn Matthei, alcaldesa de Providencia, durante una entrevista con La Tercera, en mayo pasado. Foto: Andrés Pérez/La Tercera

A propósito de este incidente, han surgido voces en Chile que llaman a romper relaciones con Venezuela. ¿Considera que sería una buena estrategia?

Es que yo creo que uno tiene que separar cosas. Uno debe mantener un lazo estrecho, abierto, fraterno y solidario con el pueblo venezolano que es víctima de la ignominia. Pero uno no debe tener lazos con dictadores, con sátrapas y con criminales de lesa humanidad. Esa fue siempre mi línea desde el gobierno. Siempre la ejercí así. Denuncié a Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional. Porque yo siempre utilizaba un ejemplo y es que si usted vive en un edificio y el vecino del lado todos los días golpea a su esposa y a sus hijos y uno de pared a pared escucha los gritos y el sufrimiento, uno no puede ser melifluo, saludar al vecino como si nada estuviera ocurriendo y fuera de eso invitarlo a cenar a la casa. La diplomacia sin principios se vuelve obsecuente. Por eso yo creo que los países de América Latina no deberían tener relaciones que permitan validar esa ignominia que ocurre en Venezuela.

En abril pasado, con motivo de la cumbre empresarial Enade, usted se reunió con la alcaldesa de Providencia y figura presidencial de la UDI, Evelyn Matthei, para abordar políticas públicas de seguridad. ¿Qué le parece que Matthei, según dos encuestas publicadas este fin de semana, aparezca en cómoda posición, superando a José Antonio Kast?

A mí me gusta mucho su talante, el talante de liderazgo. Me gusta mucho su experiencia. Me gusta su claridad conceptual. Y algo que me parece muy importante es una combinación entre liderazgo político, gerencia, visión y algo también muy importante que es el empoderamiento de la mujer. Yo creo que cuando veo a Evelyn Matthei veo quizás el mismo talante de muchas de las mujeres que hoy están haciendo historia en Europa. Yo la veo a ella y veo cosas que me parecen en algunos casos parecidas a lo que está haciendo Giorgia Meloni. En algunos casos parecía lo que ha venido haciendo Ursula von der Leyen. También lo que viene haciendo Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Entonces veo un liderazgo femenino, poderoso, argumentativo, con doctrina en lo que puede definirse como la centroderecha latinoamericana y creo que tiene todas las posibilidades de ser la próxima presidenta de Chile.

Una de esas encuestas, la Cadem, muestra a Michelle Bachelet como la mejor carta del oficialismo para enfrentar a Matthei en 2025, con lo cual se repetiría el duelo de ambas en 2013. ¿Qué le parece un eventual choque entre Matthei y Bachelet, dos mujeres nuevamente?

Chile ya ha tenido mujer presidenta dos veces. Y yo creo que Evelyn Matthei hoy representa también una nueva esperanza, una nueva luz. Entonces, frente a volver al pasado o experimentar una posibilidad futura, pues yo tengo que decirle que ante esa eventualidad creo que Chile estaría muy bien representado en Evelyn Matthei.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, reacciona junto a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; la presidenta federal suiza, Viola Amherd, y el presidente Gabriel Boric, de Chile, en la conferencia de prensa de clausura de la Cumbre sobre la Paz en Ucrania, en Stansstad, cerca de Lucerna, Suiza, el 16 de junio de 2024. Foto: Reuters

Este fin de semana, el presidente Gabriel Boric participó en la Cumbre sobre la Paz en Ucrania, de la cual se ausentó a última hora Petro. Desmarcándose de la izquierda latinoamericana, como México y Brasil, Chile sí firmó la declaración final. A su juicio, ¿qué dice eso del mandatario chileno y el resto de la izquierda regional?

Yo le valoro al presidente Boric que ha sido consecuente en sus posturas en el caso particular de Ucrania. Ucrania es un Estado agredido, invadido y lacerado. Lo que hay ahí en marcha no es una guerra, es un genocidio. Es el deseo de un sátrapa y un dictador de anexar a un país democrático. Entonces, la defensa moral de Ucrania es estar en el lado correcto de la historia. Me da tristeza ver a unos obsecuentes que parecieran estar sirviendo a los intereses de Vladimir Putin, que ni siquiera condenan lo que ha ocurrido en Ucrania para no exacerbar los odios de Putin. Entonces, yo creo que en esta contienda se ve quiénes son los hijos de la democracia y quiénes son los hijos de Putin.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.