Izikson y la 'encuestitis" por las #40Horas: "Más que el gobierno las haya mirado o no, es primera vez que la oposición le mete un gol"

ROBERTO IZIKSON14319
29/11/2017 Retratos a Roberto Izikson, director de la encuesta Cadem. Foto: Mario Téllez / La Tercera

"El Presidente las mira, las interpreta, pero no es su única fuente de información para decidir", dice el gerente de Cadem ante el controvertido arrastre que ha tenido el proyecto de las diputadas comunistas, del cual 'se culpa' a los 74% de apoyo que midió la consultora. Cree que La Moneda probó "una cucharada de su propia medicina" y que críticas como las de la Sofofa vienen de una "parte interesada".


Para el primer cuatrineo del Presidente Piñera (2010-2014) la oposición también estaba en el suelo -aunque con el seguro de vida del regreso de Michelle Bachelet-, pero de todos modos le encajó un golpe doloroso al viralizar el concepto de la "letra chica", eso de que las promesas hay que mirarlas con lupa. Ahora, con el mismo sector aún más lejos de recuperar el poder, la discusión por la rebaja del horario laboral parece haberle dado un punto de set al Partido Comunista. El arrastre que tuvo su proyecto de ley de rebajar de 45 a 40 las horas semanales permeó en parlamentarios RN, forzó a La Moneda a apurar su contraoferta de bajar a 41, y desordenó a sus partidos. Esta mañana el mandatario y su ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, se dejaron caer en el comité político de los lunes en Palacio precisamente para intentar ordenar a los parlamentarios.

Todo, por "culpa" de varias encuestas que la semana pasada arrojaron un contundente respaldo al proyecto comunista. Uno de ellos, la encuesta Cadem, en la que el 74% de los consultados respondió que sí ante la pregunta de ¿Usted está de acuerdo o en desacuerdo con el proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales?.

La controversia escaló al punto que la UDI acusó que el PC le puso la música al gobierno. Entre quienes creen eso está Roberto Izikson, gerente de Asuntos Públicos de la consultora, y que en Piñera Parte I estuvo a cargo de los sondeos internos del Presidente. Acá, relativiza la "supuesta" influencia de sus números en Palacio y rebate las críticas al impacto que tienen. Según él, "las encuestas son una herramienta más que tienen los gobiernos para tomar decisiones. Ni el de Piñera ni el de la Presidenta Bachelet han dejado de hacerlo. Quizás mucho más importante que éstas es la opinión de su comité político, de sus ministros sectoriales, de los parlamentarios".

-Claro, pero ellos citaban mucho encuestas. Como la de Cadem de la semana pasada.

-Más que el gobierno haya mirado o no las encuestas, más interesante es que es la primera vez, en el año y medio que lleva el gobierno, que la oposición le mete un gol. Recordemos que el 2011 Camila Vallejo también le puso un poco la música al gobierno un buen rato. Ahora es primera vez que pasa este año y medio. Están los "proyectos 80/20", altamente populares, que dividen a la oposición y aglutinan a los tuyos.

-¿Dice que el gobierno recibió ahora una cucharada de su propia medicina?

-Efectivamente, el gobierno recibió una cucharada de su propia medicina. Es una medicina que había sido súper exitosa: el plan de regreso humanitario, el pacto migratorio, aula segura, admisión justa -aunque haya perdido en el Congreso-, el rol de las Fuerzas Armadas en la frontera...

-¿En cuánto incidió la encuesta en la vuelta de carnero del gobierno con la rebaja a 40 horas?

-Esta encuesta visibilizó el equilibrio del trabajo con el tiempo libre. Y generó que el gobierno reaccionara más rápido de lo que venía reaccionando o de cómo quería avanzar; le puso más prioridad a este debate sobre la jornada laboral y la flexibilidad.

-Se ha criticado en sus mismas filas que el gobierno fue lento, que no vio venir el impacto que tendría en su gente el arrastre del proyecto comunista.

-El gobierno le quitó peso hasta dónde podía llegar una moción parlamentaria. El gobierno controla la agenda a través de las urgencias; no logró ponderar correctamente cuánto podía avanzar un proyecto de un parlamentario específico, y cómo podía interpretar a la gran mayoría, un 74% transversal.

-¿En Cadem también vieron venir esto o fue una sorpresa? EN RN y la UDI dicen que era evidente.

-Hasta ahora no había sido un gran tema. Irrumpió con fuerza en la agenda en las últimas dos semanas, y se la tomó. Superó hasta el anuncio del hospital de Colina. Se tomó la agenda, obligó al gobierno a apurar el tranco y a presentar un proyecto que parecía el correcto. Tanto el proyecto de la diputada Vallejo como el del gobierno tenían puntos relevantes. Era bastante claro que los trabajadores tienen una demanda significativa por flexibilidad, y que eso no es precarización laboral. Uno podría haber anticipado que la opinión pública iba a estar con un proyecto que redujera la jornada laboral de forma más simplificada: no calculada en horas mensuales, sino que en horas semanales. Con flexibilidad, pero que fuera obligatoria y no voluntaria.

-El Presidente Piñera casi siempre ha medido prácticamente todo antes de tomar una decisión. ¿Qué tan costoso puede ser que sea tan permeable a los números?

-Este tema se repite, el de esta supuesta influencia de las encuestas en el Presidente Piñera. Creo que todos los gobiernos funcionan más o menos igual. El Presidente y sus ministros miran las encuestas, las interpretan, pero no es su única fuente de información para decidir. Las encuestas van validando ciertas cosas que surgen en la opinión pública. Camila Vallejo lideró un proyecto durante mucho tiempo que comenzó a sintonizar con la mayoría, que finalmente se expresa en una encuesta. Eso lo toman los líderes de opinión, los medios, sus columnistas, y se crea un clima de opinión favorable. Y eso incide en cómo el gobierno acelera o no esta propuesta que presentó la semana pasada.

-¿Qué es lo primero que se le vino a la cabeza cuando vio la foto del diputado RN Gonzalo Fuenzalida y las diputadas comunistas Camila Vallejo y Karol Cariola?

-Independiente de dónde venga un proyecto, existe espacio en el Congreso para legislar en pos de lo que es bueno para Chile.

-¿Aunque sea comunista en un gobierno de derecha?

-¿¡Qué importa que sea una propuesta del PC o de Camila Vallejo?! La gente ya no vota por izquierdas o derechas en primera vuelta. Vota por motivaciones, causas. Y me parece que es tremendamente justa la de cómo le entregamos a los trabajadores mejor calidad de vida.

"Cuando los resulados no te gustan, se habla de encuestitis"

-Esta controversia volvió a despertar otra: que cómo es posible que las encuestas, la "encuestitis", pesen tanto. Bernardo Larraín, presidente de la Sofofa, dijo que "basta eso, la encuestitis, para que un grupo de parlamentarios del oficialismo apoye dicho proyecto de ley". Y que "se está perdiendo capacidad de procesar las demandas y las inquietudes ciudadanas legítimas, y dar respuestas institucionales más que respuestas cortoplacistas".

-Cuando los resultados no te gustan y hay una opinión pública mayoritaria, y el gobierno ajusta un proyecto por mejorarlo, se habla de "encuestitis" que cómo el gobierno se deja influenciar. Pero antes, cuando el resultado les gusta, no tienen ningún problema. Es llevar agua a su propio molino.

-¿Es válida la crítica del empresariado? ¿O son cuestionamientos que vienen de una parte interesada?

-Es válido que den su opinión. Por supuesto que son parte interesada. Y está bien que lo sean, que den su opinión. Me preocupa que cuando un resultado no es favorable, se diga que hay "encuestitis".

-En la encuesta de la semana pasada, ¿No regaló en bandeja la respuesta al hacer una pregunta tan abierta como "si está de acuerdo o no" con la rebaja de 45 a 40? Así, era previsible un apoyo tan alto.

-De acuerdo. Y por lo tanto, hicimos dos preguntas la semana pasada. Una, el nivel de acuerdo, pero ¿si era tan obvio, por qué la reacción? Y fuimos un paso más allá: preguntamos si creen que tendría un impacto positivo (65%) o negativo sobre la economía, sobre la productividad y creación de empleos. Solo hubo una percepción más negativa que positiva en los sueldos de los trabajadores.

-¿Qué incidencia tiene este debate en el diagnóstico sobre el manejo y expectactivas económicas? El que entregaron sus encuestados en el sondeo de hoy es bien pesimista: mal manejo del gobierno, impacto en la aprobación y rechazo, preocupación por el desempleo, débiles perspectivas para el segundo semestre...

-Lo que pasa es que tanto el crecimiento económico como la confianza de los consumidores están en el nivel más bajo que ha tocado un mes con Piñera de Presidente. Con Piñera, la economía nunca había crecido 1,3% y el peor resultado hasta ahora era 2,1% hacia comienzos del 2014, cuando se estaba yendo. Chile no está creciendo, tenía que crecer más. Este tipo de debates tiene un impacto sobre las percepciones económicas. Pero dado que la gente no considera que este proyecto tenga un impacto negativo sobre el empleo, no es mucho lo que podría amenazar esta promesa.

"Evidentemente, la principal amenaza del gobierno es la economía; si este gobierno no logra cumplir la promesa de que la economía comienza a crecer sobre el 3% ya a generar más empleos... es la principal amenaza que tiene el gobierno y la principal razón por la cual tiene un 33% de aprobación", cierra.

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