J.K. Rowling y la identidad de género: el nuevo episodio de un conflicto interminable
La escritora británica denunció que fue víctima de doxxing. Es decir, se le hicieron públicos sus datos privados, según dijo, por parte de activistas por la identidad de género. Eso es parte de una polémica que no es nueva y que ha significado, por ejemplo, que los actores de las películas de Harry Potter hayan tomado distancia de ella.
Lo contó ella misma a través de su cuenta en Twitter, hablándole directo a su público. Resulta que la escritora británica J.K. Rowling, la célebre creadora de la saga Harry Potter, tuvo un nuevo round con activistas de la diversidad sexual. En esta ocasión, acusa que fue víctima de una forma de acoso propia de la era de las redes sociales, el doxxing. ¿En qué consiste? Básicamente, en hacer públicos datos privados de una persona sin su consentimiento.
En el caso de Rowling, tres actores y “activistas” de disidencias sexuales se sacaron unas fotos y las difundieron por sus redes sociales. El problema es que se las tomaron frente a la casa de la escritora, dejando ver claramente la dirección del domicilio particular.
“El viernes pasado, la dirección de mi familia fue publicada en Twitter por tres actores activistas que se tomaron fotos frente a nuestra casa, posicionándose cuidadosamente para asegurarse de que nuestra dirección fuera visible”, señaló Rowling abriendo un hilo al respecto.
Haciendo un control de daños, la autora imploró a quienes hayan visto la imagen que no la compartieran. “Les imploro a las personas que retuitearon la imagen con la dirección aún visible, incluso si lo hicieron para condenar las acciones de estas personas, que la eliminen”.
Aún más, Rowling agregó que no es lo único que se la ha hecho llegar. “Ahora he recibido tantas amenazas de muerte que podría empapar la casa con ellas, y no he dejado de hablar”. Para ella, el motivo por el cual recibe el acoso es claro. Su postura frente a los activistas por la identidad de género. Confiesa que está “en un estado de miedo y angustia” por negarse a “aceptar acríticamente que el concepto sociopolítico de identidad de género debe reemplazar al de sexo”.
“Quizás, y solo estoy lanzando esto, la mejor manera de demostrar que su movimiento no es una amenaza para las mujeres, es dejar de acosarnos, acosarnos y amenazarnos”, añadió Rowling. Incluso, más, aseguró que gente que piensa como ella también se ha visto afectada. “Han sido objeto de campañas de intimidación que van desde el acoso en las redes sociales, el señalamiento de sus empleadores, hasta ciberataques y amenazas directas de violencia, incluida la violación”.
Historia de un round
Lo de Rowling es un capítulo más de una polémica que viene arrastrando al menos desde un par de años. Ya en 2019 hizo público su apoyo a Maya Forstater, una mujer que perdió su trabajo por tuitear contra las mujeres trans. “Hay solo dos sexos: hombre y mujer. Las mujeres son mujeres. Es imposible cambiar tu sexo”, añadió.
De hecho, la autora de Harry Potter usó el hashtag #IStandWithMaya y puso en su cuenta: “Vístete como quieras, por favor. Llámate como sea que quieras. Duerme con cualquier adulto, con consentimiento. Vive de la mejor manera que puedas, en seguridad y paz. Pero, ¿sacar a una mujer de su trabajo solo por defender que el sexo es real?”, escribió la autora.
Por esas palabras, Rowling fue duramente criticada y etiquetada como TERF (las siglas en inglés de Trans-Exclusionary Radical Feminist, o Feminista radical trans-excluyente). Luego, en junio del 2020 volvió a atacar. Esa vez, criticó un artículo de opinión publicado en el sitio web Devex, una plataforma mediática para el desarrollo comunitario global, que usó la frase “las personas que menstrúan”. Rowling tuiteó: “Estoy segura de que solía haber una palabra para esas personas. Alguien que me ayude. ¿Mumberes? ¿Miperes? ¿Mumudes?”.
Tuvo respuesta de una organización llamada Alianza de Gays y Lesbianas contra la difamación (GLAAD, por sus siglas en inglés) la cual calificó los tuits de Rowling como “erróneos y crueles” y señaló: “JK Rowling continúa alineándose con una ideología que distorsiona obstinadamente los hechos sobre identidad de género y las personas que son trans. En 2020, no hay excusa para tomar de punto a las personas trans”.
Rowling ha desarrollado su punto en un escrito que subió directamente en su sitio web. “Sabía perfectamente bien lo que iba a pasar cuando apoyé a Maya. Debo haber estado en mi cuarta o quinta cancelación para entonces. Esperaba las amenazas de violencia, que me dijeran que literalmente estaba matando a personas trans con mi odio, que me llamaran coño y perra y, por supuesto, que mis libros fueran quemados, aunque un hombre particularmente abusivo me dijo que los había convertido en abono”.
Ademas, ahondó: “Me preocupa la enorme explosión de mujeres jóvenes que desean hacer la transición y también el creciente número de mujeres que parecen estar en transición (volviendo a su sexo original), porque se arrepienten de haber tomado medidas que, en algunos casos, han alterado sus cuerpos de manera irrevocable. y les quitó la fertilidad. Algunos dicen que decidieron hacer la transición después de darse cuenta de que se sentían atraídos por personas del mismo sexo y que la transición fue impulsada en parte por la homofobia, ya sea en la sociedad o en sus familias”.
Y como una declaración señaló: “Me niego a inclinarme ante un movimiento que creo que está haciendo un daño demostrable al tratar de erosionar a la ‘mujer’ como clase política y biológica y ofrecer cobertura a los depredadores como pocos antes”, sentencia la escritora, que defiende que lleva años documentándose sobre las reivindicaciones del colectivo trans.
“La explosión actual del activismo trans anima a la eliminación de casi todos los sistemas férreos que los candidatos para la reasignación debían pasar -añadió-. Un hombre que no quiera operarse o tomar hormonas puede ahora obtener un certificado de reconocimiento de género y ser una mujer ante la ley”, continúa en otro fragmento del ensayo, en el que afirma haber recibido amenazas y mensajes de odio”.
Por supuesto, sus declaraciones no le salieron gratuitas a Rowling. Los actores de las películas de Harry Potter se han mostrado distantes de las posturas de la escritora. Por ejemplo, Emma Watson, quien interpreta a Hermione, señaló en su Twitter: “Las personas trans son quienes dicen ser y merecen vivir sin que se les cuestione constantemente. Quiero que mis ‘followers’ trans sepan que yo y muchas otras personas en el planeta os vemos, os respetamos y os queremos tal y como sois”.
Daniel Radcliffe, quien interpreta a Harry Potter, señaló en su cuenta de Instagram: “Las mujeres transgénero son mujeres. Cualquier declaración en sentido contrario borra la identidad y la dignidad de las personas transgénero y va en contra de todos los consejos dados por las asociaciones profesionales de atención médica que tienen mucha más experiencia en este tema que Jo (J.K. Rowling) o yo”.
Por su lado, Bonnie Wright, la actriz que interpretó a Ginny Weasley, señaló en su Twitter: “Si Harry Potter te ofreció amor y te hizo sentir pertinente e incluido, tienes que saber que ese amor es infinito y está disponible sin juicios ni cuestionamientos. Las mujeres trans son mujeres. Te reconozco y te quiero”.
Evanna Lynch, quien encarnó a Luna Lovegood, aseguró por Twitter: “Sentir que no encajas o que no eres aceptado tal y como eres es el peor sentimiento que un ser humano puede experimentar. No voy a contribuir a marginar a las mujeres y hombres trans más de lo que ya lo están. Y aplaudo el inmenso valor que muestran al aceptarse a ellos mismos. Creo que todos tendríamos que escuchar sus historias de vida”.
Asimismo, criticó a Rowling por llevar el tema en redes sociales: “Creo que es irresponsable tener una conversación sobre un tema tan delicado en Twitter, donde las ideas han de fragmentarse tanto. Ojalá Jo no lo hubiera hecho”.
Por ahora, Rowling no participará de la celebración organizada por HBO por los 20 años de la primera película de Harry Potter.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.