Joshua Trump: el invitado del Presidente de EE.UU. al Estado de la Unión que fue víctima de bullying y hoy es héroe en redes sociales

El martes la suerte de Joshua Trump (11), un niño de Delaware que desde 2015 es víctima de bullying debido a su apellido, cambió y se convirtió, a la vista de los espectadores del discurso del Estado de la Unión realizado por Donald Trump, en un "héroe" al quedarse dormido mientras el Presidente de Estados Unidos hablaba sobre la "crisis migratoria".

Joshua -que no tiene ningún parentesco con el Jefe de Estado- fue uno de los trece invitados especiales de la Casa Blanca para ser parte del público que asistió al Congreso y estuvo sentado junto a la Primera Dama, Melania Trump y a Grace Eline, una niña de 10 años que batalló contra un cáncer al cerebro y fue declarada libre de la enfermedad en octubre pasado.

La mención a Eline dentro del discurso del Mandatario provocó emoción en el público, especialmente en la Primera Dama, quien aplaudió con entusiasmo.

Pero no fue hasta que las cámaras apuntaron al sector donde estaba Melania y los dos niños -y mientras Trump insistía en crear un muro en la frontera con México-, que la imagen de Joshua durmiendo profundamente  despertó la atención de los televidentes y usuarios de Twitter.

"Joshua Trump, bienvenido a la resistencia" y "Joshua Trump es genial" fueron algunas de las frases que marcaron tendencia la red social de 280 caracteres.

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A pesar de los aplausos, el pequeño Joshua siguió durmiendo. Foto: AFP[/caption]

La historia de hostigamiento escolar de Joshua comenzó en 2015, mismo año en que Donald Trump anunció, de manera oficial, que se uniría a la carrera presidencial republicana con la esperanza de llegar a la Casa Blanca.

El pequeño comenzó a ser víctima de bullying por parte de sus compañeros, pese a que no tiene ninguna relación familiar con el hoy Presidente de Estados Unidos. En el colegio, de hecho, -según ha relatado su familia a medios internacionales-, sus pares lo trataban de "estúpido" e "idiota". El hostigamiento hizo cada vez más difícil para Joshua asistir al colegio, obligando a sus padres, Megan Trump y Boddy Berto, a tomar la decisión de sacarlo del recinto y comenzar a educarlo en casa a partir de 2017.

"Dice que se odia a sí mismo, que odia su apellido y se siente triste todo el tiempo y que no quiere vivir sintiéndose así", contó su madre a la cadena estadounidense WPVI en diciembre del año pasado.

De acuerdo a la BBC, al ingresar a la secundaria, sus padres tuvieron la esperanza que un nuevo recinto significaría que no volvería a pasar la misma situación. Incluso estudiaron el autobús escolar en el que se trasladaría para verificar que sus acosadores no estuvieran en el mismo vehículo.

Sin embargo, el conductor del bus le preguntó por su nombre y nuevamente recibió burlas por algunos estudiantes.

Su historia llegó hasta una organización que antibullying, quienes lo premiaron el año pasado con una medalla y lo apoyaron durante el proceso.  Incluso cuando el menor pensó en cambiar su apellido al de su papá, Berto, fueron ellos quienes lo instaron a no hacerlo.