La apuesta del "huracán" Ampuero tras su aplaudida intervención en Washington
Aunque la posición de Chile frente a Venezuela es una política de gobierno y no de Estado, el endurecimiento del tono frente al régimen de Maduro no genera mayores controversias en Chile. Se trata, para el canciller, de una apuesta sobre seguro.
9.072 retweets y más de 10 mil likes tiene la publicación de Cancillería de Chile del video en el que el canciller Roberto Ampuero respondió en duros términos a su par de Venezuela, Jorge Arreaza, ayer en la Asamblea General de la OEA que se celebra en Washington.
La intervención del ministro tuvo amplias repercusiones y fue replicada por dirigentes venezolanos como María Corina Machado, Antonio Ledezma, Diego Arria y el ex presidente colombiano Andrés Pastrana, entre otros.
Ayer, las palabras de Ampuero finalizaron entre aplausos de algunas delegaciones presentes en la Asamblea General de la OEA, en medio de la arremetida de algunos países liderados por Estados Unidos para que el organismo internacional aplique la Carta Democrática y suspenda a Venezuela debido a la crisis política y humanitaria que vive esa nación sudamericana bajo el régimen de Nicolás Maduro. Según relatan en el equipo que acompaña al ministro, tanto el tono como el texto y momento de la réplica fueron espontáneos; sí había habido en el transcurso del día un análisis de las respuestas de Arreaza a los dichos de otros cancilleres, lo que hacía necesario que Ampuero contestara. En el video incluso se ve que hace uso de apuntes que tenía sobre lo que el representante venezolano había planteado durante la cita.
"Yo planteé en ese sentido cuán importante era ver el rostro real de lo que es el gobierno de Maduro a través de las afirmaciones y la intolerancia mostrada por su canciller acá en la Asamblea General de la OEA", explicó esta mañana el jefe de la diplomacia chilena respecto de la confrontación que tuvo con el representante venezolano.
"Creo que, y lo dije, muchos de los que están aquí no quisiesen vivir bajo un régimen que no tiene ninguna disposición al diálogo y ninguna disposición a considerar que la otra parte, quienes piensan distinto, puedan tener algo de razón", señaló Ampuero a radio Duna sobre el rol que asumió a nivel regional para obtener una resolución condenatoria de la OEA contra Venzuela.
"El Canciller demuestra no solo una actitud sino una convicción vehemente en la postura oficial de Chile con respecto a una crisis política y hoy humanitaria inaceptable que vive el pueblo venezolano. Creo que es una señal nacional e internacional del carácter que tiene nuestro Canciller el cómo se deben enfrentar las cosas. La diplomacia es de protocolos, pero sobretodo es de objetivos y convicciones. Ampuero reafirma una actitud necesaria y fuerte tal como la vimos en La Haya. Él marca un sello que será reconocido en Chile y en los países de nuestra región", señala el secretario general de la UDI, Issa Kort, miembro de la comisión de RR.EE. de la Cámara de Diputados.
Pese al eco que, en particular, tuvo su intervención, lo cierto es que la performance de Ampuero frente a la Cancillería no está exenta de críticas. Llegó a ésta con poca experiencia en política internacional -escritor con amplias redes en el extranjero- pero, a su favor, con un fuerte discurso contrario al socialismo del siglo XXI. Algo compartido por el Presidente Piñera. Su debut lo realizó ante la Corte Internacional de La Haya, donde viajó acompañado del saliente titular de RR.EE., Heraldo Muñoz, quien reforzó la labor de la defensa nacional ante Bolivia.
Quienes no comparten su gestión en Cancillería, lo apuntan porque no pudo hacer un contrapeso a la fallida decisión de Piñera de nombrar a su hermano Pablo al frente de la embajada en Argentina. También se le apunta por la demora en el nombramiento de embajadores -aún están pendientes denominaciones importantes como Estados Unidos, China, Italia y Francia-, y toman nota de su bajo protagonismo en las recientes giras internacionales de Piñera a la Cumbre Iberoamericana en Lima y las visitas oficiales a Argentina y Brasil. En medio de ello, sus críticos ven que Ampuero ha apostado por realzar su figura en el tema de Venezuela. Desde el Grupo de Lima, que reúne a 14 países de la región, Ampuero ha buscado revertir las críticas a su bajo perfil, tomando la vocería opositora al gobierno de Maduro.
En fuentes de la cancillería chilena, afirman que se trata de una apuesta sobre seguro.
Aunque la posición de Chile frente a Venezuela es una política de gobierno y no de Estado, el endurecimiento del tono frente al régimen de Maduro no genera mayores controversias en Chile. Si en un primer momento el gobierno de Bachelet había intentado poner a Chile como un facilitador del diálogo en Venezuela, la decisión de Maduro de suplantar las facultades de la Asamblea Nacional por medio de la Asamblea Constituyente, pro chavista, terminó por echar por tierra esta estrategia.
Hoy la estrategia del gobierno chileno, parece propiciar la búsqueda de sanciones internacionales para obligar a Maduro a negociar una salida pactada con la oposición venezolana. Una línea que impulsa con fuerza la administración de Donald Trump, en EE.UU., y que ha llevado a su secretario de Estado, Mike Pompeo, a reunirse con las autoridades de varios países de la región. Pero el éxito de esa estrategia tampoco está asegurado. Todo indicaba que la asamblea general votaría hoy a favor de convocar a una sesión extraordinaria para analizar al aplicación de la Carta Democrática en contra de Venezuela. Para eso se requieren 18 votos y el Grupo de Lima, que propicia esta medida, cuenta con 14.
Esta mañana hubo varias reuniones entre las delegaciones para asegurar los votos necesarios para que la asamblea extraordinaria sea convocada de inmediato, aprovechando la presencia de los cancilleres en Washington.
Si se aprueba esta resolución, recién es la mitad del camino. Se necesitan 24 votos para aplicar la Carta Democrática, la que sólo se ha invocado en dos ocasiones anteriores y aunque Venezuela ya no tiene la misma influencia de antes en países centroamericanos y caribeños, y sus principales aliados -Nicaragua y Bolivia- enfrentan crisis internas, no es seguro que se logre el piso mínimo para sancionar al régimen de Maduro.
La aplicación de la Carta Democrática, además, sería una medida simbólica. Venezuela denunció a la OEA el 2016 e inició el proceso para salir del organismo internacional, renuncia que entra en vigencia en 2019.
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