“Son temas personales, pero también colectivos”. Esa es la frase que repetía la excandidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, cada vez que se le consultaba sobre los factores que tenía sobre la mesa para evaluar si emprendería una nueva aventura a La Moneda.

Y luego de casi dos años en que mantuvo a su coalición en la incertidumbre, esta semana se conoció lo que ya era un secreto a voces entre los frenteamplistas. Según confirmó el presidente de Comunes, Jorge Ramírez, a La Tercera PM, Sánchez les planteó que “no estaba disponible para la presidencial que viene” y que, en cambio, optaría por un cupo a la convención constitucional en el distrito 12. No obstante, hoy esa última alternativa también estaría en duda y, dicen en el bloque, todo podría cambiar de aquí al lunes, día en que se inscriben las candidaturas al órgano constituyente.

En el Frente Amplio sostienen que una de las razones principales que habría alejado a Sánchez de la presidencial se arrastra desde las elecciones en 2017, en las que estuvo a punto de pasar a segunda vuelta con cerca de un 20% de los votos. Tras esos comicios, dicen en el bloque, las colectividades que la levantaron como candidata la “dejaron sola” y no propiciaron un espacio para seguir ejerciendo su liderazgo. “Post elección las dirigencias del FA siguieron por la suya. La dejaron muy sola”, dicen cercanos a la periodista.

Ese análisis, en todo caso, es resistido en sectores del bloque, desde donde algunos han sido críticos respecto de la capacidad que tuvo ella para copar un espacio en este ciclo político. Eso, dicen en el conglomerado, habría tenido un impacto en su desempeño en las encuestas.

Con todo, desde su círculo sostienen que el hecho de que “la dejaran sola” fue un duro golpe para la exabanderada presidencial, tanto como lo fue el hecho de que las dirigencias frenteamplistas no pesaran el alto costo personal que se jugó ella en la campaña.

En su círculo destacan, por ejemplo, que para asumir el desafío presidencial debió renunciar a su trabajo y que, luego de esos comicios, no pudo volver a ejercer el periodismo de la manera que lo hacía antes, dejando atrás su carrera mediática. Eso, dicen las mismas fuentes, junto con los costos económicos que significa una candidatura, fueron factores relevantes al momento de inclinarse por la opción de no competir nuevamente por La Moneda.

Con esos elementos sobre la mesa, la decisión de Sánchez habría decantado, justamente, en medio de un complejo escenario político para el Frente Amplio, en el que ella se jugó parte de su capital en pos de la unidad. Por lo mismo, el que el Partido Liberal y los diputados de RD Pablo Vidal y Natalia Castillo dejaran el bloque, fue leído como una derrota casi personal para la periodista. Para ella, dicen las mismas fuentes, además, que el conglomerado se dividiera ante la posibilidad de lograr una lista única con el resto de la oposición implicó un punto de inflexión.

En ese contexto, en el conglomerado aseguran que el proceso constituyente abrió un espacio en el que Sánchez se podía sentir “muy cómoda”. Para el plebiscito la exabanderada lideró el comando Que Chile Decida y el colectivo de Mujeres por el Apruebo, desde donde se dedicó a trabajar en los temas constitucionales y a abogar por la unidad opositora en la materia.

De hecho, según diversas fuentes de la mesa nacional, en las últimas reuniones en las que se abordó el futuro de la excandidata, Sánchez transmitió la relevancia que tenía para ella el proceso constitucional. En ese sentido, aseguran, la exabanderada habría manifestado que una de las principales propuestas de su programa presidencial era una nueva Constitución y que, por lo tanto, se sentía llamada a seguir con ese propósito.

En medio de esta decisión, las declaraciones del presidente de Comunes, Jorge Ramírez en La Tercera generaron revuelo al interior del FA y la molestia de la exabanderada, situación que incluso provocó que el timonel saliera a ofrecer disculpas públicas en su cuenta de Twitter. Según cuentan desde el bloque, Sánchez habría quedado “dolida” con el hecho de que uno de los dirigentes “trasgrediera las confianzas” en el bloque.

“Es una señal más de descuido con su liderazgo como ha ocurrido varias veces antes”, sostienen cercanos a la excandidata.

De hecho, anoche tres dirigentas de partido de la coalición -Catalina Pérez (RD), Alondra Arellano (Convergencia Social) y Lorena Fries (Unir)- redactaron una declaración en la que criticaban el hecho de que Ramírez hubiese “hablado por ella”.

Sin embargo, aseguran cercanos a la excandidata, las palabras del timonel podrían haber cambiado el escenario para Sánchez. Y hoy podría incluso decidir no competir para ningún cargo. De hecho, según las mismas fuentes, el diseño que estaba planificado -y acordado con la mesa nacional- para que hubiese un punto de prensa el jueves en alguna comuna del distrito 12, podría no darse.