La estepa presidencial opositora que dejó la CEP: ¿Es o no Bachelet el problema?

La foto casi no se ha movido. A lo más unos milímetros por sobre el margen de error. Salvo dos alcaldes que parecen ganar terreno -Jorge Sharp y Daniel Jadue- el abanico de figuras opositoras bien o mal evaluadas en la última encuesta CEP sigue siendo coronado por la dos veces ex Presidenta Michelle Bachelet, seguida a varios cuerpos de distancia por los nombres de la ex Nueva Mayoría que han declarado intención o "disposición" a competir en las elecciones de dos años más.

Los números dicen que ella marca 38 puntos de apoyo y 26 de rechazo, algo casi calcado al sondeo de octubre pasado (+42% / -27%). Y eso que sus apariciones son, a lo más, esporádicas: habrá que ver el impacto que tendrá su esperada visita a Venezuela, pasado mañana, como Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Su ex vocero y hoy senador PPD, Ricardo Lagos Weber -quien ha dicho "yo" dos veces- acusó una baja marginal de 31% de evaluación positiva a 28% (la negativa pasó de -29% a -33%). El jefe de ese partido, Heraldo Muñoz, no ha escondido ni negado sus aspiraciones y no ha sido particularmente pasivo. Pero las cifras, en vez de premiar su esfuerzo, lo castigaron: cayó de 37% a 25%.

La encuesta fue mejor para el senador y ex ministro PS José Miguel Insulza, aunque tampoco para festejos: de no aparecer en la CEP anterior, en esta figura con un respaldo de 26% y yun rechazo de -32%.

El también ex ministro PS Máximo Pacheco ha seguido visitando regiones, participando en foros y seminarios (hoy estuvo en uno de la CUT junto a al alcalde de Recoleta), en una precampaña que lanzó junto con su libro "Revolución Energética" el año pasado. Ha dicho en un par de ocasiones que está disponible. Pero para él ha sido peor que para los anteriores: sigue sin aparecer en la lista cerrada que confecciona el CEP.

En medio de esta estepa solo han crecido Sharp (Valparaíso, Convergencia Social), y Jadue (Recoleta, PC). El primero irrumpió con índices de +33% / -26%, y el +31% / -29%

¿Por qué se ha generado este cuadro? ¿Es Bachelet el problema de la oposición o es la oposición su propio problema? ¿Es un factor a "superar"? En la oposición tienden a pensar que no: más bien le cargan los dados a las debilidades y falencias del sector.

"Bachelet sigue estando donde está porque esto es la cosecha de lo que sembró: 390 mil familias tienen a sus hijos en la educación superior, que antes sufrían y se endeduaban; 157 consultorios; 21 hospitales; el reajuste del pilar solidario; el aumento del 15% al 20% en la sindicalización. Eso es legado, es la cosecha de la siembra, se lo agradecen a ella", es el diagnóstico del ex ministro de Bachelet y hoy vicepresidente PPD Francisco Vidal.

Insiste: "Como ella no quiere -y eso me consta-, el problema está en los liderazgos alternativos, que están en la medianía de la tabla porque aún no se hacen cargo de los temas permanentes de la sociedad: por ejemplo, el 80% de las familias no llega a fin de mes. Nos preocupamos muchas veces de cosas más ideológicas y menos concretas".

-Los aspirantes opositores, includo Heraldo Muñoz, ¿están ensillando el caballo equivocado al no levantar mensaje con esos temas y seguir hablando de asuntos políticos?

-Hay que hacer las dos cosas, pero con más fuerza comunicacional en lo que acabo de decir. Los liderazgos alternativos en la izquierda tienen que representar las ansiedades y angustias de la inmensa mayoría, que está en los sectores medios, medios bajos y populares.

Vidal aclara que "la situación de Heraldo tiene que ver con que la evaluación anterior estaba muy vinculada a ser canciller de Bachelet; ahora pasa al club de los presidentes de partidos, que están todos en el último lugar".

El senador PS Insulza no se considera en campaña ni precampaña presidencial -aunque ha dicho que está disponible- y tiene un juicio tajante: "Para nosotros, la encuesta es un desastre, es pésima. No hay vuelta que darle. Hace muchos años que nunca, nunca alguien de centro izquierda había dejado de estar en el casillero en el que se cruza más de un 50% de conocimiento y más de un 50% de aprobación. Primera vez que pasa, que yo recuerde".

Considerando que "la Presidenta Bachelet aparece con una buena aprobación, pero todavía debajo del 50%", el ex ministro sentencia que "eso es malo para todos nosotros -no hay que negarlo- y tiene que ver con el triste espectáculo que damos al país de peleas partidarias, de falta de iniciativas, de cosas negativas que a la gente no le gustan".

"No tengo recetas" para salir de ese cuadro, dice, aunque "no hay que dramatizar demasiado. Hay mucha gente que no vota, y la que vota es un poco más del 50%", y -además- "no es una encuesta de preferencias presidenciales, sino de opiniones favorables y desfavorables". Con todo, dice  "creo que Bachelet tiene una opinión favorable de más gente de la que sale en la encuesta".

Alejandro Guillier (quien, a todo esto, marcó +31% / -28% en la CEP) tampoco cree que la ex Presidenta sea el problema ni menos que "haya que superar su figura". Más aún, el senador y último candidato presidencial de la ex Nueva Mayoría y antes conocida como Concertación, cree que "en la medida que el gobierno del Presidente Piñera y la promesa incumplida de una vida mejor para las mayorías vaya perdiendo sentido, la figura de la ex Presidenta se va a seguir engrandeciendo".

Hay más. El periodista asevera que "la figura de la Presidenta Bachelet no es mirar al pasado. Al revés, es para el progresismo mirar al futuro en la forma de hacer política. Llevo varios años recorriendo el país y veo que en nuestro mundo, en los militantes e independientes del progresismo, el ánimo es de unidad, de participación".

-¿Qué deberían hacer ante este cuadro los aspirantes de la oposición?

-Debemos redefinir ejes y formas en que hacemos los debates país. Los nuevos liderazgos no saldrán de las superestructuras, sino que de la ciudadanía, de la regionalización, de la elección de gobernadores regionales, de las juntas de vecinos, de las asociaciones gremiales y de trabajadores. Todo esto lo dijimos en nuestro programa de gobierno y sigue vigente.

"Los partidos del sector", cierra Guillier,  "comienzan a comprender que el cambio de época nos obliga a hacer la política desde la gente hacia los salones y no al revés. Bachelet entendió eso primero que muchos".