La estrategia de Milei para lograr aprobación de ley ómnibus

FILE PHOTO: Argentina holds second round of presidential election
Javier Milei, el entonces electo presidente de Argentina, tras haber vencido en el balotaje de noviembre de 2023. Foto: REUTERS.

Con el reloj corriendo y unos plazos difíciles de cumplir, el gobierno de Javier Milei acelera el paso en las negociaciones con los antiguos miembros de Juntos por el Cambio para lograr la aprobación de la ley ómnibus. En ese escenario, el Pro, la UCR y Hacemos Coalición Federal emergieron como los personajes clave para construir una mayoría que, concesiones al proyecto que aún no ocurren de por medio, permita lo que podría ser la primera gran victoria parlamentaria del libertarismo.


La agenda política de Argentina se retomó con urgencia durante este lunes. En La Libertad Avanza (LLA) hay apremio por sacar la ley ómnibus con la que el presidente Javier Milei busca reestructurar el funcionamiento del país vecino, apuntando a una desregulación total de la economía y al déficit cero. Según medios locales, la intención oficialista es que en la Cámara de Diputados se logre un dictamen de mayoría para el próximo jueves, intentando anteponerse al paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) para el próximo miércoles 24 de enero.

Las negociaciones (o la ausencia de ellas) con los antiguos miembros de la coalición de derecha Juntos por el Cambio son la clave para la aprobación de la batería de leyes que el libertarismo busca apurar, y la falta de flexibilidad de parte del Ejecutivo emerge como un gran problema.

En lo que podría ser su primer triunfo legislativo importante, el visto bueno de la “Ley de Bases” depende de lo que el oficialismo logre pactar con el Pro, la Unión Cívica Radical (UCR) y Hacemos Coalición Federal, todos antiguos miembros de la alianza que cayó tras la primera vuelta presidencial de la mano de la ahora ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Su apoyo al proyecto libertario podría significar la mayoría en el plenario de comisiones de la Cámara baja, lo que se traduciría en que a fin de mes se podría debatir la amalgama de leyes en el pleno, tal como quiere Milei.

El presidente Javier Milei deja el hotel en donde estuvo alojado y retorna a Buenos Aires luego de visitar la Antártida, el 6 de enero 2024. Foto: Europa Press.

La decisión de acompañar al Ejecutivo o no los pone entre la espada y la pared, reclaman algunos políticos del sector. Su mayor reclamo es que si bien están de acuerdo con varias de las propuestas del gobierno, hay puntos en los que piden modificaciones, como en lo respectivo al capítulo previsional, la suba de retenciones o la delegación de facultades legislativas al Ejecutivo por la emergencia, detalló el periódico La Nación. Milei, en cambio, se ha mostrado especialmente obstinado en no dar su brazo a torcer con amenazas al Congreso y apelando a su victoria en el balotaje, en noviembre pasado.

Ignacio Fidanza, periodista y director del portal web La Política Online, señaló la contradicción que significa que el mandatario se muestre tan obstinado teniendo tan pocos asientos parlamentarios. “Milei tiene un método muy extraño de seducción. Para conseguir esos votos que le faltan en el Congreso, caracteriza a los diputados de los bloques aliados de coimeros y amenaza con investigar su patrimonio si le modifican demasiado la ley”, escribió.

Y añadió que “es posible entonces que estemos ante una enorme confusión del Presidente, que ataca a sus aliados, se niega a acuerdos formales y en definitiva se maneja como si fuera Mike Tyson en su mejor época: nada que negociar, total tengo una derecha matadora. Esa derecha no es suya, es la opinión pública que aun a costa de sacrificios enormes sostiene la esperanza de un futuro mejor, porque cuando se pierde casi todo, solo queda la esperanza”.

En la otra cara de la moneda, en tanto, los bloques de la derecha y la centroderecha temen que al no aprobar el texto completo se los asocie al kirchnerismo y la izquierda, quienes se han mostrado reacios a cualquier acercamiento a las propuestas libertarias.

El apremio de LLA no es gratuito, han detallado numerosos medios locales, puesto que el mileísmo tiene como su mayor –y, prácticamente, única– carta a favor el apoyo de las urnas. Pero la primavera del gobierno no es eterna, por lo que necesitan aprovechar ese impulso para contrarrestar su reducido número de congresistas.

Allí, los tiempos y la matemática son claves. El plan de Javier Milei fue ingresar los 664 capítulos y artículos de la “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” –llamada ley ómnibus, al ser una reforma a muchas áreas del Estado, que abarca distintas comisiones, pero que los legisladores votan en su conjunto– en Diputados, donde su titular y cercano políticamente hablando, Martín Menem, realizó el giro a las comisiones, consignó Infobae.

FILE PHOTO: Legislative assembly at the National Congress, in Buenos Aires
Javier Milei tras el inicio de la sesión de la asamblea legislativa en el Congreso Nacional, el 29 de noviembre de 2023. Foto: REUTERS.

En estas subdivisiones, las que se encuentran con mayoría oficialista o cercana al libertarismo y donde el kirchnerismo y la izquierda no cuentan con mayoría, se jugará la obtención de los dictámenes de unanimidad, o de mayoría y de minoría, según corresponda, agregó el mismo medio. La idea central es apurar el debate en enero, luego de que se citara a sesiones extraordinarias por parte del Ejecutivo, y que se emita un solo dictamen conjunto entre las comisiones que habilite que el proyecto pueda ser debatido en el hemiciclo, acelerando un proceso que, de votarse tema por tema y artículo por artículo, tomaría meses, diluyendo la luna de miel.

Sobre las cifras requeridas, el número mágico es 129 votos en la Cámara de Diputados. La oposición cuenta, fácilmente, con 107 asientos dispuestos a rechazar la propuesta. Sin embargo, según Clarín, conseguir los 22 faltantes es un desafío difícil de lograr. En la otra vereda, La Libertad Avanza dispone de la magra cantidad de 38 votos; sin embargo, y aquí retorna la importancia del ex Juntos por el Cambio, los bloques del Pro, la UCR y los parlamentarios federalistas cercanos a la desmembrada alianza de derecha agrupados tras la figura de Miguel Ángel Pichetto, cuentan con 94 asientos, lo que permitiría alcanzar los 132 respaldos.

De no lograr el número requerido, el oficialismo se enfrentaría a un destino incierto: deberán discutir todos los artículos de la ley ómnibus, uno por uno, en el recinto parlamentario, alargando la discusión por meses. Esto conllevaría que, en la discusión en particular, el oficialismo no logre las mayorías necesarias que, efectivamente, no tienen.

La urgencia mileísta

La meta del oficialismo es lograr un dictamen de mayoría para el próximo jueves, e incluso líderes libertarios anticiparon a sus pares de la UCR y Pro que no descartaban sesionar el sábado 20, previo al paro nacional organizado por la CGT, planificado para el 24 de enero. La respuesta fue que era “imposible”, consignó el mismo medio.

Sin embargo, la esperanza no decae en las filas libertarias. “Ahora hay que apurar y poner primera a fondo. Podemos tener dictamen el jueves. Es una ingeniería difícil”, dijo un alto mando de La Libertad Avanza que está encargado de las negociaciones con la oposición, que, además, son escasas.

Desde el gobierno apuntan a que “la prioridad son los votos en el recinto”, pero adelantan que será “improbable” lograrlo si no construyen mayorías en las comisiones. Aunque tiene claro el rol central de los bloques que antiguamente conformaban a Juntos por el Cambio. “El kirchnerismo y la izquierda no tienen mayoría en comisiones. Si no logramos despacho de mayoría es porque probablemente algunos de los tres bloques ‘afines’ se dio vuelta”, señalaron a La Nación.

Guillermo Francos, ministro del Interior, recibió los reclamos de los gobernadores y prometió cambios en áreas de la ley ómnibus como los relativos a la pesca, el biodiésel y los hidrocarburos. Otra muestra de apertura fue la decisión de aceptar la petición opositora de incorporar a la discusión parlamentaria a los sectores de la sociedad civil afectados por el proyecto, quienes expusieron durante el lunes.

El presidente de Argentina, Javier Milei, junto al resto de miembros de su Gobierno
Javier Milei durante el anuncio de un decreto para desregular la economía argentina y privatizar empresas públicas, el 21 de diciembre de 2023. Foto: Presidencia de Argentina vía Europa Press.

Pero la verdad es que aún hay reclamos entre los bloques que LLA debe convencer. De hecho, en la UCR piden más tiempo para debatir en las comisiones, y algunos no creen que se logre que esta semana se despache el tema en las subdivisiones parlamentarias. “Estamos viendo los plazos. Que no nos corran, queremos ayudar”, dijo un diputado nacional del partido a La Nación.

Uno de los problemas parece ser la intransigencia de Milei. Este domingo, en entrevista con radio Mitre, el mandatario cargó contra el Congreso, advirtiendo que, si no se aprueba su ley ómnibus, “el ajuste será mayor”. De hecho, hizo un llamado directo a los parlamentarios al decirles que “o se ponen los pantalones largos para que los argentinos estén mejor, o el mercado nos pasa la factura”.

“Nosotros de ninguna manera vamos a habilitar políticas que generen un desastre, por lo tanto, la austeridad es no negociable. Y los daños que sufra la población, en profundidad y en tiempo, están del lado del Congreso. En si hacen las cosas bien o si se dedican a hacer ‘fulbito’ para la tribuna, mientras que les arruinan la vida a los argentinos, como han hecho en los últimos 40 años”, agregó.

Las palabras del mandatario no cayeron del todo bien en los sectores que debe conquistar para que lo apoyen en las comisiones. El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, quien es miembro del Pro, lo cruzó en redes sociales señalando que “es peligroso y profundamente irrespetuoso afirmar que existen intereses espurios en buscar modificaciones a la ley ómnibus o marcar algún desacuerdo con el DNU. Muchos consideramos que la actitud centralista de buscar los objetivos fiscales solo afectando a las economías regionales y actividades productivas centrales del interior, aumentando la recaudación a través de aranceles no coparticipables, son inadmisibles”.

No fue el único. Rodrigo de Loredo, jefe de la bancada de la Unión Cívica Radical en la Cámara de Diputados, también criticó al presidente. “Las declaraciones del presidente no van a amedrentar nuestro comportamiento, que pese a los sistemáticos agravios nos encuentran en la posición de darle al gobierno las herramientas legales que necesite para llevar adelante su plan de gobierno sin excesos y sin dejar indefensos a los sectores más vulnerables de la sociedad como nuestros jubilados”, escribió en un largo hilo de X, antes conocido como Twitter.

El político de la UCR fue más allá, y lo vinculó con el kirchnerismo al plantear: “Le exigimos al gobierno que desista de este pacto de impunidad que tiene con el kirchnerismo expresado en: 1) Las manifestaciones del gobierno de quitarle la obligación a la oficina anticorrupción de ser querellante en las causas de corrupción. ¿Quién va a acompañar la compleja documental probatoria de las causas de corrupción si el estado se corre de ese rol? 2) La intención del gobierno de que puedan blanquear fondos los funcionarios de la última gestión. 3) La designación y el mantenimiento de funcionarios claves del gobierno anterior en áreas sensibles. 4) Las permanentes declaraciones públicas que buscan darle tranquilidad al peronismo de que no van a ser investigados y que el gobierno no hará nada o que ayudará a encubrir los estructurales desfalcos que recibió nuestro país y nos traen hasta acá”, cerró.

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