La estrecha red de protección familiar que mantuvo escondido a “Lucho Plátano”
Su madre, tías e incluso familiares menores de edad se confabulaban para que Luis Vásquez no fuera descubierto, en medio de diversas investigaciones por homicidio y una orden de detención que pesaba en su contra desde septiembre del 2022.
El 17 de enero, a las 21.00 horas, el funcionario de la Policía de Investigaciones (PDI) Daniel Valdés Donoso (42) fue asesinado y rápidamente se inició un operativo en búsqueda del responsable de este hecho. El principal imputado fue Luis Vásquez Villenas (20), apodado como “Lucho Plátano”, quien se mantuvo 22 días prófugo, antes de ser detenido, el 8 de febrero.
Su nombre no era ajeno en el hampa. Era conocido en los cuarteles policiales por tener una serie de homicidios a su haber y un largo prontuario policial, donde figuraba una orden de detención vigente que tenía pendiente desde septiembre del año 2022 por otro homicidio en la comuna de La Granja.
Sin embargo, antes de ser detenido por el crimen del detective, “Lucho Plátano” estaba escondido, oculto y en las sombras para no ser descubierto, por lo que recurrió a la ayuda de su pareja y su madre.
Esta “red de apoyo” era fundamental para Vásquez, quienes le proveían de casas y lugares para mantenerlo lejos del alcance de la policía. Mediante diversas escuchas que realizó la PDI, se logró dar cuenta de que las tías de Lucho Plátano, Antonia y Millaray Cofré, su abuela, Carmen Morales, y su madre, Karina Villenas se confabulaban para que este se mantuviera en la clandestinidad, ante la orden de arresto que pesaba sobre él.
Tenían diversas técnicas para que pasara desapercibido, por ejemplo, tenían precauciones a la hora de hablar por teléfono. “Los funcionarios a cargo de la investigación dan cuenta de que el grupo familiar es cuidadoso respecto de mencionar al imputado en esta causa, no refiriéndose a él por sus nombres o apodos”, se puede leer en el informe de la causa.
Sin embargo, en diciembre del año pasado, Antonia Cofré rompió el código que mantenía la familia al llamar por teléfono. Mientras hablaba con su madre y abuela de Luis Vásquez le preguntó sobre por qué al llamar a su hermano menor le había contestado el “Luchito”, refiriéndose a Lucho Plátano. Al escuchar esto, Carmen Morales regañó a su hija gritándole: “¡Te he dicho no sé cuántas veces!”.
En esta conversación, Antonia Cofré habla con su hermano, un adolescente de 16 años, quien le cuenta que su celular estaba siendo usado por Luis Vásquez y que por eso él le había contestado al llamarlo. Además, ella se mostró preocupada, porque “Lucho Plátano” le había roto el celular al joven.
Los principales hallazgos de la policía fueron que la familia de Luis Vásquez le proporcionaba distintas viviendas donde esconderse y teléfonos para mantenerse comunicado y no ser identificado. “Durante las diligencias efectuadas por el equipo investigador, tendientes a dar con la ubicación y detención del imputado, este último tendría como principal red de apoyo y seguridad a su entorno familiar, específicamente a sus parientes maternos, siendo concordante con la información obtenida de las escuchas telefónicas realizadas”, se concluye en la causa.
En total, la fiscalía tenía antecedentes de seis casas en donde se podría haber encontrado el imputado, cinco en La Granja y una en La Pintana; sin embargo, nunca pudo ser hallado.
“Tírales brígido nomás”
Además de su familia, un grupo de adolescentes protegía permanentemente a Luis Vásquez, mientras era buscado por la policía. Uno de los aliados del imputado que más ha sido nombrado en las investigaciones es Gonzalo Rivera Saavedra, quien habría participado en uno de los homicidios atribuidos a “Lucho Plátano”.
Era tal su nivel de importancia en las operaciones de Vásquez Villenas, que la casa de Rivera fue allanada por la policía, mientras se buscaba el paradero del imputado. Finalmente “Gonzalito”, como era conocido, fue detenido el 14 de septiembre del 2022, por porte ilegal de armas y aún se mantiene en prisión.
Luego de las diligencias con lo objetos incautados en la casa de Rivera se pudo comprobar que este le avisó a Luis Vásquez cuando la PDI lo estaba buscando, dándole tiempo para escapar de la policía.
Además, se registraron diversos mensajes que se enviaron durante el día en que ocurrió el homicidio por el que era buscado desde septiembre del año pasado, donde Vásquez alentaba a su aliado para que fuera a ayudarlo en su cometido. “Tírales brígido nomás, hueón (sic), si estás cargado”, le dijo por WhatsApp. También ambos se alertaban sobre posibles represalias con la policía y se mostraban felices de su cometido. “De a uno van cayendo, sangre”, le escribió Rivera.
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