La familia 42K: La increíble marca que persiguen un chileno y sus cinco hijos

BERLÍN

Rodrigo Lobo y su descendencia están inscritos en el libro de los récord Guinness para batir un hito propuesto por ellos: ser el hogar más numeroso en correr los seis principales maratones del mundo.


Desde 2016 que desafiar los 42 kilómetros en busca de una marca inédita es su proyecto familiar. Así lo definen ellos. Son los Lobo Van Wersch, la manada de lobos, como se hacen llamar este padre y sus cinco hijos, que ya fueron aceptados por el libro de los récord Guinness para establecer su propia marca, única en el mundo y creada por ellos mismos: la familia más numerosa en correr los principales maratones del planeta, los seis majors.

Lo que empezó como una distracción de fin de semana y que unió a la familia, es ahora un extraordinario desafío deportivo para un grupo que comparte este interés, amateur en lo cotidiano, pero profesional cuando se acerca la carrera. Rodrigo (59) es el padre, quien de a poco se fue acercando a sus hijos, hace años, cuando cambió sus fines de semana haciendo running por actividades con sus retoños. De las subidas a los cerros o las salidas en bicicletas pasaron a conquistar las carreras más buscadas del mundo.

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Chicago, 2018.[/caption]

Paulina, madre de Rodrigo (31), Tomás (29), Santiago (25), Agustín (24) y Raimundo (20), también los acompaña en sus viajes. Después de atravesar la meta, cada uno a su tiempo, se toman unas vacaciones familiares recorriendo el país de la competencia. Tienen, incluso, camisetas distintivas con la leyenda "Wolfpack" (manada de lobos)" y la bandera de Chile, que actualizan en cada carrera.

En 2014 corrieron su primer maratón. Fue en Amsterdam, cuando Rodrigo y sus tres hijos mayores hicieron los 42K, secundados por los dos más chicos, aún menores de edad en ese entonces, que hicieron 21. Al año siguiente vino Viena, mismo método, pero creció el interés.

"El principal objetivo siempre ha sido la familia. Un homenaje a la familia como institución. Estamos todos rozando un objetivo en común. Para mí es fantástico saber que mis hijos disfrutan mi misma pasión", dice Rodrigo, quien corrió su primer maratón hace 30 años, en el de Santiago.

Y es que el hecho de buscar una actividad en común los llevó a querer instaurar, oficialmente, un nuevo récord. Por eso escribieron a la organización de los récord Guinness para ver la factibilidad de su hito. Luego de seis meses les respondieron que era posible hacerlo, pero también con los requisitos para hacerlo. Por ejemplo, es necesaria la carta de un testigo que los haya visto en el maratón.

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Nueva York, 2017[/caption]

En 2016 se aventuraron a su primer major. Corrieron en Berlín, donde por primera vez los menores se animaron a los 42K. Nueva York, en 2017, y Chicago, en octubre de este año, fueron los siguientes desafíos.

La preparación, aunque ninguno es deportista profesional, es como si lo fueran. Rodrigo empieza cuatro meses antes a aclimatarse, mientras sus hijos se toman un tiempo menor, pero con la misma preocupación que el desafío, que no es menor, merece.

Correr los maratones no es solo por hacer el récord, que los motiva por sí solo, sino también una instancia de reunión familiar. Tomás vive en Estados Unidos y Santiago estudia en Alemania, por lo que estas son las veces en que la Manada de Lobos se reúne.

Aunque aún no lo han decidido familiarmente, Rodrigo cree que lo mejor para seguir con el récord es tomarse un descanso en 2019. Salir de Chicago y pensar en correr en Tokio es apresurado, ya que la carrera en Japón se hace en febrero y si el cuerpo, que ya se aproxima a los 60 años, no descansa lo necesario, quizás no termine el desafío. Londres y Boston, también están en esperan el aullido de los Lobo.

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