La historia de la primera persona que cruzó el Muro de Berlín: "Sentí que volvíamos a tener una vida normal"
El fotógrafo Aram Radomski tenía 26 años cuando escuchó que se podía viajar sin visado al otro lado del Muro. Era un activista que denunciaba la vida en la Alemania comunista y fue uno de los primeros en cruzar hacia el Oeste. "Tuve suerte", recuerda.
Aram Radomski, de entonces 26 años, estaba viendo la conferencia de prensa de Gunter Schabowski, portavoz del Comité Central del SED (Partido Socialista Unificado), cuando se anunció que los ciudadanos de Alemania del Este podían cruzar hacia el Oeste sin visado. "Luego de ver la conferencia de prensa en la televisión fui donde un amigo, quien también quería ir hacia el Oeste. Le dije que no necesitaría viajar más a través de los controles fronterizos, por lo que fuimos hasta el cruce y hablamos con los soldados. Les dijimos que abrieran la frontera", relata a La Tercera desde Berlín.
Radomski y su amigo fueron al cruce Bornholmer Strasse dos horas después de la conferencia de prensa. "Fuimos unos de los primeros en llegar. Además de los soldados, había más gente, unas 20 personas más o menos. Fue allí que me encontré con (el guardia fronterizo) Harald Jäger. Todos tratábamos de entender y asimilar lo que había pasado. En esa época no había Metro que nos llevara al cruce, por eso llegamos más tarde, fuimos a pie, caminamos 30 minutos", recuerda.
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FOTO: AP[/caption]
El fotógrafo dice que en un comienzo, tras la conferencia de prensa, no estaba seguro de que el Muro caería. Junto con sus amigos, Aram era bastante activista y habían producido varios filmes considerados ilegales en la República Democrática Alemana (RDA), ya que mostraban la realidad de las condiciones de vida en el régimen comunista. "Ese año, el verano fue muy caótico debido a que muchas personas se fugaron de la zona este a la zona Oeste, más que en otros períodos", explica.
"Me quedé en el cruce hasta que fui el primero en pasar. Apenas cruzamos con mi amigo fuimos hasta donde otro amigo en la zona Oeste de Berlín al que no veíamos hace años y nos quedamos celebrando en un bar hasta la madrugada. Volví a mi casa, a la zona Este, a las 09:0. El hecho de haber sido la primera persona que cruzó (la frontera) significa para mí que fui afortunado, tuve suerte (se ríe). Ese día fue histórico porque se acabó la RDA, luego de 40 años de existencia. Sentí que los alemanes volvíamos a tener una vida normal", señala.
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FOTO: AP[/caption]
Radomski comenta que con sus amigos pensaron inmediatamente que ese 9 de noviembre de 1989 pasaría a la historia. "Eso estaba claro, porque significó que la RDA ahora era historia del pasado y que a partir de ese momento todo cambiaría. El hecho de que se abriera la frontera fue difícil de asimilar en ese momento. La caída del Muro significó el comienzo de una nueva época", comenta.
Tras la caída del Muro y la reunificación de Alemania, el año siguiente Radomski se quedó en Berlín y actualmente vive en la zona Este de la capital alemana. "La división de Alemania fue el castigo del mundo para los alemanes después de la 2da Guerra Mundial. Cuarenta años después de eso recibimos el regalo de la reunificación y vivir juntos. Aprendimos la lección más importante, a vivir en paz y se afianzó la confianza en los alemanes. Se percibía que la RDA se iba a acabar, eso la gente lo sentía. En general la reunificación cumplió mis expectativas, porque permitió a los alemanes volver a conocernos, los niños que nacieron a partir de ese momento representan a la nueva nación alemana. El mundo fue testigo de que, a partir de ese momento, nosotros pudimos volver a mirarnos con simpatía los unos a los otros y dejar de asociar a las nuevas generaciones con el pasado nazi", concluye.
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