La jugada de la PDI que dejó al descubierto a tres carabineros que extorsionaban a víctimas de la banda “Los Pulpos”

Funcionarios y un exmiembro de Carabineros fueron detenidos en el acto. /Foto: Referencial
Funcionarios y un exmiembro de Carabineros fueron detenidos en el acto. /Foto: Referencial

Dos miembros de la Sección de Investigación Policial (SIP), y uno más en retiro, fueron sorprendidos por la policía cuando recibían $ 800 mil para brindar seguridad a un empresario amenazado por la peligrosa banda criminal. Los investigadores habían marcado los billetes previo al pago y dispusieron todo un plan para hacer caer a los funcionarios, que cobraban hasta $ 2,5 millones por una semana de "protección".


La banda delictual “Los Pulpos” tiene su origen en Trujillo, Perú. Desde allá exportaron a Chile -entre el 2016 y el 2017- sus técnicas delictuales asociadas a homicidios, extorsiones, tráfico de drogas y tráfico de armas, asentando su negocio delictual entre Recoleta, Independencia y el centro de Santiago.

Ese es parte de su radio de acción y eso lo sabía la PDI. Por lo mismo, la Brigada de Investigación Criminal mantenía una reservada investigación sobre ellos en Independencia, dadas sus vinculaciones a extorsiones y amedrentamientos a todo quien no quisiera pagar por, prácticamente, vivir tranquilos en Independencia.

Los policías estaban en esas labores desde octubre del 2022, hasta que a inicios de semana recibieron una importante advertencia: un empresario, víctima de “Los Pulpos”, estaba siendo intimidado por la banda, y les señaló a los investigadores que personal de Carabineros le había ofrecido protección personalizada.

¿De qué se trataba? Según se ha logrado recabar en la indagatoria que lleva la Fiscalía Centro Norte con la PDI, los carabineros se acercaban a los empresarios que trabajaban en el radio donde operaban “Los Pulpos” y les ofrecían protección por una semana, a cambio de $ 2,5 millones.

El pago no era necesario que se hiciera en una tanda, sino que podía ser parcelado. El empresario les reveló a los policías de la PDI que estaba asustado y qué podía hacer ante aquello.

Los investigadores, sin embargo, idearon un plan. No fueron enseguida por los carabineros involucrados, sino que pusieron un “señuelo” para hacer caer a los funcionarios policiales indagados, ahora, por corrupción.

Primero se les identificó: los cabo 2° Fernando Valdebenito Sáez y Giancarlo Inostroza López, ambos de la Sección de Investigación Policial (SIP) de la Tercera Comisaría de Santiago, y el excarabinero Eliecer Novoa Esparza, quien también había pertenecido a esta misma unidad, sin embargo, en marzo de este año fue dado de baja por conducir en estado de ebriedad.

“Los Pulpos”, pero de verde

Ya establecidos como sospechosos de extorsión y cohecho, la PDI dispuso un cerco de vigilancia sobre los carabineros, interviniendo sus teléfonos y haciendo seguimiento de sus movimientos. Hasta ese minuto, el Departamento de Asuntos Internos de Carabineros no había detectado nada.

Los investigadores le recomendaron a la víctima seguir el juego de los carabineros, así que le dijeron que acordara una reunión con los efectivos para hacer el primer pago por protección, pero antes, hicieron una jugada clave.

El fiscal Luis Isla dispuso la fijación del “papel moneda” que se utilizaría para efectuar el pago. Fuentes del caso explican que esto tiene que ver con fijar fotográficamente el dinero que se les pasaría a los carabinero y así generar una prueba “irrefutable”, pues cuando fueran sorprendidos en flagrancia se establecería que el dinero recibido por los imputados era el mismo que les pagó la víctima.

Con el dinero marcado, la víctima fue al encuentro con los policías y así, a las 17.30 horas se concertó la reunión. Los carabineros llegaron en un vehículo particular, marca Peugeot, de color gris. Los efectivos portaban sus placas institucionales y sus armas.

Fue en ese momento, con la transacción ya hecha, que la PDI abordó el vehículo y los sorprendió. No hubo resistencia a la detención y el procedimiento terminó allí, llevando a los carabineros al cuartel policial, a la espera de la formalización.

Pero el caso no terminó ahí: según explicaron fuentes de la investigación, la PDI incautó los celulares de los carabineros, por lo que se está haciendo un análisis de sus conversaciones de WhatsApp para determinar cuántas víctimas habría, con pagos ejecutados y transacciones hechas anteriores a su detención.

Entre los investigadores advierten que los policías tenían un modus operandi similar a “Los Pulpos”, es decir, habrían extorsionado por protección, a cambio de cuantiosas sumas de dinero.

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