La “rebelión” republicana contra Trump: Figuras del partido no apoyarán su reelección
"No pude votar por él en 2016 y ciertamente no puedo, de ningún modo, apoyar al presidente este año", reconoció el exsecretario de Estado Colin Powell. El expresidente George W. Bush y el senador Mitt Romney tampoco respaldarían la reelección de Donald Trump en noviembre.
La respuesta de Donald Trump a la pandemia de coronavirus y a las protestas por la muerte del exguardia afroamericano George Floyd a manos de la policía parece haber precipitado el debate público al interior del Partido Republicano sobre las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Poco a poco, miembros cada vez más prominentes de la colectividad no sólo se desmarcan, sino que activamente hacen campaña en contra del mandatario que busca reelegirse el 3 de noviembre.
El general James Mattis, que renunció a fines de 2018 a la jefatura del Pentágono por desacuerdos con la política exterior de Trump en temas de defensa, fue quien abrió los fuegos la semana pasada, obligando a los republicanos a “tomar partido” de cara a las elecciones, según The Washington Post. El reverenciado Marine publicó una carta en la revista The Atlantic con fuertes acusaciones contra el mandatario por su amenaza de usar al Ejército para controlar las protestas contra la violencia policial en el país. "Donald Trump es el primer presidente en mi vida que no intenta unir al pueblo estadounidense, ni siquiera pretende intentarlo", escribió el multicondecorado general. "En su lugar, intenta dividirnos", sentenció.
En respuesta, Trump indicó que en realidad él había echado a Mattis. Pero en defensa del exjefe del Pentágono salió el general John Kelly, exjefe de gabinete de Trump. "Es claro que el presidente olvidó cómo ocurrió o está confundido", dijo Kelly a The Washington Post en alusión a las circunstancias en que se produjo la salida de Mattis de la Secretaría de Defensa.
Al coro de militares se unió este domingo la voz de Colin Powell, otro general en retiro sumamente respetado por el establishment republicano. En entrevista con CNN, el general de cuatro estrellas, que fue asesor de Seguridad Nacional de Ronald Reagan, jefe del estado mayor con George H. W. Bush y Bill Clinton, y secretario de Estado con George W. Bush, no solo defendió las protestas masivas que están ocurriendo en EE.UU., sino que fue más allá.
“Tenemos una Constitución. Tenemos que cumplir esa Constitución. Y el presidente se ha apartado de ella. Estoy muy orgulloso de los generales y almirantes”, afirmó Powell, afroamericano, en referencia al rechazo de la cúpula militar al despliegue de fuerzas de combate que pedía Trump para contener las protestas por la muerte de Floyd.
Powell agregó que iba a votar por el candidato demócrata Joe Biden en noviembre. “Pienso de la misma manera que Biden en materia social y política”, explicó el general durante el programa State of the Union. “He trabajado con él 35, 40 años. Es el candidato y votaré por él”, declaró. Powell se separó de su partido en 2008, cuando apoyó a Barack Obama por considerarlo "una figura transformadora". En aquel momento, respaldó públicamente la decisión de Obama de escoger a Biden como compañero de fórmula para su gobierno.
Sobre Trump, Powell aseguró que "él miente sobre cosas y no pasa nada porque no se le responsabiliza por ello". "No pude votar por él en 2016 y ciertamente no puedo, de ningún modo, apoyar al presidente este año", sentenció el exsecretario. En 2016, Powell respaldó la candidatura a la Casa Blanca de la demócrata Hillary Clinton.
Enseguida, Trump contestó en Twitter a Powell y recordó el papel que tuvo en la narrativa de que Irak tenía armas de destrucción masiva y era necesario intervenir. “Colin Powell, un verdadero tipo rígido que fue responsable de meternos en las desastrosas Guerras de Medio Oriente, acaba de anunciar que votará por otro rígido, el dormilón de Joe Biden. ¿Powell no dijo que Irak tenía ‘armas de destrucción masiva’? No las tenían, ¡pero nos fuimos a LA GUERRA!”, clamó el mandatario.
Pero Powell no es la única voz conservadora que se ha pronunciado contra la permanencia de Trump en la Casa Blanca tras los comicios de noviembre. El fin de semana el diario The New York Times informó que el expresidente George W. Bush, su hermano Jeb, exgobernador de Florida, y el senador Mitt Romney, candidato presidencial republicano en 2012, no apoyarán la reelección de su correligionario de partido. Romney fue el único senador republicano que votó a favor de remover a Trump durante el juicio del impeachment este año.
Al igual que los demócratas Jimmy Carter, Bill Clinton y Barack Obama, George W. Bush se pronunció sobre las protestas en EE.UU., rompiendo así el silencio y la “regla no escrita” que comparten los exmandatarios de ese país de no intervenir en asuntos públicos desde su retiro. "Laura y yo estamos angustiados por la brutal asfixia de George Floyd y perturbados por la injusticia y el miedo que ahoga a nuestro país”, comentó en una carta que escribió junto con su esposa y que publicó la semana pasada. Si bien en la misiva no menciona directamente a Trump, dijo que el hostigamiento y amenazas hacia los manifestantes afroamericanos eran “un fracaso impactante”.
Por su parte, Romney está deliberando si volver a votar por su esposa Ann, como lo hizo en 2016 cuando escribió su nombre en la papeleta, o inclinarse por otro candidato en noviembre, señaló The New York Times. Asimismo, según el periódico, Cindy McCain, viuda del senador republicano John McCain, probablemente votará por Biden.
En tanto, la senadora republicana por Alaska, Lisa Murkowski, reconoció que ella está “luchando” para mantener su apoyo a Trump en las elecciones presidenciales. “Las palabras del general Mattis fueron verdaderas, honestas, necesarias desde hace un tiempo. He estado luchando por las palabras correctas y me animé hace un par de noches cuando pude leer lo que el presidente Bush había escrito”, indicó la senadora.
Según John Avlon, analista político senior en CNN, la base de Trump “comienza a resquebrajarse”. “A medida que nos acercamos a noviembre, más políticos de centroderecha pueden empezar a mostrar su deseo de no caer con descarrilamiento del tren de Trump. Otros vendrán con casos de amnesia conveniente, pero las voces militares que ya hablan nos recuerdan que proteger a nuestro país es mucho más importante que la lealtad falsamente dura a la política hiperpartidista”, advirtió.
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