Las claves para entender lo que está ocurriendo en Venezuela por la polémica juramentación de Maduro

Nicolás Maduro juró este viernes (15 minutos antes de lo planificado) para un tercer período seguido de seis años, tras una cuestionada reelección que la oposición tachó de fraude.

“Juro” que “este nuevo período presidencial será el período de la paz”, dijo Maduro frente al presidente del Parlamento, el dirigente chavista Jorge Rodríguez. “Queda usted investido en el cargo de presidente constitucional”, respondió el jefe legislativo.

A su vez, Edmundo González Urrutia, considerado como presidente electo por la oposición y gobiernos internacionales, afirma que regresará a Venezuela a juramentarse, al haber demostrado su triunfo en las presidenciales del 28 de julio pasado con la publicación de las actas. Sin embargo, hasta ahora no se sabe qué acciones llevará adelante.

El paso terrestre más importante entre Venezuela y Colombia fue militarizado desde la madrugada de este viernes, previo al inicio del acto de juramentación presidencial en Caracas.

Maduro ordenó el cierre de la frontera entre ambos país, en medio de las incertidumbres por la juramentación presidencial de este viernes. La medida fue anunciada por Freddy Bernal, gobernador del fronterizo estado Táchira, quien justificó este cierre bajo la alegación de una supuesta “conspiración internacional”.

“Tenemos la información de una conspiración internacional para perturbar la paz de los venezolanos”, dijo Bernal.

En medio de este contexto, el país está sumido en la incertidumbre y bajo un gran despliegue militar y policial que no impidió que este jueves miles de manifestantes salieran a las calles a protestar contra Maduro.

También los simpatizantes del gobierno mostraron fuerza en las calles y están llamados a hacerlo de nuevo este viernes.

El jueves, cerca de las 16.00 horas, se anunció que las fuerzas del chavismo detuvieron a la líder opositora, María Corina Machado, a su salida de la concentración. Según su equipo de trabajo, elementos de seguridad dispararon contra las motos donde viajaba la líder de la oposición. Más tarde su equipo anunció que había sido liberada.

De acuerdo con un mensaje en X, el Comando Con Venezuela anticipó que ella explicará más tarde en detalle los hechos de su corta detención, puesto que fue interceptada y tumbada de la moto en la que se trasladaba. También se ha informado que durante este período fue obligada a grabar varios videos.

A continuación las claves para entender lo que está ocurriendo en el país petrolero.

El 28 de julio de 2024 se celebraron elecciones presidenciales plagadas de denuncias de fraude e irregularidades.

El líder opositor Edmundo González , de 75 años, afirma haber ganado las elecciones, citando actas de las máquinas de votación que muestran que recibió el doble de votos que Nicolás Maduro, pero el Consejo Nacional Electoral de Venezuela no publicó resultados detallados ni realizó las auditorías exigidas por ley.

Maduro, que gobierna Venezuela desde 2013, ha rechazado las afirmaciones de la oposición y ha declarado la victoria.

Observadores internacionales, incluido el Centro Carter, con sede en Estados Unidos, han validado las actas de la oposición, añadiendo legitimidad a la afirmación de González.

González, un diplomático retirado y recién llegado a la política, ha sido reconocido como presidente electo de Venezuela por varios países. Sin embargo, se vio obligado a exiliarse en España en septiembre después de que el poder judicial controlado por Maduro emitiera una orden de arresto en su contra.

“El candidato elegido tomará posesión del cargo de Presidente de la República el 10 de enero del primer año de su período constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional”. Esto establece el artículo 231 de la Constitución de 1999.

De acuerdo con el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el oficialismo, el aspirante a la reelección se impuso con el 52% de los votos. Sin embargo, el organismo no ha presentado hasta el momento los resultados detallados que certifiquen esa declaración.

En contraposición, la oposición dice que González habría obtenido casi el 70% de los votos, según el 80% de las actas de escrutinio obtenidas por la alianza antichavista.

Maduro sigue en control de las instituciones venezolanas, incluidas las fuerzas armadas, el poder judicial y la Asamblea Nacional. Y tras la ceremonia de investidura prorrogó su presidencia hasta 2031.

El gobierno de Maduro ha intensificado su represión contra la disidencia, calificando a González de “cobarde” y acusándolo, sin pruebas, de ser un agente de la CIA.

El gobierno también ha anunciado una recompensa de 100.000 dólares por información sobre el paradero de González.

Desde principios de año la presencia policial y militar se ha visto reforzada en toda Venezuela, pero particularmente en Caracas.

Miles de uniformados han sido desplegados en los alrededores del Palacio Presidencial de Miraflores, así como del cercano Palacio Federal Legislativo, sede del Parlamento, ambos en el centro histórico de la ciudad.

En el período posterior a las elecciones se han producido violaciones generalizadas de los derechos humanos. Más de 2.000 personas fueron detenidas arbitrariamente durante las protestas y, a finales de diciembre, 1.794 seguían en prisión.

Entre los detenidos hay menores y extranjeros, y muchos han enfrentado desapariciones forzadas de corto plazo.

Al menos 31 personas siguen desaparecidas y hay informes de torturas y muertes durante la detención. Los presos liberados siguen enfrentándose a procesos penales y la libertad de expresión y de reunión está gravemente restringida.

Organizaciones internacionales, entre ellas la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) y Robert F. Kennedy Human Rights, han pedido la liberación de los presos políticos y la protección de las libertades civiles.

María Corina Machado, la líder opositora a la que las autoridades venezolanas no dejaron competir en las presidenciales de julio pasado, pidió a los venezolanos vencer el miedo provocado por las más de 2.000 detenciones ocurridas tras los comicios y los numerosos casos de torturas y malos tratos.

“Llegó la hora (…) Todos sabemos que esto se acabó”, dijo al instar a sus compatriotas salir en masa a las calles del país para manifestarse en contra de la posesión de Maduro.

“Que el miedo nos tenga miedo”, planteó.

El llamado fue atendido y este jueves se registraron 157 protestas en todo el país, de las cuales 17 fueron reprimidas, según datos provisionales de la organización Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).

González Urrutia realizó en los últimos días una gira que lo llevó a Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Panamá y República Dominicana para recabar apoyos.

Asimismo, el excandidato opositor había anunciado que volvería al país para juramentarse y dijo que iría acompañado por varios exmandatarios hispanoamericanos, pero no se ha entregado mayores detalles.

Las autoridades venezolanas han asegurado que unos 2.000 invitados de 100 países iban a estar presentes en la tercera toma de posesión de Maduro desde 2013, pero solo cinco son presidentes.

El líder cubano Miguel Díaz Canel llegó hasta la ceremonia de juramentación, lo mismo que el nicaragüense Daniel Ortega, quien a última hora se sumó a la ceremonia. La vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo, había anunciado pocas horas antes que su esposo no estaría presente.

Luis Arce, presidente de Bolivia, otro de los aliados de Venezuela, había anunciado que no asistiría, pese a reconocer el cuestionado triunfo de Maduro. El expresidente de Bolivia Evo Morales publicó un mensaje en sus redes sociales para felicitar a Maduro.

En su declaración a través de X, Morales expresó su reconocimiento al pueblo venezolano por lo que describió como una nueva derrota a los “intentos de desestabilización contra su gobierno”. Además, deseó “todos los éxitos” al presidente Maduro y a su equipo de trabajo, a quienes calificó como “patriotas, herederos de Bolívar y Chávez”. El líder boliviano cerró su mensaje con una exaltación: “¡Que viva Venezuela!”.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, confirmó este miércoles su ausencia en la ceremonia y la atribuyó no solo a la negativa de las autoridades venezolanas a mostrar las actas que corroborarían el triunfo de Maduro en las elecciones, sino también a la reciente ola de detenciones de dirigentes opositores.

La reelección de Maduro ha sido cuestionada por Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea (UE) y por un número importante de países latinoamericanos.

Los gobiernos antes mencionados descartaron enviar a representantes a la posesión y algunos de ellos ya consideran a González Urrutia como el presidente electo de Venezuela.

La decisión de países como Paraguay de reconocer al opositor como el vencedor de los comicios desató la ira de Maduro, que decidió romper relaciones diplomáticas con ese país. Rusia, Irán y China, por su parte, han reconocido la reelección de Maduro y enviaron delegaciones a la ceremonia.

Por su parte, Luiz Inácio Lula da Silva también optó por mantenerse al margen. “Maduro es un problema de Venezuela, no es un problema de Brasil”, declaró el mandatario brasileño en noviembre.

Entre los países que han expresado su apoyo a González se encuentran Estados Unidos, Canadá, España, Argentina, Uruguay, Canadá y Paraguay, mientras que Rusia, China, Irán, Cuba y Nicaragua han respaldado al líder del chavismo.