Las cuentas que dejaron a Arturo Tagle fuera de BancoEstado

Arturo Tagle

Al presidente del BancoEstado le avisaron que tenía que dejar su cargo muy poco antes de la ceremonia de ayer. Igual que al ahora ex ministro Sebastián Sichel, quien aceptó sucederlo luego de declinar otras ofertas. Tagle es considerado en el sector como un banquero experimentado -fue gerente general del Banco de Chile-, pero para el gobierno ese mismo perfil le pasó la cuenta. El banco, dicen, ha sido lento en otorgar créditos Fogape a pymes que en muchos casos no pueden garantizar que pagarán de vuelta en esta crisis. Justo el tipo de cliente al que la banca no suele prestarle dinero.


En el gobierno dicen que, al igual que a Sebastián Sichel, a Arturo Tagle Quiroz también le avisaron muy encima del cambio de gabinete de ayer -una hora antes, calculan algunos- que tenía que dejar la presidencia de BancoEstado, cargo que ocupaba desde el 16 de marzo de 2018. Que se acababa una carrera que hasta hoy en la mañana tenía a algunos integrantes del Consejo Directivo de la entidad lamentando la noticia, argumentando que había sido un ajuste político y que el saliente presidente es “un lujo de banquero”.

Cuando ayer Tagle y su sucesor hablaron por teléfono, el economista estaba embalando sus cosas y gastó parte del día en despedirse de gerentes divisionales del banco, agradecerles, y recorrer varias oficinas de la entidad. Sichel tenía presupuestado hasta esta mañana ir a ocupar su oficina el lunes, pero hoy al mediodía ya se reunieron a solas, primero, y luego con el Comité Ejecutivo que también integra. Todo en persona, según un consejero. Para los dos, todo esto ha sido muy repentino.

Para Sichel porque además de que era el ministro mejor evaluado, pero sin un partido que lo blindara, la presidencia del banco fue su última opción y asomó al final. Además de decirle que lamentaba sacarlo, el Presidente le ofreció otras destinaciones, pero no aceptó. Unos dicen que fueron dos -la vocería y la Intendencia Metropolitana-, mientras en la Presidencia dicen que solo fue ésta última (que habría implicado otro coletazo más, sacar de ahí al RN Felipe Guevara en medio del operativo Cajas de Alimentos). Golpeado por su salida, el ex DC, ex Ciudadanos, quería reubicarse donde pudiese gestionar acciones.

Y repentino para Tagle, porque quien conozca la banca sabe que es un hombre experimentado y curtido en ese mundo. Lleva la marca del Banco de Chile en la sangre. Su padre trabajó ahí casi 40 años, varios de sus familiares también, y él ingresó ahí en 1995. Fue su gerente general entre 2010 y 2016, y gerente general de su sociedad matriz entre 1996 y 2017. También ha sido gerente general de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif) y en la Dirección de Estudios de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif). Y hasta hoy en la mañana en Palacio sostenían que su bagaje en el rubro es “gigantesco”.

¿En qué falló Tagle, entonces? En este cambio de gabinete sorpresivo y precipitado, la duda que quedó es si había un explicación tangible para remover al presidente del BancoEstado. Hasta ayer el argumento que La Moneda daba era que se necesitaba allá a alguien del perfil “social” que Sichel apuntalaba desde Desarrollo Social. Pero hoy el flamante ministro Segpres, Claudio Alvarado, dio otro en T13 Radio: que el gobierno quiere que “las políticas sociales y los recursos que se van a canalizar tengan la agilidad suficiente, se entreguen en la oportunidad que corresponde y que lleguen en ayuda de quienes lo necesitan de la manera que lo necesitan”.

Hoy en la mañana en el Palacio de Gobierno se asentaba la lectura que bajo la gestión del caído presidente, el banco estaba siendo muy lento en otorgar los créditos Fogape, que van en auxilio de pymes demasiado flageladas financieramente. Entre quienes han hablado con Sichel se argumenta que BancoEstado aparecería entre el quinto y séptimo lugar de las instituciones financieras que están aprobando y cursando los Fogape, cuando debería estar a la cabeza, y que eso habría sentenciado a Tagle.

Un integrante del Consejo Directivo rechaza de plano esa razón, asegurando que el banco estaba por delante del resto. Pero otra versión del mismo organismo sostiene que si los montos que está pagando son bajos en comparación al resto, es porque van a pequeñas y medianas empresas, no a grandes.

Hecha la consulta esta mañana al equipo más cercano al Presidente sobre qué evaluación se tenía, la respuesta fue que al examinar cómo estaba funcionando el Fogape, se advirtió que se veía al sistema financiero “más lento de lo que se quería” y que la situación de Banco Estado “no era demasiado distinta". Eso, dicen, sin perjuicio de la trayectoria de Tagle.

Recuerdan también que en mayo el ministro de Economía, Lucas Palacios, había señalado que los bancos “comenzaron prestándole plata a quien menos lo necesitaba, es decir, a los que están en una situación más compleja y difícil le están haciendo también más difícil la entrega de los créditos". Y agregó entonces que “algunos bancos estaban eligiendo filete pero no prestan atención a la sobrecostilla”.

Pero en el círculo de Piñera agregan otro parámetro. Tagle será muy buen banquero pero eso, en tiempos normales, significa ser bastante reacio a prestarle dinero a clientes que no son capaces de garantizar que van a pagar el crédito, y que por tanto acusan mucho riesgo. Pero que durante esta crisis se necesita precisamente lo contrario: auxiliar a empresas como hoteles, restoranes y otros que no están en condiciones de asegurar eso. Es decir, que el clásico criterio conservador, con aversión al riesgo, ha de ser más flexible.

“Arturo es muy querido y es un gran banquero en el sentido tradicional del término”, recalcan en La Moneda, recordando que ha tenido experiencia en crisis bancarias en los ’80. Pero subrayan que el Presidente quiere un BancoEstado “más activo y más comunicador”, y que esa no es la fortaleza de Tagle, pero sí la de Sichel. Una autoridad que también trabaja con el mandatario agrega que Tagle es “más técnico”.

¿El gobierno también va a reubicar a Tagle en otra repartición estatal, como lo hizo con Sichel? La respuesta que dieron en La Moneda hoy fue que eso no está definido.

Qué dicen los números

Las críticas respecto de la velocidad con las que el sistema financiero está entregando los créditos han sido múltiples, y BancoEstado no escapa de ellas.

Jéssica López, exgerenta general de BancoEstado, si bien no cuestiona la gestión de Tagle, señala que la llegada de Sichel podría ser beneficiosa en términos crediticios. “La experiencia al haber pasado por Corfo y Desarrollo Social podría ayudar a acompañar más durante el ciclo económico a quienes lo están pasando mal, o que están quedando afuera”. En el gobierno rescatan que cuando fue vicepresidente de Corfo, aceleró las Garantías Corfo para Inversión y Capital de Trabajo o créditos Fogain.

Sin embargo, al interior del banco apuntan a que en este período incluso se han flexibilizado algunos aspectos de riesgo para llegar a más clientes, pero precisan que la alta demanda también dificulta aumentar la velocidad. Así, en mayo pasado recibieron 10 veces más solicitudes de crédito respecto del mismo mes del año anterior, mientras que en los bancos privados la cifra había llegado a 4 veces.

En esa línea, tras la crisis social, la entidad impulsó un programa de refinanciamiento, el cual se vio potenciado con la capitalización por US$500 millones aprobada en marzo, y con la llegada de pandemia. Desde entonces, la entidad ha reprogramado 230.000 créditos, de los cuales 170.000 corresponden a personas y 62.000 a pymes.

Respecto de los créditos asociados a garantías estatales, donde residen las críticas, la entidad ha debido procesar 96.406 solicitudes de préstamos, equivalente al 56% de todos los requerimientos que han recibido los bancos del país.

Según la última información disponible en Hacienda, al 29 de mayo BancoEstado había aprobado y cursado 27.492 créditos (38,9% de todos los bancos), y había aprobado pero no entregado un total de 30.736 préstamos (61,8% de la industria). Existían ademas 33.608 créditos en proceso de evaluación, y sólo había rechazado 4.570.

Sin embargo, en términos de montos, la entidad estatal es quinta, con sólo el 9,1% de los créditos cursados por los bancos del país. El primero es BCI, con un 30%.

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