Las redes de la exConcertación que se activaron tras la iniciativa de “Amarillos por Chile”
Esta mañana, un grupo de reconocidas figuras políticas hicieron pública una carta manifestando su preocupación por el devenir de la Convención Constitucional. La iniciativa fue liderada por el escritor Cristián Warnken y contó con el apoyo de otros colaboradores que le fueron consiguiendo firmas. De trasfondo, varios de los adherentes consideran que los partidos han estado en silencio por el rumbo que ha tomado la constituyente.
Todo nació a través de un grupo de Whatsapp. “Amarillos por Chile” fue bautizado el espacio en el que hace unos 10 días se reunió un grupo de referentes de la exConcertación para hablar sobre la necesidad de hacer algo ante la preocupación del rumbo que tomaba la Convención Constitucional.
Sus ideas las plasmaron esta mañana en el manifiesto “Amarillos por Chile”, que contó con las firmas de 75 figuras políticas y causó revuelo en redes sociales. “El espíritu que debe primar en la Convención debe ser el del diálogo, la conversación, el escuchar de verdad al que piensa distinto”, dice el texto, agregando que “el intento de algunas facciones radicalizadas de la Convención de ignorar, e incluso borrar, a un sector político significativo del país (la centroderecha), tal como intentaran hacerlo en la Constitución del 80 los maximalistas de entonces (de signo inverso a los de hoy), es un error político garrafal”.
La iniciativa comenzó a tomar forma desde hace dos o tres semanas, luego de que el escritor Cristián Warnken publicara la columna “Alerta Amarilla” en Pauta. “La Alerta Amarilla se justifica, queridos compatriotas, porque en vez de avanzar hacia una escucha genuina y a la búsqueda de un mínimo común compartido, al leer las propuestas aprobadas en las comisiones para ser discutidas por el Pleno de la Convención, todo indica que se está privilegiando el poner en primer lugar una visión maximalista, refundacional y en algunos casos derechamente revolucionaria antes que una mirada de Estado, de largo plazo, inclusiva”, aseveró en ésta.
De ahí que se activara un grupo de personas encabezadas por el escritor, el académico Mario Waissbluth, el economista Óscar Guillermo Garretón, además de Darío Contador, Pilar Peña y Ramón Montes, quienes pasaron a ser coordinadores de la iniciativa.
Armaron entonces un grupo de Whatsapp, en el que rápidamente fueron incluyendo a más personas que quisieron sumarse a la iniciativa que se plasmó en esta carta que terminó de redactarse ayer. La mayoría de ellos comparten el haber formado parte de la Concertación, muchos como ministros de Estado. Primero alcanzaron los 30 nombres, hasta que llegaron a 75.
En el transcurso, se unieron firmantes como los excancilleres Soledad Alvear e Ignacio Walker (DC), los exministros de Hacienda Andrés Velasco, Alejandro Foxley y Manuel Marfán, los exministros de Justicia Jaime Campos e Isidro Solis, además de otras figuras del mundo democratacristiano como Jorge Burgos, Gutenberg Martínez, Mariana Aylwin, José Pablo Arellano, René Cortázar, entre otros.
El propio Warnken hizo llamados, mientras que otros referentes como Ignacio Walker también ayudaron a conseguir firmas. Mientras, en el grupo de Whatsapp se entregaban insumos sobre qué contenido tenía que incluir la carta, especialmente luego de una semana en que el grupo vio con preocupación algunas medidas que aprobó el pleno de la Convención Constitucional, como las reformas al poder judicial, ahora llamado sistema de justicia.
“Es una iniciativa ciudadana de un grupo bastante transversal de personas que nos hemos identificado con la centro izquierda, y que vemos con preocupación la “fiebre refundacional” e identitaria que se está apoderando de la Convención, al margen de cualquier noción de bien común y de espaldas a la tradición constitucional chilena”, relató el excanciller.
El grupo coincidió en que la “pluma de oro” para escribir la carta la tenía el propio Warnken, quien tomó la batuta para redactar las dos páginas. Y si bien varios dicen en privado que no quieren que se vea como que la iniciativa está encabezada por alguien en particular, otros coinciden con que fue el escritor y poeta el principal impulsor.
Fue así que lanzaron la carta original, la cual tuvo algunos errores. Por ejemplo, no consignaron los nombres de Marfán y del constitucionalista Jorge Correa Sutil, además de un alcance de apellidos: entre los firmantes figura Claudio Elórtegui Gómez, cuando en realidad se trata del rector de la Universidad Católica de Valparaíso, Claudio Elórtegui Raffo.
Para esta tarde el grupo tiene contemplado inscribir la iniciativa en www.change.org, plataforma donde se reúnen firmas a gran escala. Y para la próxima semana -inicialmente el jueves- tienen contemplado reunirse a través de Zoom para seguir dialogando.
La idea es que el grupo -que algunos niegan que se trate de un movimiento- empiece a referirse a las iniciativas del pleno pero más en lo específico y no con generalidades como la primera carta. Así, en el futuro se referirán a artículos en particular cuya redacción les sea preocupante.
Crítica a los partidos
Consultados por La Tercera PM, varios integrantes se refirieron a los motivos que tuvieron para incluirse en esta iniciativa, junto con criticar el rol que los partidos de centroizquierda han tenido en el proceso constituyente.
El expresidente de la DC, Gutenberg Martínez, dice que Warnken y los iniciadores de la carta “interpretaron un sentir que estaba latente entre muchos de nosotros. La necesidad de no quedarnos mirando qué es lo que sucedía con el tema constitucional, si no que era imperioso generar una voz de alerta”.
Martínez cuenta que la iniciativa fue “muy rápida”, y que encontró apoyo inmediatamente. “Hoy día la tarea es sumar y sumar muchas adhesiones, en un camino de expresión, que permita un gran acuerdo sustancial, responsable, democrático, en lo que sea la propuesta de la Convención. Los partidos han estado muy callados, con poca opinión sobre el tema constitucional, yo creo que hay que motivar a que todo el mundo opine”.
El exintendente Andrés Jouannet (DC), explicó que la iniciativa partió como “un grupo de personas que se conocen muchos entre sí y empezaron quizás a llamar a otras personas, esto naturalmente fue liderado por Cristián Warnken. Somos fundamentalmente un grupo de gente de centroizquierda que estamos preocupados por este espíritu refundacional que hay en la Convención, en este sentido del no reconocimiento del Chile que existe”.
El exministro Isidro Solís, en tanto, dijo que “yo no lo veo como un movimiento. En un primer momento hay una coincidencia colectiva de personas que yo creo, hemos circulado juntos muchos años de nuestras vidas, teniendo planteamientos políticos similares, que compartimos una preocupación bastante profunda por lo que se está viendo en el desarrollo de la Convención”.
Mientras que el también exministro Jorge Burgos (DC) recalcó que “los autores recogen un sentimiento de mucha gente, frente al silencio de los líderes políticos de la centroizquierda”.
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