Liniers: "Me deprime la crisis en Argentina y trato de ser optimista en Macanudo"

Dice que al comienzo no sabía muy bien adónde iba a todo. Tenía una certeza: quería hacer historietas. Ricardo Siri (Buenos Aires, 1973) no quiso replicar el camino de su padre abogado y luego de estudiar publicidad, decidió escuchar esa vocación que se formó lenta y cálidamente en su niñez de lecturas, dibujos y películas.

Fue una apuesta arriesgada. Publicó su primera viñeta en el diario argentino Página 12. No le pagaban, pero él se sentía dichoso. Veinte años después, Liniers es acaso el humorista gráfico más popular de Argentina y su tira Macanudo conquista lectores de España, América Latina y Estados Unidos.

Autor de un universo encantador donde se cruzan la melancolía, el humor absurdo y la ternura, así como referencias a Shakespeare o a Picasso, desde 2016 reside en Vermont. El año pasado recibió el premio Eisner, el más prestigioso del mundo del cómic, por su novela gráfica Buenas noches, Planeta. Ha ilustrado portadas de la revista The New Yorker, acaso una de las aspiraciones de todo ilustrador, y a través de la agencia King Features, sus historietas se publican regularmente en 150 diarios de Estados Unidos.

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Algunas de las portadas que ha ilustrado para The New Yorker.[/caption]

"El talento de Liniers va más allá del cómic", escribió The Washington Post. "Su historieta se acerca a la filosofía a través de una gran variedad de personajes humanos y animales que reflejan su profunda mirada humanística", agregó.

Lector de Mafalda y Art Spiegelman, de Astérix y Fontanarrosa, fan del cine de Chaplin, Woody Allen y David Lynch, su universo de dibujos lo habitan Enriqueta, la niña lectora y su gato Fellini; el Conejo dibujante, alter ego de Liniers; un robot sensible; Martincito y su amigo imaginario, un monstruo de dientes grandes llamado Olga; pingüinos, tímidos enamorados y duendes de sombreros muy muy largos.

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Enriqueta, uno de los personajes más reconocidos del historietista.[/caption]

Inquieto y versátil, Liniers diversifica sus talentos: estrenó los conciertos dibujados con el músico Kevin Johansen, y con su amigo Alberto Montt dieron forma a Los ilustrados, un show de stand up que se presentó el año pasado en el Teatro Nescafé. Ahora regresa a librerías en Chile con Macanudo 13, editado por el sello Catalonia, y responde por e-mail a La Tecera PM.

"Macanudo era la tira que yo siempre había querido hacer", dijiste en una entrevista con Leila Guerriero. ¿Qué era lo que querías expresar cuando nació?

Quería un espacio donde tuviera la libertad de hacer lo que sintiera cada día. Y Macanudo era ese espacio. No es que tenía algo en particular para decir, sino expresarme de la manera más honesta que pudiera.

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Algunas de las viñetas de su más reciente volumen de Macanudo.[/caption]

¿Cómo formaste tu estilo? ¿Qué referentes fueron importantes para ti?

Mafalda de Quino es el primer libro que recuerdo leer por mí mismo de niño. A medida que fui creciendo siempre encontré los historietistas que hablaban de lo que me interesaba en ese momento. Astérix y Tintín, luego Hugo Pratt y El Eternauta, luego Crumb, Manara, Moebius, Spiegelman... Y también una saludable dosis de humoristas como Fontanarrosa, Caloi, Gary Larson, Bill Watterson. De todo un poco.

No debe ser fácil hacer historieta con una niña en el país de Mafalda. ¿Cómo nació Enriqueta?

Mafalda es los Beatles, es Gardel, es el gol de Maradona a los ingleses... Cuando empecé a encariñarme con Enriqueta decidí no llevarla a ese mundo de niños adultos que poblaban la historieta, sino hacer un personaje más ensimismado y más cercano a mis recuerdos de la infancia real. Yo era tímido, y mi lugar preferido era con un libro enfrente.

En tus personajes también hay pingüinos, duendes, conejos, ¿qué representan?

Cada personaje es un pequeño experimento en el laboratorio que me tocó. Si quiero experimentar con el surrealismo me sirven los duendes, si quiero hacer algo más clásico, Enriqueta. Humor negro: Oliverio la aceituna. Humor autorreferente: el Conejo. Creo que lo verdaderamente original en la tira es que tiene muchos tipos de humor diferentes.

¿Qué te ha aportado la vida en Estados Unidos?

La calma de vivir en un pueblo pequeño, en medio de la naturaleza, sin muchas distracciones. Me gusta estar más unido a mi familia y con tiempo para trabajar.

¿Cómo sientes que han cambiado tus historietas en estos años publicando en prensa?

Cuando empecé no sabía bien adónde iba todo esto, ¡y ahora tampoco! Pero sí cambié mucho en lo personal. Soy padre de tres niñas. Ya tengo treinta y quince años. Uno va cambiando y conmigo cambia mi trabajo. Yo puedo leer la tira casi como si fuese un diario íntimo. Hay muchas cosas codificadas para mí en Macanudo.

Publicaste una novela gráfica que ganó un Eisner, ¿te interesa seguir trabajando el género?

Sí. Me gusta mucho hacer la tira diaria, pero también me gusta explorar diferentes caminos. Lo que explica los shows con Kevin Johansen o con Alberto Montt. Los libros con Juan Sasturain o Mario Bellatin. Y siempre estoy con muchas ollas en el fuego.

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Liniers junto al ilustrador chileno Alberto Montt, con quien estrenó un espectáculo en Santiago en 2018.[/caption]

¿La crisis de Argentina, te inspira para escribir y dibujar?

Me deprime. Me da rabia. Y cada tanto uno hace catarsis desde donde está. Pero soy de la idea que cuando las cosas están mal prefiero tirar un salvavidas que un yunque. Trato de ser optimista en Macanudo porque ¿qué más queda?

¿Qué le dirías a un chico que ama los cómics y sueña con dedicarse a dibujarlos?

¡A dibujar!

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Portada de Macanudo 13.[/caption]

https://www.youtube.com/watch?v=z6zfNOcXS6g