Liz Cheney, la legisladora republicana que busca su revancha contra Trump: Iría por la Casa Blanca

La representante republicana Liz Cheney habla a sus seguidores luego de perder la primaria legislativa en Wyoming. Foto: AP

Luego de perder las primarias legislativas de Wyoming ante la candidata respaldada por el exmandatario, la representante estaría formando un nuevo comité de acción política. “Disidente” en un partido donde la mayoría se muestra leal a Donald Trump, Cheney afirmó que hará “lo que sea necesario” para que no vuelva al poder.


La “campaña de la venganza” de Donald Trump cobró otra víctima. Ayer en Wyoming, Liz Cheney, una de las voces más críticas del expresidente estadounidense dentro del Partido Republicano, perdió las primarias de su colectividad contra Harriet Hageman. Eliminada de la carrera al Congreso, Cheney fue la más nombrada de los 10 representantes republicanos que votaron contra Trump en el fallido proceso de destitución tras el ataque al Capitolio: de éstos, solo dos siguen en carrera para las legislativas de noviembre, en lo que se ha visto como una purga trumpista al interior del partido opositor.

A través de su red social Truth, el expresidente aprovechó de festinar con la derrota de su compañera de partido, calificándolo como un “resultado maravilloso para Estados Unidos”. “Ahora puede finalmente desaparecer en las profundidades del olvido político donde, estoy seguro, será mucho más feliz de lo que es ahora”, comentó el magnate.

Pero lejos del retiro, Cheney pretende perfilarse como una líder de la disidencia en el Partido Republicano. Un poco después de aceptar su derrota contra Hageman, la hija del exvicepresidente Dick Cheney reiteró que hará “lo que sea necesario” para que Trump no sea el nominado de su partido para 2024. Entre las acciones posibles, algunos especulan con una revancha en las primarias presidenciales.

La representante Liz Cheney le habla al público luego de perder la primaria legislativa en Wyoming. Foto: AP

Con cerca del 99% de los votos escrutados este miércoles, Harriet Hageman ganó definitivamente la primaria republicana por el escaño de Wyoming, sacándole cerca de 37 puntos de ventaja a Liz Cheney. En un estado particularmente inclinado a la derecha, donde Trump se llevó un 70% de los votos contra Joe Biden en 2020, se estima que la victoria de Hageman contra un candidato demócrata es segura en noviembre.

Luego de su derrota, sin embargo, Cheney no estaría pensando más en Wyoming. Una de las políticas republicanas símbolo de la oposición a Donald Trump, en una entrevista a NBC, aseguró “estar pensando” en una candidatura presidencial. “Es una decisión que tomaré en los próximos meses, y no voy a hacer ningún anuncio esta mañana, pero es algo en lo que he estado pensando”, aseguró la abogada.

En la misma entrevista, Cheney no dudó en criticar la dirección que ha tomado el Partido Republicano en los últimos años: “Ahora tenemos uno de los grandes partidos políticos, mi partido, que se ha transformado en un culto a la personalidad. Y tenemos que traer a este partido de vuelta, abrazando los valores y principios en los que fue fundado”. A diferencia de muchos otros representantes de la formación conservadora, Cheney ha negado que la elección presidencial de 2020 hubiese sido “robada”, cosa que el expresidente Donald Trump afirma hasta el día de hoy.

La candidata Harriet Hageman habla con sus seguidores luego de ganar la primaria legislativa en Wyoming. Foto: AP

Liz Cheney entró a la política como la hija de Dick Cheney, uno de los funcionarios con más trayectoria dentro del Partido Republicano: jefe de gabinete de Gerald Ford entre 1975 y 1977, secretario de Defensa con George H. W. Bush entre 1989 y 1993, y finalmente vicepresidente durante los ocho años de la administración de George W. Bush.

Abogada, Liz Cheney trabajó en el Departamento de Estado, antes de ser elegida como representante por Wyoming en 2016. En ese camino, alcanzó a ser la número tres de los republicanos en la Cámara Baja del Congreso, pero su carrera dio un vuelco luego de la victoria de Joe Biden en las presidenciales de 2020. Mientras Donald Trump y sus seguidores repitieron una y otra vez que la elección les había sido robada, Cheney no dudó en oponerse al expresidente, en una apuesta que por el momento le está saliendo cara.

Un poco después del asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021, Cheney declaró respecto al Partido Republicano: “Somos el partido de Lincoln, no QAnon, el antisemitismo o los negadores del Holocausto. Somos el partido de la responsabilidad, el partido de la verdad”. Desde entonces, Cheney sigue criticando las mentiras de Trump respecto a los comicios, aunque eso le ha costado el rechazo de la mayoría de los políticos republicanos.

Los representantes republicanos Liz Cheney y Adam Kinzinger durante la investigación del asalto del 6 de enero de 2021 al Capitolio. Foto: AP

Ese enfrentamiento tuvo su punto de inflexión un poco después del asalto al Capitolio, cuando Cheney ingresó al comité legislativo encargado de investigar el incidente. El 13 de enero, Cheney se sumó a los demócratas, mayoría en la Cámara de Representantes, al aprobar la investigación de impeachment, acusando a Trump de “incitar a una insurrección”.

Los trabajos realizados por ese comité han sacado a la luz la responsabilidad de Trump en lo acontecido ese día, cuando sus partidarios más radicales atacaron la sede del Congreso en Washington. Por esta misma investigación, en mayo de 2021 el Partido Republicano le retiró a Cheney su puesto de número tres de la bancada en la Cámara Baja.

“Tenemos una situación en la que el presidente lleva meses clamando que la elección fue robada, y terminó con un ataque al Capitolio, cinco personas murieron ese día. Es el tipo de ataque que nunca debe volver a ocurrir”, declaró en ese entonces Cheney.

Liz Cheney y su padre, el expresidente Dick Cheney, caminan en el Capitolio camino a la investigación sobre el ataque del 6 de enero de 2021. Foto: AP

Hoy, a pesar de su derrota, Cheney sigue viendo formas para impulsar un liderazgo contra el exmandatario al interior del Partido Republicano. “Creo que Donald Trump continúa significando una grave amenaza y riesgo para nuestra república. Y creo que derrotarlo va a requerir un frente amplio y unido de republicanos, demócratas e independientes, y eso es algo de lo que intento formar parte”, señaló la aún legisladora tras las primarias en Wyoming.

También reiteró que seguirá haciendo “lo que sea necesario” para evitar que Trump vuelva a la Casa Blanca en las próximas elecciones, y de hecho, durante la noche de su derrota en Wyoming, Cheney formó un nuevo comité de acción política. Según confirmó un ayudante de la política, el comité se llamaría “The Great Task”, la gran tarea.

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