Los cálculos, temores y dudas de la derecha para influir en la recta final de la Convención

Convencionales derecha
FOTO: LUKAS SOLIS/AGENCIAUNO

A raíz del fracaso de la comisión de Sistema Político, sectores de la izquierda se han acercado a los colectivos de RN y Evópoli para sondear sus posturas y tantear un eventual acuerdo. Aunque algunos en la derecha ven una oportunidad, otros lo toman con cautela y dicen que podría terminar siendo funcional a la izquierda y legitimar una propuesta de constitución en la que han estado al margen la mayor tiempo.


Se veían a los lejos. El lunes en la tarde, durante una transmisión en vivo por un canal de televisión, se vio a Fernando Atria (Frente Amplio) y Cristián Monckeberg (RN-Evópoli e IND) distendidos hablando mientras tomaban un café en el patio del exCongreso.

Quienes supieron de esa conversación comentan que ambos abordaban lo ocurrido el viernes 18 con el informe de la comisión de Sistema Político, de la cual son integrantes, cuya tramitación fracasó luego de que el pleno rechazara la mayoría de los artículos.

El diálogo entre los dos, además, da cuenta de las intensas tratativas que se han dado entre distintos sectores políticos tras el pleno y que, por primera vez, según comentan convencionales de esa comisión, ha acercado al FA a sectores de la derecha para sentarse a conversar. Hasta ahora, de manera informal.

De acuerdo a las mismas fuentes, Atria sondeó con Monckeberg la postura de su colectivo y los límites hasta donde podrían ceder con el objetivo de tantear si es que en la derecha existía piso para apoyarlos. Desde la derecha, no obstante, descartan alianzas con la izquierda, pero afirman que sí están abiertos a sumarse a las propuestas que les parezcan “razonables”.

Esa conversación puntual no es el único acercamiento que ha tenido el FA con la oposición en estos días por el tema que -hay consenso- es uno de los medulares de la futura Constitución. El mismo lunes 21, la bancada de ese colectivo se reunió con la de Evópoli y RN para escuchar, entre otras materias, su postura sobre el contenido para el informe de sistema político. Y de acuerdo a dos convencionales, Jaime Bassa (FA) ha conversado con Marcela Cubillos (Un Chile Unido).

Asimismo, la izquierda incluyó a la derecha en la reunión de sistema político que se realizó hoy de manera extraordinaria en la casa central de la Universidad de Chile, la cual continuaba al cierre de esta edición.

Desde el FA señalan que sus mínimos son la creación de la figura del ministro de gobierno y que, además, las atribuciones de la cámara territorial que reemplazaría al Senado no sean de carácter nacional. Advierten que no cederán en esos puntos, a menos que lleguen a una situación de “vida o muerte”.

Los socialistas, en cambio, pretenden empoderar la cámara territorial, aunque con diferencias sustantivas en comparación al actual Senado. Por ejemplo, buscan que este órgano tenga la facultad de revisar tratados internacionales, temas presupuestarios y reformas constitucionales.

Además, el convencional Ricardo Montero (Colectivo Socialista), coordinador de la comisión de Sistema Político, ha señalado que pretende que la cámara territorial pase de ocho a cuatro años de período parlamentario, que iguale remuneraciones e ingresos, que no sea, en ningún caso, una “cámara espejo” y que todos los proyectos de ley comiencen y terminen en la Cámara de representación política.

Según un convencional del Frente Amplio, el Colectivo Socialista les compartió una minuta con sus prioridades, en que dan espacio para responder cómo ven estos puntos. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, no se han alcanzado acuerdos ni presentado propuestas.

Los análisis y la correlación de fuerzas internas

La escena entre Monckeberg y Atria grafica el escenario que se ha abierto para la centroderecha en las últimas semanas. En el sector ha comenzado a instalarse la idea de que el fracaso de los colectivos de izquierda por acordar una fórmula de sistema político podría transformarse en una oportunidad para conseguir -a pesar de la debilidad de su posición en la Convención- un espacio para instalar su visión.

Así pasó -por ejemplo- cuando con los votos de la centroderecha el Colectivo Socialista y del Apruebo más Independientes No Neutrales introdujeron indicaciones para entregar más facultades a la Cámara o Consejo Territorial -que reemplazará al Senado-, lo que provocó la molestia del Frente Amplio. Estos acusaron a los demás colectivos de su sector de desconocer el acuerdo base que habían alcanzado el 21 de febrero.

En este se había llegado al consenso de mantener el régimen presidencialista y crear un Congreso Plurinacional y un Consejo Territorial, que reemplazaría al Senado. Junto con eso, se agregaron las figuras del vicepresidente de la República y el ministro de gobierno.

Pero el fracaso de un acuerdo de la izquierda por un sistema político compartido dio una oportunidad a Chile Vamos. Esa visión tienen al menos, según comentan en el sector, Monckeberg, Hernán Larraín y Cubillos.

Ésta última, en todo caso, sostiene que la dinámica sigue siendo similar a la de otras ocasiones: intentando alinearse con lo que creen más correcto. “Nosotros seguimos con el mismo rol que hemos asumido desde el comienzo, que es de presentar propuestas y estar abiertos a favor todas aquellas propuestas que nos representan. Así lo hemos hecho en la comisión de Sistema Político. Votamos a favor de propuestas presidenciales incluso del PC, y votamos a favor de propuestas de bicameralismo del PS. Vamos a seguir actuando con ese criterio”, aseguró.

Como sea, la situación actual del sector contrasta con el sentimiento generalizado de la derecha hace algunas semanas atrás, cuando creían que se habían vuelto insignificantes en el debate y que estaban siendo absolutamente marginados. De hecho, en febrero pasado, algunos se declararon en reflexión tras la aprobación de una serie de normas con las que estaban en desacuerdo, en el pleno de la comisión de Justicia.

En la derecha algunos dicen que esta “disputa de poder” entre el FA y Chile Digno, por un lado, versus el Colectivo Socialista y el Colectivo del Apruebo por otro -la que se ha evidenciado en declaraciones y recriminaciones cruzadas-, ha relevado su opinión. Los convencionales saben que sus votos podrían ser clave para, en caso de que la izquierda no se ponga de acuerdo, hacer alianza con alguno de esos sectores y así alcanzar los 2/3 necesarios en el pleno.

Hasta ahora en la derecha hay consenso, al igual que el Colectivo Socialista, que la figura del “ministro de gobierno” resulta inaceptable, pues consideran que es un “parlamentarismo disfrazado”. Esto debido a que temen que tenga la atribución de designar ministros y negociar el plan de gobierno en el Congreso Nacional. Según argumentan, dejarían al jefe de Estado como figura decorativa. Además, apuntan que para ellos es fundamental que la segunda cámara esté dentro del Congreso, para que sea “verdaderamente bicameral”.

En este escenario, desde la UDI y RN, explican que su alianza más natural es con el Colectivo Socialista, y no con el FA. Y, por lo mismo, están conscientes que solos no pueden hacer mucho y requieren de consensos.

“Nosotros siempre vamos a estar dispuestos, siempre lo hemos dicho. Pero no tenemos nada que decir con los votos si no nos dan el pase. No podemos jugar solos, no tenemos un tercio, ni 39 votos para ir a la Corte Suprema, no tenemos capacidad de hacer nada si no es con el Colectivo Socialista”, señaló Arturo Zúñiga (Un Chile Unido).

Pese a todo, persiste en la centroderecha un grupo de convencionales que plantean que los acercamientos de la izquierda llegan tarde y que la derecha sigue siendo incapaz de incidir en esta etapa. En esta línea, la convencional Teresa Marinovic (Chile Libre) dice que si bien ahora los buscan, ya es tarde. “Los ejes de esta Constitución ya están definidos, ya se aprobaron normas, se sabe para dónde va la cosa. Hoy día cualquier intento de moderación tendrá efectos bastante acotados”, sostuvo.

Además, Marinovic cuestionó que la intención del FA de acercarse a la derecha resulte, pues diagnóstica que tendría un alto costo político para ellos. “Este es un proceso de la izquierda, en que los jugadores son las izquierdas. Nosotros estamos sentados en la banca”, añadió. En esta misma línea, otro convencional de UDI plantea que “somos tan pocos, que no bastamos para lograr los dos tercios sumados a otro colectivo”. Por esto, diagnostica que la única salida para concluir el informe de Sistema Político es que una de las fuerzas -los socialistas y el FA- se rinda y ceda.

Asimismo, hay quienes sostienen que indirectamente esta disputa entre los sectores de izquierda les conviene y que, para el futuro, podría ser funcional para los propósitos de ellos. ¿La razón? Porque a su juicio queda en evidencia que la coalición del Presidente Gabriel Boric no es capaz de ponerse de acuerdo para elaborar una nueva Carta Fundamental y, si el proceso termina mal, la responsabilidad es de ellos.

En ese sentido, algunos prefieren tomar palco porque creen que, de ser el caso, también podría ser útil pensando en términos discursivos para futuras elecciones.

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